Por segundo día las empresas de transporte dedicadas al turismo se manifestaron en varios puntos del país y en Salta lo hicieron con un corte extendido sobre las rutas nacionales 9 y 34 a la altura de la rotonda de Tortalizo (en General Güemes).  El pedido es que el sector pueda trabajar al igual que las empresas de transporte de línea de larga distancia, que no vieron suspendido el servicio. 

La protesta se dio a raíz del artículo 11 del decreto nacional 235/21, que estableció la suspensión en todo el país de los viajes de grupos turísticos y de grupos para la realización de actividades recreativas y sociales. Hasta anoche las autoridades nacionales de Turismo y Transporte se encontraban reunidas con representantes del sector autoconvocado para buscar una solución.

Ariel Linares, uno de los representantes en Salta, dijo que desde que apareció la pandemia el sector del transporte para el turismo fue uno de los más afectados, no así el turismo. Explicó que esto se debe a que como empresas turísticas cuentan con habilitaciones distintas a las líneas regulares, como las del transporte interurbano que tienen sus salidas desde las terminales de las ciudades. Lo que obliga un mayor esfuerzo para el acceso al servicio. 

"No logramos comprender cómo nos cercenan el derecho al trabajo porque no nos dejan movernos", cuestionó Linares. Aseguró que en las terminales se trabaja con los mismos protocolos con los que trabajan ellos, por lo que no entienden a qué se debe la diferenciación dispuesta en el decreto nacional. 

En tanto, Luis Cabello, también dedicado al transporte turístico, afirmó que lo que están pidiendo es "igualdad de trabajo, ya que los servicios de línea están trabajando al 100%". En ese sentido, sostuvo que desde su sector se aplican rigurosamente los protocolos que disponen el uso de la capacidad del 80% del vehículo, con el propósito "no perjudicar a la gente" por la covid-19. 

Cabello contó que en el país ya cerró al menos el 60% de las empresas dedicadas a la actividad. En su caso, recién hace algunas semanas pudo retomar el trabajo realizando un viaje por semana, por lo que indicó que lo dispuesto por el gobierno nacional sólo los hace sentir "perjudicados" y "marginados". "Creo que estamos trabajando bien con todos los protocolos correspondientes y no veo por qué el turismo sí puede contagiar y los colectivos de línea, no", sostuvo. 

Las flotas de este sector varían, aunque no dejan de ser pequeñas. Algunas suelen tener una combi para 15 personas y otras llegan a tener entre 6 y 8 vehículos. Incluso, Linares dijo que la habilitación del turismo interno en la provincia no jugó a su favor dado que surgieron transportes ilegales que no fueron controlados por ningún organismo provincial. 

Además, cuestionó que el transporte de larga distancia haya recibido más de $1.500 millones de ayuda por parte de Nación, que fue "repartido entre las pocas empresas que hay en Argentina". "Las empresas de turismo no hemos sido beneficiadas en nada", expresó, contando que durante todo el tiempo que estuvieron parados debieron seguir pagando seguros o tasas de fiscalización para evitar que se les quiten las licencias. 

"O trabajamos todos o no trabaja nadie", manifestó en referencia a la medida de fuerza que adoptaron durantes dos días seguidos y que evalúan si continuará hoy. El corte de ayer inició a las 6 de la mañana y se extendió hasta las 18. Los trabajadores dispusieron que los transportes de cargas y vehículos particulares pasen cada media hora, pero no así los colectivos de línea. 

Aseguró que ninguna legislación los ampara por completo, convirtiéndolos en "la zona gris" del transporte; ya que desde el ministerio nacional de Turismo les dicen que dependen de Transporte, y viceversa. Contó que durante el año pasado hubo empresas que tuvieron una facturación cero, llevando a que algunos dueños deban vender sus vehículos para pagar deudas o el salario de empleados.