El gobierno de Jujuy se encamina hacia una fase de disolución, jalonada por escándalos de corrupción y violencia institucional en el ministerio de Infaestructura, Servicios Públicos, Tierra y Vivienda y en el de Seguridad. Un alto funcionario del gobierno radical-renovador del contador Gerardo Morales, quien dijo no actuar en nombre propio sino como enviado, intentó extorsionar a un contratista de obra pública, que lo grabó e hizo llegar el audio al gobierno en el mes de diciembre y por segunda vez en marzo. Recién cuando la grabación se hizo pública, Morales acusó recibo y ordenó intervenir al fiscal anticorrupción que por supuesto, accionará contra el mandadero y exculpará al mandatario.
Con una ayuda de los amigos
El lunes 17 el empresario Rodrigo Insausti, socio de la constructora Inber SRL, dirigió una carta a Morales sobre el audio en el que un emisario del gobierno le pide una coima no inferior a los 200.000 pesos para desaparecer cuatro expedientes en los que su empresa habría incumplido sus obligaciones contractuales. El Guasón Insausti, como todos lo llaman en Jujuy niega haber difundido el audio, pero admite que él lo grabó porque le pareció sospechosa la cita que le transmitió un abogado que se presentó como asesor del gobierno.
También dice que entregó la grabación “a dos funcionarios de la mayor jerarquía del Poder Ejecutivo Provincial el día 12 de diciembre de 2016 y el día 09 de marzo de 2017”. Agregó que “como usted puede apreciar de la grabación el abogado adujo que debe emitir dictámenes oficiales, que fue enviado por otra persona y que, para más, bajo amenazas y extorsiones nos propone hacer desaparecer los expedientes en trámite que llegaron a su poder y que los exhibió en el momento de la conversación, y todo ello condicionado al pago de sumas de dinero por importes superiores a 50.000 pesos por expediente, dándose a entender que sus supuestos mandantes no aceptarían cifras inferiores. La viralización del diálogo y sus contenidos surgió por la publicación realizada por la página denominada El Disenso”. Insausti también describe la mecánica de la extorsión, que deja a la vista los mecanismos de financiamiento espurio del gobierno provincial.
Por el decreto 2571/16 y la Resolución 96, de febrero de 2017, Morales y el ministro de Infaestructura, Servicios Públicos, Tierra y Vivienda, Jorge Rizzotti reasignó fondos para el pago de una serie de obras realizadas por distintas empresas. Pero mientras las demás cobraron lo adeudado, el pago a Inberg se demoró sin explicaciones a pesar de haberse realizado y ejecutado las obras “según especificaciones técnicas y presupuestos antes aprobados por los organismos competentes”, según la carta al gobernador, que Insausti hizo pública, “ya que se ha afectado el honor y dignidad de personas respetables”.
–Usted tiene a Papá Noel acá– comienza la grabación.
Quien habla es el abogado Gastón Baigorria Siufi, quien asumió como prosecretario de la Legislatura el 11 de diciembre de 2015, al día siguiente de que Morales se convirtiera en gobernador. Todas las fuentes consultadas en Jujuy afirman que Baigorria es el hombre de confianza de Alberto Bernis, el Piki, quien conduce el bloque radical desde que Morales dejó de presidirlo para saltar a la escena nacional, primero como viceministro de Desarrollo Social de Graciela Fernández Meijide, cuando rebajaron 13 por ciento las jubilaciones para reducir el déficit fiscal, y luego como Senador Nacional.
–Cuatro expedientes tuyos me han llegado para dictaminar. Están por pasar a fiscalía anticorrupción. Los tengo en mi mano. Los saqué cinco minutos y los tengo que llevar de nuevo. Estás hasta la pija, compadre. Los dictámenes son terroríficos. Hay obras cobradas y no realizadas– dice el emisario oficial.
–Yo te aseguro que no hay ninguna que no se haya realizado– replica Insausti.
Baigorria busca en los expedientes, mientras se oye el pasar de las fojas como sonido de fondo. Agrega que según un informe del secretario de Infraestructura, Pablo Civetta, se pagaron anticipos financieros por obras no realizadas.
–Ninguna de esas están cobradas. Si hay medio anticipo, decime dónde está, boludo, porque no he cobrado nada.
–Me han encomendado esta tarea, quieren que arregle con vos. Hay cuatro expedientes tuyos en mis manos. Obviamente, yo voy a pedir que se investigue. Te lo puedo patear seis meses. Si surge que no hay correspondencia entre lo cobrado y lo realizado, eso pasa a la Oficina Anticorrupción.
Baigorria agrega que otra constructora complicada es Felipe Huespe, una de las empresas locales que prosperaron durante la gobernación de Eduardo Fellner.
–Con Felipe no arreglé nada porque es muy bocón, juega a dos puntas, va a hablar con uno y con otro. Yo soy amigo de Juani, voy al telo, me prepara las mejores piezas, me pone esto, me pone lo otro, pero con Felipe no puedo, es bocón– explica.
–Más prolijos no podemos ser. Está todo documentado y encima de todo no hemos cobrado– insiste Insausti.
Baigorria sube la apuesta y dice que además de la Oficina Anticorrupción los expedientes pasarán a la fiscalía penal.
–Ojo, yo no decido nada. A mí me mandan a preguntarte si querés arreglar. Si vos tenés todo en orden no arregles nada. Si vos les ofrecés 50.000 pesos por expediente, me van a decir: “No, decile que deje nomás”, y te van a clavar.
–¿De cuánta plata estamos hablando?
–El ofrecimiento hacémelo vos, Guasón, en función de las irregularidades que haya. Yo puedo hacer que tus expedientes desaparezcan, vayan con número cambiado a archivo y no los encuentran nunca más. Yo vengo porque te quiero y soy tu amigo. Hasta me debería excusar del expediente porque soy amigo tuyo. Si vos estás tranquilo, no arreglés un pingo.
–Ni en pedo voy a arreglar, doc, porque seguro que tengo todo en orden. Te voy a mandar…
–No me mandés nada, igual que por teléfono, no hablemos ni aka porque uno no sabe que mierda pasa. Yo tengo que llevar una respuesta, ¿qué querés que les diga?
–Deciles que no, yo estoy seguro de que lo que hice está bien hecho. Que hagan lo que tengan que hacer, más que claro– concluye Insausti.
Sin pérdida de tiempo el constructor denunció lo ocurrido a un alto funcionario. Lo reiteró en febrero, sin que el gobierno del contador Morales hiciera nada. La carta que le envió la semana pasada también le solicita que se le pague lo adeudado, ya que se basa en “actos administrativos firmes, y consentidos, imposibles de ser modificados por la Administración (antes mencionados) que han generado derechos adquiridos e ingresados a la propiedad de la empresa”. Tanto el Poder Ejecutivo como el bloque radical en la Legislatura negaron cualquier relación con Baigorria Siufi. Pero el Poder Ejecutivo no puede explicar cómo tenía en su poder los expedientes y el bloque radical que preside Bernis debe conformarse con decir que no desempeña funciones “desde el mes de enero de 2017”, es decir cuando supieron que la extorsión había fracasado y que El Guasón denunciaba lo ocurrido. La planilla adjunta muestra que en diciembre, cuando hizo la gestión, Papá Noel Baigorria era prosecretario de la Legislatura, con una remuneración mensual de 24.296 pesos. La foto que ilustra esta nota muestra a tres socios y amigos: Baigorria (de camisa blanca) con Bernis (de rosa) y con otro personaje significativo, Guillermo Adolfo Puertas (de verde), cuya remuneración en la Legislatura en enero de este año alcanzó a 134.000 pesos, tal vez porque su relación más próxima es con Morales, para quien hizo un trabajo sucio fundamental.
El Puertazo de Morales
En enero de 2016 fue detenida Milagro Sala. Junto con ella fue acusada por los mismos delitos de extorsión y defraudación su compañera Mabel Balconte, pero a ella el juez Gastón Mercau le respetó los fueros como legisladora por el Frente Unidos Organizados. Como se ve en la segunda planilla, Puertas ingresó a la Legislatura en abril de 2016. Fue un pago por anticipado. El 22 de ese mes, Mabel debía declarar ante el fiscal Darío Osinaga, pero dos días antes desapareció de los lugares que solía frecuentar. Uno de sus abogados la esperó en la puerta de la casa de Balconte, en San Pedro. Ella le contó que dos hombres la habían forzado a subir a un auto y con el vehículo en movimiento le dijeron que debía cambiar su declaración anterior, acusar a Milagro Sala y decir que una vez que ella le entregaba el dinero de los cheques endosados lo llevaban a Buenos Aires para entregárselo a Máximo Kirchner. Llorando agregó que le indicaron que debía renunciar al FUyO e ir a la indagatoria con el abogado Guillermo Adolfo Puertas, quien la asesoraría sobre su declaración. De lo contrario no sólo iría presa ella sino también sus dos hijos, que eran presidentes de cooperativas. Además, uno de ellos había sido denunciado también por violación. Balconte cumplió con la exigencia. El portal paraoficial Jujuy al Día, tituló “Nueva Ruta del Dinero K”.
El uso de los hijos para extorsionar a los padres es la operación más clásica de la mafia. El mismo tratamiento intentaron aplicarle al empresario de la construcción Lázaro Báez, señalándole a gritos por los medios que encarcelarían a uno de sus hijos si no se convertía en un imputado colaborador que señalara a Cristina y Máximo, operación que se revitalizó la semana pasada y que Báez volvió a rehusar. Una vez que salvó a sus hijos cumpliendo con el libreto, Balconte no soportó más y fue internada en la clínica Santa María de San Pedro, Jujuy, en estado de somnolencia por intoxicación con benzodiazepina. Jujuy se convirtió así en el laboratorio experimental sobre el uso de la justicia penal para el disciplinamiento de la clase trabajadora y de los movimientos sociales, en violación de los derechos y garantías básicos. En febrero de este año, Morales publicó en su Facebook un video del festejo del martes de chaya, cuando se termina el carnaval grande y se agradece a la Pachamama por los bienes adquiridos el año anterior. Morales prepara el asado, con un sombrero de paja. Colabora con él otro hombre. Ambos visten la remera celeste de la comparsa Chanca Chanca. Cuando Morales percibe la cámara, saluda con el cuchillo en alto. Su colaborador en cambio intenta salir de cuadro, pero no tan rápido como para impedir que se vea que es Guillermo Adolfo Puertas.
El arresto domiciliario
El Superior Tribunal de Justicia de Jujuy concedió dos recursos extraordinarios presentados por la defensa de Milagro Sala. La Corte Suprema de Justicia dio traslado a la Procuración General, cuyos dictámenes dijeron que la dirigente de la organización barrial Túpac Amaru debía quedar en libertad, tal como lo solicitó el Grupo de Trabajo de Naciones Unidas sobre Detención Arbitraria. Si la Corte aceptara el planteo sobre los fueros que la asisten como parlamentaria del Mercosur, la libertad sería inmediata, a pesar de las nuevas causas que el contador Morales inició en su contra. El presidente de la Corte, Ricardo Lorenzetti, dijo a varios líderes políticos que su intención era concederle el arresto domiciliario a ella pero también a los militares detenidos por crímenes de lesa humanidad. El primer paso se produjo el martes 18: la Corte ordenó a la Cámara Federal de Casación Penal que reconsidere la negativa al arresto domiciliario solicitado por el militar Felipe Jorge Alespeiti. Formado por los hermanos Maristas de Rafaela, Lorenzetti impulsó esa decisión pero se abstuvo de firmarla, porque en esta columna se había anticipado su propósito. El caso fue elegido con cuidado, porque Alespeiti tiene 85 años, padece patologías cardíacas irreversibles, trastorno senil con deterioro funcional, pérdida del 70 por ciento de la visión en uno de sus ojos e hipoacusia y posee limitada capacidad de locomoción, por lo que el riesgo de fuga hubiera debido fundamentarse tomando nota de esta condición. Es decir que no puede generalizarse a todos los casos en los que se pidió el arresto domiciliario. No obstante, hay una diferencia no menor: Milagro Sala no solicitó esa medida ni la acepta, porque sostiene que el arresto domiciliario es para los genocidas y que ella no ha cometido ningún delito. Lo que solicita es lisa y llanamente la libertad porque no corresponde que esté detenida mientras no haya una condena firme en su contra. La Corte Suprema también envió a los juzgados que ordenaron la detención de Milagro el informe del jefe de psiquiatría del Cuerpo Médico Forense, Leonardo Ghioldi. El psicólogo del Ministerio Público de la Acusación, Alejandro Zamar, la amenazó con internarla en una institución psiquiátrica y doparla. El secretario de Seguridad, le dijo que lo harían basándose en ese informe. Sin embargo, Ghioldi desaconsejó en forma explícita la internación, que sólo podría entenderse como un paso más en la escalada tendiente a la destrucción política, física y psicológica de la líder social que más inquietó al poder económico jujeño y nacional.
Trato cruel y degradante
El hostigamiento a Milagro Sala en la cárcel de mujeres de Alto Comedero se agravó en los últimos días con sistemáticas violaciones a su intimidad. El personal penitenciario le abre la puerta mientras se ducha o está haciendo sus necesidades en el baño y la despierta de noche apuntándole con una linterna. Durante el día es seguida todo el tiempo por una guardia y no puede hablar por teléfono sin que la escuchen, las celadoras intrigan entre las internas para que peleen entre ellas. Los abogados de Milagro Sala, Paloma Álvarez Carrera y Luis Paz presentaron la última semana una solicitud de pronto despacho para un reclamo del año pasado aún insatisfecho: que se les informe de la totalidad del o los expedientes, sumarios, sanciones y otras actuaciones administrativas relativas a la detención de Milagro Sala. La falta de respuesta desde septiembre (a pesar de que la unidad carcelaria debe mantener un Registro de Sanciones tal como lo prevé el artículo 68 del Decreto Nacional 18/97, reglamentario de la Ley Nacional de Ejecución Penal 24.660, vigente en la provincia de acuerdo a lo establecido por la ley provincial 5131), viola su derecho a la defensa. El hostigamiento a Milagro Sala tiene un plus étnico, social y político pero no es excepcional en el sistema penitenciario jujeño bajo la administración actual. El lunes 3 de abril, en el mismo Penal de Mujeres de Alto Comedero tres mujeres fueron torturadas por personal penitenciario masculino y femenino y a una de ellas le fracturaron un brazo. Así consta en el recurso de hábeas corpus que presentaron los organismos jujeños de derechos humanos y la organización de abogadxs del noroeste ANDHES, que fue rechazado por el juez Gastón Mercau, el mismo que dispuso la detención de Milagro Sala. Una de las mujeres fue arrancada con violencia del lugar donde dormía desnuda. Le colocaron una manta en la cabeza y la llevaron a patadas a la celda de aislamiento conocida como los chanchos. Recién a la noche de ese día la llevaron al hospital para ser atendida por la fractura. Otras dos internas fueron obligadas a arrodillarse y en esa posición las golpearon. A pesar de la gravedad de sus lesiones, no recibieron atención médica externa. El juez Gastón Mercau, yerno de la presidente del Superior Tribunal, Titina Langhe de Falcone, constató las lesiones de las internas en el penal pero igual rechazó el pedido de hábeas córpus. Mercau recomendó al director del penal que evite “nuevos sucesos de similares características”. No obstante, avaló el uso de los chanchos al considerar que “el aislamiento provisional está previsto” para infracciones disciplinarias graves. Los organismos advirtieron que las Reglas Mínimas de las Naciones Unidas para el tratamiento de Reclusos, conocidas como Reglas Mandela, establecen “que las restricciones o sanciones disciplinarias no podrán, en ninguna circunstancia, equivaler a tortura u otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes”, como en este caso, donde la única infracción constatada es que las detenidas dormían.
La vergüenza
El único caso que tuvo trascendencia nacional fue el de la Universidad, cuando una docena de policías que llegaron en varios patrulleros ingresó de madrugada al predio de la facultad de Ciencias Agrarias y detuvo a los dirigentes estudiantiles Joaquín Quispe e Ignacio García. Como de costumbre, el gobierno provincial negó que la policía hubiera entrado al recinto protegido por la autonomía universitaria que consagran los tratados internacionales de Derechos Humanos, la Constitución Nacional y una ley nacional. El jefe de policía, Aldo Soles, pretendió que el personal de los patrulleros había llamado a los estudiantes desde el exterior. Sólo el sentimiento de impunidad que les garantiza Morales explica tal afirmación cuando ya había circulado el video que otros estudiantes filmaron con sus teléfonos en el que incluso se escucha a Quispe pidiendo que no lo lastimen, cuando fornidos policías le tuercen un brazo dentro del campus. Incluso el ministro de Seguridad Ekel Meyer (quien en enero del año pasado encabezó el operativo de detención de Milagro Sala) ofreció la excusa inverosímil de que el asado con que se daba la bienvenida a los alumnos recién ingresados fue denunciado por los vecinos debido a la música fuerte y el consumo descontrolado de bebidas alcohólicas. Ya en la comisaría, Quispe, que tiene la complexión de un jockey, fue alzado del cuello con una toma de estrangulamiento y tirado de cara al piso con las manos esposadas a la espalda. Al recuperar la libertad por intervención del decano de su facultad estaba afónico, porque lo habían dejado a la intemperie durante la fría madrugada jujeña. El gobernador respaldó a sus funcionarios, hasta que constató la reacción unánime de la comunidad universitaria en todo el país e inclusive de la agrupación estudiantil Franja Morada, en la que inicia su militancia buena parte de la dirigencia radical, incluyendo al propio contador Morales. Recién entonces dijo que estaba avergonzado y pidió disculpas. La Universidad Nacional de Jujuy no las aceptó, hasta que se sancionara a los responsables. Morales cortó entonces por lo más delgado y cesanteó al comisario Soles y a su segundo, el comisario Natalio Ruiz, pero confirmó al Ministro y el Secretario de Seguridad, Meyer y Singh, al llamado “juez contravencional” Rubén Rafael Rodríguez (que pese a esa denominación es un funcionario del Poder Ejecutivo) y al director de Juventud, Matías Rivera, que son los ejecutores de sus políticas. La renuncia de todos ellos había sido solicitada por la Federación Universitaria de Jujuy. En un reportaje con el diario La Nación, Morales demostró que no tiene límites: dijo que la policía lo había engañado al decir que no había ingresado al campus, cuando el video que prueba lo contrario se difundió en forma inmediata. Ni sentido del ridículo: a su juicio hay malos policías porque hasta hace poco, Milagro Sala comandaba a la mitad de la fuerza. Era tan grande el contingente que rodeó al gobernador la noche del viernes que parecía la otra mitad. Morales inauguró quince postes de luz en el parque acuático del Cantri de Alto Comedero, mientras un grupo de vecinos le gritaba “El barrio es de la Flaca”. Al terminar su abreviada alocución Morales gritó que seguiría adelante a pesar de los gritos y que “los de afuera son de palo”.