Una subprefecta del Servicio Penitenciaro denunció que no se cumple con el cupo previsto para los ascensos, y que a pesar de reunir todas las condiciones para pasar al grado superior, fue una vez más postergada.
El Ministerio de Seguridad negó que se incumpla con el cupo femenino y sostuvo que la postulación de la subprefecta Yone Farfán fue evaluada por la Junta que determina las condiciones para subir en el escalafón.
Los ascensos fueron en enero de 2021 y la Dirección General del Servicio Penitenciario que depende del Ministerio de Seguridad de Salta, solo elevó al cargo de prefectos a dos varones y a otro como interino. Mientras, se volvió a excluir a Yone Farfán, la agente penitenciaria que recurrió a la justicia con una demanda en 2019 porque no le reconocían el ascenso a subreprefecta y luego presentó un amparo en 2020 en el que exponía la imposibilidad que afrontan las mujeres para ascender a cargos de jerarquía, en su caso a prefecta.
En respuesta a esta presentación, la jueza María Victoria Mosmann dispuso que debía incorporarse el 1% de mujeres a los cargos de plana mayor.
Consultado por Salta/12, el Ministerio de Seguridad informó que el 25% del personal penitenciario es femenino, aún cuando la población penal de mujeres es de 173 internas, que equivale solo al 5% de la población penal total. Aseguró asimismo que este año ascendieron 257 mujeres, el 28% del total de ascensos, que incluyendo a los varones sumaron 916.
Respecto a Farfán, desde la cartera de Seguridad informaron que deben ver por qué la junta evaluadora la calificó como “no apta al ascenso”, ya que hay condiciones de servicio y profesionales que se tienen que cumplir. También destacaron que hay una subdirectora general, Marta Padilla, y que en la plana mayor del Servicio Penitenciario que tiene 8 áreas, 3 están a cargo de mujeres.
El abogado que representa a Farfán, Ramiro Ulivarri, dijo a Salta/12 que Farfán cumple con condiciones de años de carrera y formación. Además, estando vigente la obligatoriedad del cupo, el letrado sostuvo que se incumplió con el fallo de la jueza que ordenaba incorporar a las mujeres en el otorgamiento de cargos en todos los grados de la jerarquía penitenciaria. Esto implicaba que la representación mínima del género femenino no podía resultar inferior a una mujer en cada uno de los grados de la jerarquía. La jueza había dispuesto que se establezcan medidas de acción positiva “para perforar el techo de cristal que impide el acceso de las mujeres a los cargos de la Plana Mayor del Servicio Penitenciario de la Provincia de Salta”.
Los grados más altos de ascenso son prefecto, subprefecto y alcaide mayor, en ninguno se incorporó el cupo femenino. La jueza Mosmann había dispuesto que se implemente en ocho cargos de plana mayor y en la conformación de la junta superior de calificaciones. También hizo lugar al cupo en las juntas de calificación para oficiales y suboficiales, para ascensos y eliminaciones extraordinarias.
Existían cinco vacantes este año pero se cubrieron solo tres, ascendieron José Millares y Daniel Guaimas. Ulivarri señaló que el segundo es hermano del director del servicio penitenciario, Néstor Alfredo Guaimas.
"Yo figuraba en ese momento del tratamiento como primera en el escalafón", dijo Farfán ante la consulta de Salta/12. La mujer ya cuenta con el grado de subprefecto, comenzó su carrera a los 23 años, y ya lleva 30 años de carrera. "No tuvieron en cuenta mi carrera al margen del amparo judicial. Trabajé diría el 90% en área de seguridad penal. Fui directora de la Unidad Carcelaria 7, Granja Penal de Cerrillos, Unidad de Mujeres 4, Unidad de Mujeres de Orán 9, por dos años sin faltas al servicio nunca en todas ellas. Fui jefa del sector de mujeres en la Alcaidía General desde su creación de 2006 hasta 2008", detalló.
Farfán contó que solicitó audiencia con el ministro de Seguridad, Juan Manuel Pulleiro, el 30 diciembre de 2019, pero hasta el momento nunca la recibió.
Una forma de aleccionar
A su vez, el abogado sostuvo que la "Dirección General del Servicio Penitenciario impunemente no cumple la sentencia de una magistrada" con "un sentido aleccionador de carácter colectivo”. Para el letrado, eso implica una “coacción simbólica sobre toda la clase” para que desistan de interponer reclamos sobre los ascensos. Sostuvo que esto implica un desgaste psicológico y emocional e inclusive que se les arruine su carrera penitenciaria, y aseguró que es un "calvario al que siguen sometiendo a Yone Farfán, que fue la autora del amparo en donde se determinaron los cupos femeninos".
Ulivarri indicó que la Dirección está obligada a otorgarle el ascenso a Farfán. Además señaló una situación de “violencia institucional”, explicó que en dictamen en junta aducen que Farfán cometió "una serie actos que fueron en perjuicio de la institución pero, por el contrario, beneficiaron el desenvolvimiento de la institución".
Ante una primera demanda por violencia de género contra dos superiores que realizó, la jueza ordenó que la institución se adecúe con la perspectiva de género. Y con el amparo colectivo presentado junto al Foro de Mujeres por la Igualdad de Oportunidades "se incluyó el cupo femenino para los ascensos en la plana mayor y en la junta de calificaciones".
El letrado interpuso la ejecución de sentencia y espera que la jueza Mosmann haga cumplir su disposición. "Cuando escucho hablar de empoderar a las mujeres, de igualdad, de violencia, me genera impotencia porque yo vivo esa desigualdad y violencia institucional", manifestó Farfán. La subprefecta en este proceso también contó que se diplomó en género y quiso manifestar su agradecimiento al acompañamiento que tiene de la presidenta del Foro de Mujeres, Irene Cari, de ONU Mujeres.