Y como viene sucediendo en los últimos años, River y Boca animarán nuevamente un cruce copero, esta vez por Copa Argentina, luego de que el equipo de Marcelo Gallardo sacara pasaje a octavos de final tras vencer a Atlético Tucumán este miércoles por 2-1 en el estadio Ciudad de La Plata. Los dirigidos por Miguel Angel Russo, en tanto, ya esperaban entre los 16 mejores luego de eliminar a finales de marzo a Defensores de Belgrano, de la Primera Nacional, por 3-0 con una formación alternativa. Así, y si el fútbol se mantiene como hasta ahora a pesar del avance de la pandemia, habrá Superclásico con eliminación directa próximamente.


Los de Núñez venían de sufrir cierta sequía ofensiva en las últimas presentaciones con empates sin goles ante Racing y Arsenal por lo que, en coincidencia con la ausencia de Matías Suárez por lesión (sinovitis en la rodilla derecha) y la habitual predisposición de los entrenadores para poner suplentes en la Copa Argentina, Gallardo le dio la titularidad como dupla de ataque a dos de las jóvenes promesas millonarias: Federico Girotti y Lucas Beltrán (11 partidos en Primera, dos de titular, sin goles). Y no lo defraudaron, especialmente el primero.

Con 21 años, Girotti se fue convirtiendo en una cara habitual de los segundos tiempos de los equipos de Gallardo en la última temporada. Sin embargo, arrancar de entrada se había transformado en toda una proeza para el de San Isidro: jugó 20 partidos y sólo uno como titular (2-0 sobre Central en Rosario en noviembre de 2020, donde además fue reemplazado a los 56 minutos). A pesar de la falta de acción, Girotti se las ingenió para marcar tres goles en su corta carrera, uno de ellos nada menos que en el Superclásico de la Copa Maradona (2-2). Y anoche, el delantero no desaprovechó la ocasión, con conquistas a los 12 y 21 minutos.


El primero llegó tras una aceleración de Nicolás De la Cruz en el mediocampo para abrir por izquierda con Fabrizio Angileri, quien mandó el centro/pase por abajo para que Girotti aparezca entre los centrales y el arquero y la mande a guardar con algo de esfuerzo. El uruguayo demostraba una vez más que es el jugador más desequilibrante que tiene este River luego de la salida de Ignacio Fernández. El segundo no tardó en llegar. Esta vez por derecha, el que desbordó fue Montiel y tiró el centro atrás (también por abajo) para que Girotti, entre tres rivales al borde del área chica, defina de primera. A la encendida noche del delantero se sumaba la poco inspirada tarea de la defensa tucumana.

A Atlético se le quemaron los papeles apenas iniciado el encuentro con el 0-2 pero, aunque ya no es aquel equipo que con Ricardo Zielinski al mando se encargaba de amargar a los millonarios cada tanto, se las ingenió para acercarse a la remontada en la segunda parte. River volvió a exhibir falencias defensivas en la pelota parada y el Decano lo supo aprovechar a los 65, cuando Leandro Heredia apareció solo dentro del área tras una serie de fallidos despejes, dominó de pecho y definió sin darle chances a Franco Armani. De todos modos, el uno de la Selección Argentina fue quien prevaleció sobre el final, con más de una atajada destacada y estirando lo máximo posible cada contacto con la pelota para comer minutos y acortar así el sufrido cierre de los suyos.