Tras seis años de espera, en la Cámara en lo Criminal Penal de Tercera Nominación de Catamarca comenzará a ser juzgado hoy el sacerdote Juan de Dios Gutiérrez acusado de abusar sexualmente de una adolescente de 16 años en 2015. Se trata del primer debate por abusos eclesiásticos que se realizará en la provincia. La modalidad será virtual. Está previsto que en esta primera audiencia declaren la sobreviviente, su hermana y también la madre de ellas. No se descarta que el imputado, quien no habló durante la declaración indagatoria, ni después, también haga uso de la palabra.
Gutiérrez deberá responder ante los jueces Patricia Olmi, Marcelo Soria y Rolando Palacios, por el delito de abuso sexual con acceso carnal agravado por ser un ministro de culto. Esta imputación conlleva una pena que puede ir desde los 8 a los 20 años de prisión efectiva.
El sacerdote, quien sólo cumplió 35 días de prisión preventiva y salió libre tras pagar una caución de 50 mil pesos, nunca declaró en el marco de la causa. Tuvo oportunidad de hacerlo cuando modificaron su primera imputación que fue por "abuso sexual gravemente ultrajante" y "corrupción de menores", y también cuando cambió de abogado. Y, como derecho, pudo hablar igualmente en cualquier instancia del proceso, pero no lo hizo.
Sin embargo, y a un día de comenzar el debate, sorprendió escucharlo ayer martes, cuando, acompañado por su nuevo asesor letrado, Gustavo Martínez Azar, Gutiérrez habló en diferentes medios de comunicación y manifestó que era “una necesidad que tenía” y que su delito “fue enamorarse”, confundiendo a la opinión pública.
Las declaraciones mediáticas del imputado y la manera en cómo se expuso el caso frente a la audiencia, fueron señaladas por la organización de comunicadoras feministas Las Eulalias, quienes comprendieron que se violaron derechos fundamentales de la sobreviviente, que al momento de los hechos era menor de edad, y sólo consiguieron revictimizarla.
Bajo el hashtag #NoEsEnamoramientoEsAbusoSexual, las periodistas indicaron además diferentes pautas a seguir para el tratamiento en los medios de comunicación en casos de abusos sexual a niños, niñas y adolescentes.
En un documento, redactado por la Asamblea NiUnaMenos Catamarca, y que fue presentado el lunes pasado por la mesa de entradas de la Cámara Penal, se había solicitado previamente que todas las partes actúen en el debate con perspectiva de derechos y de género.
La causa
Gutiérrez fue denunciado por la madre de la sobreviviente el 23 de octubre de 2015. En aquel momento, su hija se había descompensado como consecuencia de un cúmulo de angustias y depresión originadas por la manipulación a la que era sometida por el cura.
En una entrevista que ofreció a Catamarca/12, la joven admitió que para ella fue “un alivio” cuando su familia pudo conocer finalmente todo lo que había sido obligada a hacer por el sacerdote, quien se aprovechó de su condición de “hombre de Dios” para someterla.
Las pericias practicadas a Gutiérrez por el Cuerpo Interdisciplinario Forense (CIF) fueron determinantes. Establecían que el sacerdote tiene un “trastorno de la personalidad psicopático, donde se evidencia un fuerte narcisismo y capacidad de manipulación”.
Más de 5000 mensajes que él le enviaba a través de la red social Facebook, cartas y testimonios serían algunas de las pruebas que lo sindican como autor del abuso sexual agravado.
Sin embargo, la causa demoró 6 años en llegar a juicio. Las dilaciones comenzaron desde el primer día con apelaciones y presentaciones de recursos que fueron rechazados en cada instancia, incluso, por el Tribunal de la Cámara de Apelaciones. En medio, el primer abogado, Guillermo Narváez, intentó renunciar, pero admitió públicamente que una llamada del obispo, Luis Urbanc, lo había hecho cambiar de opinión: "Me pidió en nombre de Dios que continúe en la defensa y que agote todas las instancias para evitar el juicio, porque he sido bendecido para lograr justicia con el sacerdote Juan de Dios Gutiérrez ante el ataque artero y malicioso en contra de la Iglesia y de quien represento", dijo entonces.
Está previsto que el debate comience a las 8.30. La querella, representada por Silvia Barrientos, adelantó que la sobreviviente, si las condiciones están dadas, declarará ante los jueces. También lo harán la hermana y la madre de la joven.
En tanto, organizaciones feministas y autoconvocados, se citaron a las 9 de la mañana en la puerta de la Cámara Penal, en la calle San Martín al 300, para acompañar a la familia.