El hijo de Iris Nélida García Soler, nacido en la ex Escuela de Mecánica de la Armada durante la última dictadura militar, separado de su madre y apropiado, recuperó su identidad y se convirtió en el nieto 122 de la historia de búsqueda y lucha de las Abuelas de Plaza de Mayo y los familiares de desaparecidos.
El joven es hijo de García Soler, una joven mendocina, y Enrique Bustamante. Según Abuelas de Plaza de Mayo informa en su registro de nietos buscados, Soler y Bustamante fueron secuestrados por personal de la Policía Federal en enero de 1977 en la pensión en la que vivían, en la ciudad de Buenos Aires. Eran militantes de Montoneros. Ella estaba embarazada de tres meses. Ambos fueron vistos en el centro clandestino de detención Club Atlético, que funcionó dentro de la órbita de la Federal en el cruce de Paseo Colón y San Juan. A Iris su familia la llamaba "Tita" o "Pajarita", pero durante su cautiverio su apodo cambió. La "Lobita", la identificaron compañeros de encierro, por su vínculo con Enrique, a quien en la militancia se lo conocía como el "Lobo".
Durante el cautiverio, el embarazo de Iris llegó a término; fue llevada a la ex Esma para dar a luz. Parió un varón y fue separada de él. El bebé fue uno de los 400 niños y niñas apropiados durante la última dictadura y buscados por Abuelas de Plaza de Mayo hasta hace algunos días. Ella, al igual que Enrique, permanecen desaparecidos.
Ayer, trascendió que, producto del trabajo de décadas de las Abuelas, se convirtió en el nieto recuperado número 122. El joven tiene 40 años, dos hijos y no vive en la ciudad de Buenos Aires. Por el momento, está en proceso de recuperar su identidad y el contacto con su familia biológica, algunos de cuyos miembros supieron de la noticia y la celebraron. "Quiero compartir esta emoción e indescriptible alegría que acabo de vivir al conocer la noticia que ha sido encontrado mi sobrino apropiado", escribió Alicia, prima hermana de Iris. "Imaginarán la enorme felicidad de toda la familia al saber que pronto este joven que vive en el interior, podrá conocer a su familia biológica después de una larga espera y quizás una eterna búsqueda", continuó.