Miles de peces aparecieron muertos en la orilla de la Laguna de Gómez, en la localidad bonaerense de Junín. El fenómeno estaría asociado a una baja del caudal de por lo menos un metro por debajo de su promedio histórico.
Según medios locales, a la baja en el caudal de agua -que se registraba hace días- se le sumó el viento del sur que removió el fondo de la laguna que, debido a la sequía, tenía concentración de detritos. Esto, agregan, habría provocado la falta de oxígeno en el agua y la muerte de los peces por hipoxia. La mayoría de los especímenes afectados son pejerreyes, pero también se encontraron carpas y bagres. Los peces aparecieron muertos el domingo.
“La laguna venía bajando mucho a un nivel que llamaba la atención”, dijo Gustavo Frederking, presidente de la Sociedad Rural de Junín. “Nos despertamos con esta noticia. El problema sería la sequía porque bajó mucho; no hubo denuncias de ninguna otra cuestión -agregó-. (Los peces) se quedaron sin oxígeno; la mortandad venía, pero de carpas, bagres. De pejerrey no había mortandad”.
Rodrigo Esponda, expresidente de la Rural de Junín, explicó que en los últimos años “se viene trabajando en la siembra de pejerrey para fomentar el turismo” en la localidad bonaerense.
Según relató Esponda, desde abril del año pasado al 31 de marzo último se registraron precipitaciones en la región de unos 650 milímetros, un promedio del 20 por ciento por debajo de lo habitual para esa época. Y a esto se le sumó la falta de lluvias durante el último verano.
“La seca no se está notando tanto en los cultivos porque lo poco que llovió fue en los momentos justos, pero está muy seco y las napas muy bajas”, explicó Esponda y aseguró que los efectos negativos se verán en los cultivos de segunda siembra, de soja y maíz sembrados sobre trigo.
Mientras tanto, empleados de la Municipalidad de Junín trabajan para retirar los peces muertos de la orilla de la laguna.