En 2020, se registraron trece crímenes de odio y 104 ataques violentos contra integrantes de la comunidad LGBTIQ+ en Argentina. Los datos se desprenden de un informe realizado en conjunto por la organización Libres y Diverses y el Observatorio “Mujeres, Disidencias, Derechos” de la agrupación MuMaLa, en el que además se informaron 99 "trans - travesticidios sociales", como define el relevamiento a aquellas "muertes evitables" derivadas del "conjunto de exclusiones que se dan hacia la comunidad travesti trans que llevan a la precariedad de nuestro bienestar y a la reducción de la expectativa de vida". Las agrupaciones exigieron "que se generen las políticas necesarias que aborden estas problemáticas".

Crímenes y ataques de odio

El "Registro nacional de ataques y crímenes de odio hacia la comunidad LGBTI+ y trans-travesticidios sociales 2020" fue elaborado por las organizaciones a partir de informaciones recabadas en medios gráficos y digitales durante todo el año pasado. Trece crímenes de odio, 104 ataques de odio y 99 trans - travesticidios sociales releva el informe, que desagregó los datos por población atacada, tipos de violencia y de agresores, y los lugares donde ocurrieron los hechos.  

En el 61 por ciento de los casos, las víctimas de los crímenes y ataques fueron travestis y mujeres trans, el 26 por ciento gays, el 9 por ciento lesbianas, el 3 por ciento varones trans y el 1 por ciento, personas no binaries. En tanto, también se informó que en el 84 por ciento de los casos hubo violencia psicológica, en el 52, violencia física -- el 38 por ciento necesitó de atención médica --, en el 26 simbólica -- el 28 por ciento sufrió la vulneración de su identidad autopercibida --, en el 21 económica y en el 4, sexual. De estos números se desprende que el 75 por ciento de las víctimas sufrió más de un tipo de violencia al mismo tiempo. 

Por su parte, el estudio relevó que en el 32 por ciento de los casos el agresor era totalmente desconocido por la víctima al momento del ataque, en tanto que en el 28 por ciento sí había algún tipo de vínculo o relación --vecinos, compañeros de estudio, de trabajo, etcétera --. Otro dato relevante, y que también se refleja en las estadísticas de femicidios que habitualmente publica MuMaLa, es la frecuencia con que las agresiones son ejercidas por integrantes de las fuerzas de seguridad: el 25 por ciento de los atacantes contra la comunidad LGBTIQ+ pertenece a alguno de esos cuerpos en distintos distritos del país. 

En coincidencia con esto, el informe detalla que el 15 por ciento de las agresiones se produjo en "instituciones policiales", mientras que la mayor parte de los casos (el 34 por ciento del total) ocurrió en la vía pública. En este sentido, las agrupaciones indicaron que "la comunidad LGBTIQ+ sigue atravesando situaciones de violencia en los ámbitos cotidianos, siendo la vía pública el lugar de mayor desprotección". El 16 por ciento de los hechos se dieron en las viviendas de las víctimas y el 6 por ciento en instituciones de salud. 

Trans - travesticidios sociales

Además de las cifras de crímenes y agresiones concretas contra la comunidad LGBTI+, en el informe se recabaron estadísticas de trans - travesticidios sociales, definidos por las organizaciones como aquellas "muertes evitables" derivadas del "conjunto de exclusiones que se dan hacia la comunidad travesti trans, que llevan a la precariedad de nuestro bienestar y a la reducción de la expectativa de vida". Expulsión de los hogares, dificultad para acceder al sistema salud, a la educación y al trabajo, son algunos de los factores de exclusión de los que da cuenta el informe. 

En total, fueron 99 los trans - travesticidios sociales registrados durante 2020. De ese total, 97 víctimas eran mujeres trans y travestis, y dos, varones trans. 

La vulnerabilidad social y económica, que trae aparejada una expectativa de vida de muy baja edad tiene su correlato también en el relevamiento. La franja etaria en la que se registró la mayor cantidad de fallecimientos fue de personas jóvenes: en el 56 por ciento de los casos tenían entre 19 y 40 años, mientras que el 40 por ciento tenían entre 41 y 60. Del total de casos, el 5 por ciento de las víctimas se suicidó.

En este sentido, las agrupaciones exigieron "que se generen las políticas necesarias que aborden estas problemáticas, que se implemente efectivamente la Educación Sexual Integral, la Ley Micaela y se generen mayores medidas de protección hacia aquellas personas en situación de extrema vulnerabilidad".