El presidente Alberto Fernández dijo hoy que no siente que haya tenido "diferencias" con el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, y señaló que coincidieron en que la "circulación nocturna tiene un efecto perjudicial" en el crecimiento de los contagios de coronavirus. "No me importa una elección, sino que los argentinos no se mueran", dijo el primer mandatario y criticó a la oposición y a los medios de comunicación hegemónicos: "Cuando leo las barrabasadas que se escriben, ¿ustedes seriamente piensan que yo quiero vivir en un país donde la economía caiga, donde la pobreza crezca, donde el trabajo falte?, se preguntó.
El Presidente concedió una entrevista a Radio con vos el día después de haber anunciado las nuevas restricciones tras el explosivo aumento de casos en plena segunda ola de contagios. El jefe de Estado dispuso que, a partir del viernes, quedará restringida -en las zonas con mayor foco de contagios- la circulación nocturna de 24 a 06, a la vez que se reforzarán los controles para el transporte público, que será exclusivo para trabajadores esenciales. "Me preocupa el relajamiento social", indicó el jefe de Estado desde la Quinta de Olivos.
La salud del Presidente
"Gracias a Dios no he tenido ninguno de los síntomas que solemos escuchar que tienen los que padecen esta enfermedad. Solo tuve el primer día, el viernes a la noche, un dolor de cabeza que no fue fuerte, fue raro, cierta sensación de opresión de la cabeza. Me tomé la fiebre y vi que tenía 37.3, y ahí llamé al médico, por las dudas, pero creo que más allá de que creí que estaba somatizando algo, igual dije ‘hagamos un test, no vaya a ser que tenga algo’, y salió positivo", dijo. Agregó que "ese dolor de cabeza y esas líneas bajaron en el acto con un analgésico. "Creo que esto tiene que ver con los anticuerpos que generé a partir de la vacuna. A partir de allí tengo controles diarios médicos a la mañana y a la noche, de todo tipo, me sacan sangre, me miden el oxígeno, el miércoles me sacaron placas de los pulmones y está todo bien. Gracias a Dios no tengo ningún malestar, nada que me haga pensar que la cosa se complica", afirmó.
Sobre las diferencias con Larreta
"Yo traté de que estemos de acuerdo todos para que se cumplan las cosas. La gente tiene que entender que estamos en un país federal, si yo dispongo cosas que la autoridad de la provincia no cumple es lo mismo a que nos las dicte. Entonces yo necesito estar de acuerdo con los gobernadores", dijo el Presidente. Sobre la charla con Horacio Rodríguez Larreta, sostuvo: "Él me dijo que cerrar los restaurantes a las 10 de la noche podía generar un daño innecesario a la gastronomía, que él se comprometía a reducir el aforo en los restaurantes y a controlarlo, que sólo se pueda comer al aire libre y no en los lugares cerrados, el ponerse más exigente con los protocolos, y yo atendí a esos argumentos" dijo Fernández.
Y agregó: "Son medidas tomadas de buena fe, creyendo en la comprensión ciudadana, no siento que hayamos tenido diferencias, creo que nos pusimos de acuerdo. No sé si a él le gusta más o le gusta menos el cierre del tránsito a la noche, pero lo que sí sé es que cuando habló conmigo compartió que la circulación nocturna, como convoca al vínculo social, tiene un efecto muy perjudicial a la hora de los contagios, por eso se ha cerrado la nocturnidad en todo el mundo, no es que se me ocurrió a mí".
El Presidente puso ejemplos. "Estamos siguiendo ejemplos de países tan cercanos como Chile, pero es la situación de toda Europa porque es en esa nocturnidad donde la gente se distiende se olvida de la pandemia y los contagios aumentan".
El Presidente admitió que "Axel (Kicillof) tampoco estaba muy de acuerdo en que cerremos a las 10 de la noche, debo confesarlo. Como no soy un necio y me dijeron que en los hechos no había mucha diferencia entre cerrar a las 10 o a las 11 accedí. Pero es muy importante que el ciudadano lo entienda, porque no existe el Estado que pueda estar por encima de la cotidianeidad del ciudadano".
"No hay forma material de que nosotros podamos controlar el comportamiento humano de cada habitante de la Argentina. Si el ciudadano no entiende que no se pueden juntar 500 personas a escuchar a Damas Gratis, si el intendente de Entre Ríos no entiende que no puede hacer una fiesta para jubilados donde reúne no sé qué cantidad de gente, por más que sea al aire libre, es imposible", graficó.
La postura de la oposición
"No me importa una elección, sino que los argentinos no se mueran", dijo el Presidente y remarcó que no le gusta "que se haga política" con la pandemia. "Quiero que cada uno asuma la responsabilidad de lo que dice. Yo leí el comunicado de Juntos por el Cambio, se oponían porque eran medidas que íbamos a dictar nosotros y ya de por sí estaban en contra. Yo en esto me quito el traje de Presidente y me visto de ser humano: a mí no me es grato ver no sólo gente grande que se enferma y muere, no me es grato ver chicos contagiados, chicos tomando cerveza y pasándose la botella con total negligencia, transmitiendo el virus, porque esos chicos después van a sus casas y terminan enfermando a sus padres, a sus abuelos, y ahí reacciona mi condición humana. Lo que yo estoy haciendo no es más que lo que hace el mundo. ¿Cuál es la dictadura que estoy ejerciendo?", se preguntó el mandatario.
Explicó que "me importa que los argentinos dejen de contagiarse, que no se muera más gente en una pandemia que está asolando al mundo entero, que no sabe cómo salir de este brete. Hace 2 semanas la OMS expresó su preocupación por la manera en que Europa carece de vacunas y lo que está afrontando Europa… cuando leo esas cosas y leo las barrabasadas que se escriben, ¿ustedes seriamente piensan que yo quiero vivir en un país donde la economía caiga, donde la pobreza crezca, donde el trabajo falte? ¿Alguien seriamente piensa eso? Hay que ser muy miserable para inducir a la gente a creer esas cosas".
Sobre la cuarentena
"Menos mal la hice la cuarentena porque me dejaron país sin hospitales, teníamos una gobernadora que se jactaba de no abrir hospitales, un Ministerio de Salud que había desaparecido, una Argentina donde las vacunas estaban vencidas en la Aduana, el sarampión volvió a ser enfermedad. De la cuarentena no me arrepiento, creo que salvamos decenas de miles de vidas".