A diez años de Mena, el disco que posicionó a Javiera Mena como la reina del electropop chileno, llegan los vestigios de su próximo lanzamiento. A la orilla del mar, bajo el reflejo de la luna y el ruido de las olas rompiendo de fondo, Javiera entona su nuevo single: Corazón Astral. El pop electrónico que la caracteriza, esta vez, se mezcla con sonidos tropicales nostálgicos. La letra narra un recorrido, una búsqueda hedonista, Javiera quiere ir del monte a polaris, del borde al mar, de la luna a la cara de su interlocutora. Quiere acabar en la playa y sentirse en la aurora boreal. Es una oda al placer femenino en sintonía con el universo, a los rincones calurosos y los frutos tropicales escondidos. “Acabar en la playa en el fin de la noche / Acabar en la playa cuando tú no te escondes / Acabar en la playa y volverte a besar / Acabar y sentirnos en la aurora boreal”, repite Javiera en un estribillo que hipnotiza. Para ella, este single es “un viaje sobre la búsqueda del placer femenino y sus rincones, una exploración de la mujer en torno a su sexualidad siempre conectada con el cosmos”.

Muy lejos del pink washing, Javiera le da voz al lesbianismo latinoamericano, a un erotismo que está lejos de los lugares comunes que repiten las artistas primermundistas al escribir y representar relaciones lésbicas: canciones sobre chicas suaves y delicadas que se dan la mano. Chicas blancas que siempre huelen a jazmines y a lavanda. Nadie podría negar que Javiera desborda sensibilidad, que en su música hay ternura y romance (nunca olvidaremos su cover icónico del hit telenovelesco Yo no te pido la luna). Pero también hay fuego, un deseo crudo, animal, una necesidad de liberación. Y esa es la clase de erotismo que maneja Corazon Astral. “Mujer morena, mirada sincera / Mujer prisionera, te quito las penas / Mujer morena, carita preciosa / Mujer prisionera suéltate las cadenas” nos canta en la letra. El videoclip, de animación 3D, está hecho y dirigido por Tomas Aciego. Las animaciones oscilan entre imágenes futuristas y postales de internet que podríamos haber encontrado en el 2011: por momentos nos recuerda a aquellos gifs de mujeres desnudas frente al océano con letras en cursiva, declaraciones de amor y frases inspiradoras entre glitter y stickers brillantes. El video, al igual que el sonido, nos sitúa en una especie de atemporalidad, un espacio donde la nostalgia se fusiona con el impulso de saltar al futuro. Una llama que se enciende, cadenas que se rompen. Dos Javieras idénticas se encuentran en la playa esa noche de luna llena. Aparecen enfrentadas y se abrazan, haciendo honor a su dualidad geminiana. Ella misma lo ha dicho: “es el eros en el cosmos”.

Este single, junto a Dos y Flashback, formará parte de su próximo disco. Javiera adelanta que será “un disco nocturno, con el deseo como hilo conductor, además de misterio, baile sensual y sobre todo, mucho fuego”. Su intención es que cada track constituya un universo diferente: “Para mi esa es la esencia de un disco, como una película que te lleve por diferentes momentos, algunos más abajo, otro más intensos, después relaja, luego hay un clímax y después tiene un final” Si bien aún no tiene fecha, hay que estar atentxs: el álbum está a punto de ver la luz.