Los gremios docentes Ctera y Ademys respaldaron la decisión del gobierno nacional de suspender por 15 días las clases presenciales en el Área Metropolitana Buenos Aires (AMBA), al considerar que se trata de una medida "en resguardo del cuidado de la salud y de la educación" en el contexto de la propagación de la pandemia del coronavirus. Por su parte, la Sociedad Argentina de Pediatría pidió que la medida "sea durante el menor tiempo y lo más sectorizado posible".
"Ctera respalda las medidas que tomó el Presidente de la Nación que son en resguardo del cuidado de la salud y de la educación", señaló la federación docente en un comunicado firmado por la secretaria general, Sonia Alesso, y el secretario general adjunto, Roberto Baradel. También solicitó "a los gobiernos provinciales que tienen alta circulación del virus que adhieran a estas medidas para proteger la salud de la población".
"En estos tiempos de mayor circulación del virus, de la aparición de nuevas cepas, de mayores contagios, es imprescindible tomar conciencia de la gravedad del momento y poner todos los esfuerzos en cuidar la salud y la vida de las y los ciudadanos", advirtieron los maestros. Por tal motivo reafirmaron lo expresado "hace dos semanas y en la reunión del Consejo Federal de Educación del día miércoles 14 de abril", cuando se solicitó considerar la "suspensión de la presencialidad en las escuelas en lugares de alto riesgo, donde se generan un alto número de personas que circulan, y donde no se garantizan las mismas condiciones de bioseguridad".
De manera similar se pronunció el gremio porteño Ademys. El secretario adjunto Jorge Adaro consideró "correcta" la decisión presidencial al tiempo que evaluó que será necesaria su aplicación junto con otras medidas "para que finalmente todo esto tenga un sentido". "Tiene que haber un plan de vacunación para toda la población y se tienen que garantizar las licencias para padres o madres al cuidado de sus hijos así como un salario de emergencia para trabajadores precarizados que no puedan continuar con sus actividades, a propósito de las medidas anunciadas", enumeró.
Por otro lado, la Sociedad Argentina de Pediatría y la Unicef dieron a conocer una declaración donde plantearon que "desde el comienzo del aislamiento social y la suspensión de las clases presenciales establecidas como consecuencia de la pandemia de covid-19" monitorearon "con preocupación el impacto en niñas, niños y adolescentes. La escuela es indispensable para su desarrollo y bienestar, para la adquisición de conocimientos y el fortalecimiento de aspectos psíquicos y sociales. Su ausencia genera graves consecuencias para su salud, tanto emocionales como físicas". También consideraron que "la escuela es un lugar seguro y trabajar con niños y niñas no es un factor de riesgo: la responsabilidad de que continúe así recae en los adultos responsables del cumplimiento de los protocolos elaborados y en la construcción y aplicación de las medidas sociales necesarias para sostener la presencialidad, tanto en la escuela como en las familias". Sobre esa base, instaron "a las autoridades a que esta decisión de la no presencialidad escolar por las razones epidemiológicas de público conocimiento sea durante el menor tiempo y lo más sectorizado posible".