Danae Boronat es una cara conocida en el periodismo deportivo y también una voz importante en la lucha por la igualdad de género, ya que fue la primera mujer en narrar un partido de la liga de fútbol a nivel nacional. A esa trayectoria suma ahora el libro No las llames chicas, llámalas futbolistas donde hace un recorrido por la historia del fútbol femenino en España a través del testimonio de importantes jugadoras de ese país. “Por desgracia, y es algo que pasa a menudo, cuando intentamos postular a las mujeres y a sus méritos deportivos siempre aparece la figura de algún hombre. En este caso, es una situación que no esperaba destapar pero me parece interesante y necesario que se sepa”, reflexiona en referencia a las múltiples acusaciones de acoso y abuso hacia el ex entrenador Ignacio Quereda.
En 2015 el plantel de la Selección femenina presentó una carta a la Real Federación Española de Fútbol pidiendo la dimisión del técnico que entonces acumulaba 27 años en el cargo. Los motivos fueron la falta de entrenamiento, de preparación táctica y en consecuencia, de resultados. “Cuando le avisaron que iban a sacar la carta, él se rio de ellas y les dijo que muchas antes lo habían intentado y que él se las cargó. Se sentía intocable, actuaba con mucha impunidad”, describe la autora desde Barcelona. Cinco años después de la renuncia, la investigación echa luz sobre aspectos que entonces no se revelaron.
–El libro narra múltiples forma de violencia machista: amenazaba a las jugadoras para que no contaran si eran lesbianas, las llamaba gordas, les levantaba la camiseta... ¿Qué es lo que más te impactó de estos testimonios?
–No sabría decirte porque son situaciones muy distintas y desagradables. En la mayoría de los casos es violencia verbal, humillaciones, falta de respeto aludiendo al físico de las jugadoras o de su capacidad futbolística. Hay una jugadora que está triunfando en el Barça a la que le dijo que era mediocre y que no iba a llegar a nada en su carrera. Y cuando me cuenta Alicia Fuentes, que ya está retirada, que ella llegó a la Selección con 17 años y estando en un ascensor a solas con él, le pellizca el culo y le dice: “¿Tú sabes cómo fecundan los gallos a las gallinas?”.
–¿Hubo alguna respuesta por parte de Quereda?
–De momento, no. Sé que el diario El Mundo le dio lugar a réplica pero declinó totalmente de hacer declaraciones.
–¿Cuál fue el rol de la Federación?
–Ellos sabían perfectamente cómo era la situación porque las jugadoras se lo habían dicho, pero les iba bien que fuera así porque el entrenador tapaba los reclamos. Les convenía tener un entrenador que acepta la situación tal como es, que no cree en el fútbol femenino y que no quiere potenciarlo. Las Federaciones son responsables porque no les interesa tener que repartir el pastel y tener que dar mejores condiciones a las jugadoras.
La línea temporal del fútbol femenino de España tiene mucho en común con la experiencia argentina. Allí, en diciembre de 2019 las jugadoras de la Primera División hicieron un paro indefinido para exigir la implementación del primer convenio colectivo que regulara su situación laboral. Organizadas, las futbolistas boicotearon la fecha 9 de La Liga Iberdrola y no se presentaron a ninguno de los partidos. Así, unos meses después, en febrero de 2020, España firmó el primer convenio colectivo femenino de todas las ligas de Europa. “Se puede decir que aquí no está cien por ciento profesionalizado”, dice Boronat y apunta que en la temporada 21/22, el Consejo Superior de Deporte del Gobierno Español otorgará por primera vez la consideración de profesional a la liga de primera división femenina. Un paso más que, se espera, traerá mejores condiciones para las jugadoras.
–Hay clubes que incluyen la actividad pero no la promueven, en el libro mencionás el caso del Real Madrid.
–Es que aquí en España se celebró la confección del equipo femenino del Real Madrid. Se pensaba que daría un nuevo impulso por lo grande que es el club, con sus seguidores en todo el mundo y la capacidad que tiene de movilizar a los medios. Se esperaba que fuera un antes y un después y así lo anunciaron. Y sin embargo, nada más lejos de la realidad. En el tiempo que llevamos hemos visto un Madrid que ha bunquerizado a su equipo femenino como si fuera el masculino, lo cual denota que no han entendido nada de lo que necesita su equipo femenino, que es visibilidad, dar a conocer a las jugadoras. Que no den entrevistas, que en las redes sociales no se las dé a conocer o por ejemplo también, si el masculino juega en el Alfredo Di Stéfano (una cancha de su ciudad deportiva porque el estadio Santiago Bernabéu está en obra), ¿por qué ellas no pueden jugar en el mismo escenario? Ellas juegan en un campo mucho más humilde, hay muchas diferencias en el trato. Deportivamente lo están haciendo bien y el rendimiento es muy bueno, pero creo que hay que exigirle mucho más a un club de la talla del Real Madrid para que su equipo sea puntero y lidere esta eclosión del fútbol femenino en todo el mundo, no sólo en España.
–También citás el caso de las jugadoras del Barcelona, que hasta hace poco se tenían que lavar su propia indumentaria.
–El Barça femenino profesionalizó en 2015, hasta entonces las jugadoras que entrenaban en la misma ciudad deportiva que los jugadores del primer equipo, se cambiaban en unas especies de casetas prefabricadas donde el agua caliente se agotaba a los 10 minutos. Y sí, se tenían que llevar la ropa para lavar a sus casas, también se traían el agua para hidratarse porque el club no se las daba.
–¿Hay futbolistas reconocidos de España apoyando al fútbol femenino?
–Sí, estoy muy contenta de que en el libro han querido participar nombres tan importantes como Iker Casillas, Andrés Iniesta, Antoine Griezmann y Borja Iglesias. Ellos se posicionan y se manifestaron públicamente cuando fue la huelga de las jugadoras en 2019, por eso los llamé porque sin el apoyo de los futbolistas es imposible que esto avance. Siempre digo que no entiendo que, por ejemplo, Leo Messi, formando parte de un club como el Barcelona, no haya acudido a un partido a ver a las jugadoras. No me parece de buen compañero, no me parece solidario, tú tienes que apoyar a las jugadoras que son tus compañeras y hacen exactamente lo mismo que tú. El Barça femenino, desde que se profesionalizó, ha conseguido cosas importantísimas y ya es un club referente en Europa, pero falta todavía ese respaldo por parte de jugadores como él. Necesitamos ese espaldarazo.
*China Pereiro, Ornella Sersale y Lucrecia Alvarez.