La cúpula de Juntos por el Cambio se volverá a juntar este miércoles para discutir si finalmente aprueba el borrador que les entregó el Gobierno para postergar un mes las PASO y las elecciones generales. Pese a que los integrantes de los tres bloques tuvieron un encuentro cordial con el ministro del Interior, "Wado" De Pedro, donde acordaron recibir el texto y discutirlo, además de crear una comisión de seguimiento de la pandemia, lo cierto es que internamente no hay acuerdo sobre ningún tema. Con respecto a las PASO, la UCR y la Coalición Cívica parecen estar más cerca de acordar, pero en el PRO hay mucha discusión interna: el ala dura, con Mauricio Macri y Patricia Bullrich a la cabeza, hace todo lo posible por boicotear un acuerdo. De ser así, las elecciones se harán el 8 de agosto, en pleno invierno y en plena segunda ola.
El segundo tema, la comisión de seguimiento de la pandemia, fue originalmente un pedido opositor durante 2020. Pero ahora que De Pedro lo puso sobre la mesa hay sectores de la coalición opositora que no acuerdan con formar esa comisión. Desde la Coalición Cívica, en este caso, se mostraron reacios a aceptar la propuesta, pese a que hubo huba similar el año pasado de los radicales Alfredo Cornejo y Luis Petri. "Ahora que las cosas no van bien, parece que hay una intención de compartir los costos”, afirmó el diputado de la CC-ARI Juan López. Lo mismo ocurre con un sector del PRO.
Con las PASO ocurre algo similar. La reunión de la semana pasada entre De Pedro, Sergio Massa y los titulares de los bloques opositores Mario Negri (UCR), Juan López (CC) y Cristian Ritondo (PRO) dejó la idea de que se podía avanzar con la postergación de las PASO por un mes, para sacarla del invierno y del pico de casos. Lo único que demandaron desde la oposición fue que el Gobierno proveyera un texto por escrito, cosa que ocurrió al día siguiente, el viernes pasado. En ese borrador, el Gobierno advirtió sobre la cantidad de elecciones que se reprogramaron a nivel global e indicó que no cambian ninguna de las reglas de la elección, solo se mueven las fechas para el 12 de septiembre en el caso de las PASO y para el 14 de noviembre en el caso de las generales.
Tras ese encuentro, pareció superarse el traspié inicial, cuando Ritondo y el intendente de Vicente López, Jorge Macri, tuvieron una conversación informal sobre el tema y el ala dura del PRO forzó una ola de desmentidas sobre un "acuerdo" con el Gobierno que todavía no había ni comenzado a negociar el tema. Las conversaciones comenzaron la semana siguiente en el Congreso.
Tras esa charla, el ánimo general en la UCR y en la Coalición Cívica es de acordar y avanzar con el proyecto. Pero el PRO es donde surgen las mayores dudas, que seguramente se trasladen a la reunión de Juntos por el Cambio del miércoles.
Las diferencias vuelven a mostrar un ala dura y una moderada. En esta última, se alíenan una vez más Ritondo, María Eugenia Vidal y Horacio Rodríguez Larreta. Tienen el apoyo de Elisa Carrió, quien ya se pronunció públicamente a favor de postergar las PASO y no hacer campaña en medio de la segunda ola. En este sector piensan que no existen razones para rechazar la propuesta del ejecutivo, y menos con la cantidad de casos que se están viendo por estos días.
Del otro lado, se encuentran Bullrich y Macri. ¿Cuáles son los argumentos para negarse a postergar las elecciones? No tienen que ver con la salud pública. Bullrich en la reunión anterior de Juntos por el Cambio dijo que no era un tema para conversar en este momento, porque la gente no pensaba en eso. No tuvo en cuenta que el calendario electoral fijado por la Cámara Nacional Electoral está corriendo y, si se van a hacer modificaciones, serían en esta época. Ahora Bullrich comenta a quien la escuche que la movida le genera desconfianza, que no hay pruebas de que vaya a estar mejor la situación sanitaria en septiembre (pese al evidente cambio climático) y otros argumentos del mismo tipo. Se centran, sobre todo, en la conveniencia electoral.
La estrategia de máxima del ala dura del PRO es rechazar el borrador y dejar las PASO como están. Pero si se encuentran en minoría ante los radicales, lilitos y el resto del PRO, el sector Macri-Bullrich pondrá "peros", buscará sumar condiciones, exigirá -por ejemplo- cláusulas especiales en la ley, que impidan que el oficialismo pueda luego proponer suspender las PASO, aunque no son necesarias.
Para esto, Bullrich dirá nuevamente que, en realidad, el Gobierno está "ganando tiempo" porque -según su lectura- va a perder las elecciones. Y que lo que quiere es unificar las PASO y las generales, como propuso Massa. No obstante, el borrador que tienen en análisis no dice nada de eso, ni tampoco faculta al Ejecutivo a nada en ese sentido. No obstante, no sería la primera vez que el ala dura del PRO impone su discurso y su lógica a toda la coalición a una negociación con el oficialismo.