El director general de Carabineros, Ricardo Yáñez, aseguró que la fuerza desplegada durante el estallido social a fines de 2019 fue defensiva y negó que la institución haya tenido una política de ataque sistemática contra la población.
Yáñez declaró ante el Ministerio Público en el marco de una investigación sobre los procedimientos de Carabineros en la crisis social de 2019 y 2020, donde están acusados los altos mandos y funcionarios de seguridad de Chile por cometer delitos de lesa humanidad contra los ciudadanos.
En ese momento, el director de Carabineros era Mario Rozas y Yáñez ocupaba el cargo de director Nacional de Seguridad y Orden Público de esa fuerza. Según Yáñez, el Ministerio del Interior estuvo informado cada vez que se hizo uso de la escopeta antidisturbios nivel 5, un arma que puede ser letal.
Según datos del Instituto Nacional de Derechos Humanos de Chile (INDH), durante el estallido social de 2019 hubo 3.583 lesionados, de los cuales 2.050 sufrieron heridas por disparos. Además, detallan que 359 personas sufrieron daños oculares y 24 de ellas sufrieron la pérdida parcial o total de la vista.
El director de Carabineros también descartó que hayan existido ordenes del alto mando de la fuerza para reprimir a las personas que se manifestaban. "La mejor demostración de ello es que no haya existido ninguna persona fallecida por el actuar de Carabineros. Muy por el contrario, las más de ocho instrucciones que impartí fueron en el sentido contrario", argumentó.