Misiones lanzó un operativo de vigilancia sanitaria en San Pedro, Andresito y San Antonio, localidades argentinas lindantes con Brasil, tras confirmar la muerte en el país vecino de dos monos por fiebre amarilla. Entre las acciones iniciadas por la provincia, los promotores de salud realizan un rastrillaje en los tres municipios fronterizos para constatar la vacunación antiamarílica y así avanzar en la aplicación de dosis a quienes no estén inmunizados.
Por su parte, el Ministerio de Ecología de Misiones pidió a los guardaparques que controlen las poblaciones de monos, que son los primeros infectados por el virus.
La alerta fue emitida por el Ministerio de Salud de la Nación, luego de la publicación del Boletín Epidemiológico de la Secretaría de Salud del Estado de Santa Catarina (Brasil), el 7 de abril pasado, que indica la presencia de una epizootia --el desarrollo de una enfermedad en varios ejemplares-- confirmada por fiebre amarilla en el municipio brasileño de Palma Sola, a 30 kilómetros de la frontera argentina, a la altura del Parque Provincial Piñalito.
Dos muertes que encendieron la alarma
A fines de febrero, Palma Sola había remitido muestras de dos monos que fueron hallados muertos por causas desconocidas en São João. Finalmente, los estudios realizados por la Dirección de Vigilancia Epidemiológica del estado de Santa Catarina concluyeron que los fallecimientos fueron causados por el virus de la fiebre amarilla.
“Desde el día del hallazgo de los monos, el equipo de Salud trabajó como si el resultado fuera positivo. Se llevaron a cabo varias acciones, como visitas domiciliarias reforzadas de los agentes de salud y se vacunó a los que aún no estaban inmunizados”, dijo la responsable de Epidemiología de Palma Sola, Edite Cirino.
“Asesoramos a toda la población sobre la vacunación y los cuidados que se deben tener. Ahora, con la prueba positiva, hemos comprobado que el virus salvaje está circulando en nuestro municipio” , agregó. “Hacemos hincapié en que los animales no son los villanos, nos advierten que el virus está cerca. Gracias a estos monos pudimos descubrir que tenemos fiebre amarilla en Palma Sola. Así, pudimos intensificar las medidas de protección y sensibilización”, insistió la funcionaria.
Entre julio de 2019 y septiembre de 2020, los estados de Paraná y Santa Catarina confirmaron casos de fiebre amarilla en 348 monos, un 180% más que en el período 2018-2019. De ese total, el 99% de los casos fueron reportados por los estados del sur brasileño. La enfermedad incluso se cobró la vida de dos personas, en Camboriú e Indaial.
En lo que va de 2021, según informó la Dirección de Vigilancia Epidemiológica de Santa Catarina, se registraron 430 monos muertos: en 111 se halló el virus de la fiebre amarilla y hay otros 33 casos bajo estudio para establecer las causas de los decesos.
Antecedentes en Argentina
El año pasado se vivió una situación similar a la actual, con alerta desde Brasil por epizootias. En el caso de San Pedro, el rastrillaje se realizó en los parques provinciales y la zona rural de Piñalito, paraje Nueva Esperanza, picada San Miguel, Semillera, Yabotí hasta Piñal Seco, como así también Esmeralda I y II y Picada Unión y Pozo Azul.
Estas zonas pueden ser conectadas con el estado de Paraná, Brasil, mediante los corredores verdes, donde es común la circulación de los monos carayá rojo, carayá negro y caí, que se enferman por la picadura del Aedes, siendo centinelas de la enfermedad.
“En 2008/2009 tuvimos la peor epidemia de fiebre amarilla. A partir del 2001 se empezó con la vacunación, pero en 2011 comenzamos las inmunizaciones masivas en Misiones. Para nosotros junto con Chaco, Formosa y Corrientes, es obligatorio pero en otras provincias es optativo colocársela”, señaló Jorge Gutiérrez, director de Vigilancia Epidemiológica del Ministerio de Salud de Misiones.
Según los registros provinciales, el 95% de la población misionera está vacunada contra la fiebre amarilla.
El primer caso de fiebre amarilla selvática en Misiones y en el país se detectó el 3 de marzo de 2008 en un joven de San Vicente que en ese entonces tenía 24 años y trabajaba en una zona de monte denominada Aguas Blancas, de esa misma localidad, donde se habían hallado monos carayá infectados.
Fiebre Amarilla
El virus es transmitido por el mosquito Aedes aegypti, que también es vector del dengue y otras enfermedades como zika y chikungunya, y tiene un período de incubación de 3 a 6 días.
En una primera fase, puede presentar fiebre y cefaleas, dolor muscular, pérdida de apetito y náuseas o vómitos. En una segunda fase, provoca ictericia (coloración amarilla depiel y ojos), hemorragias orales, nasales, o gástricas y orina oscura.
Entre las posibles consecuencias que deja la enfermedad se encuentran la falla hepática y renal, sangrado, falla de todos los órganos y hasta la muerte.