A la luz de las nuevas restricciones y con 1.300 obras en marcha, el ministro de Obras Públicas de la Nación Gabriel Katopodis, se encargó de garantizar la continuidad de la obra pública en todo el país. Lo hizo durante un encuentro con las principales cámaras empresariales, gremios y sindicatos del sector; el Ministro de Desarrollo Territorial y Hábitat Jorge Ferraresi; y la presidenta de AySA, Malena Galmarini.
Katopodis señaló: “En el comienzo de la pandemia generamos acuerdos entre el sector empresarial, los sindicatos y el gobierno que nos permitieron reactivar la obra pública con un porcentaje bajo de contagios. Hoy tenemos casi 1.300 obras en ejecución, con mejoras en los indicadores y el empleo” y agregó: “Junto a trabajadores, empresas y sindicatos avanzamos en el fortalecimiento de los protocolos, como lo hicimos desde el principio de la pandemia hace un año”.
El encuentro forma parte de las distintas reuniones que Katopodis mantiene desde el 2020 con los distintos sectores de la construcción y que permitieron la creación de un Protocolo de Seguridad e Higiene, para el cuidado y bienestar de todos los trabajadores en los diferentes ámbitos laborales de la obra pública.
Estos acuerdos disminuyeron las posibilidades de contagio, permitieron que la Argentina cuente hoy con 1.300 obras en ejecución y un crecimiento sostenido en los indicadores del sector. En efecto, el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) registró un aumento consecutivo del sector en los últimos seis meses y una suba del 22,7 por ciento en febrero con respecto al año anterior.
El titular de la UOCRA, Gerardo Martínez, aseguró: "Invertir en obra pública e infraestructura, es clave para el desarrollo estratégico de la Argentina. Por su capacidad multiplicadora de actividad económica y empleo genuino, es una de las llaves maestras para el crecimiento económico del país. Así lo entiende el gobierno nacional y compartimos su impulso a estas políticas".
El protocolo vigente incluye como medidas la higiene de manos, el uso de barbijos de manera continua, limpieza de herramientas, máquinas de uso diario, espacios en común, entre otras. Además, el empleador es el encargado del traslado de los trabajadores y de proveer todos los insumos y elementos de limpieza y seguridad en la obra, como cascos, guantes, y todos aquellos que sean fundamentales para el desarrollo de las tareas y de la complejidad de la obra.
Al respecto, el presidente de la Cámara Argentina de la Construcción, Iván Szczech, destacó: "Tenemos que seguir trabajando en conjunto como lo venimos haciendo para cuidarnos y consolidar el crecimiento de la actividad de la construcción que se empieza a ver también en el empleo. Los protocolos están funcionando correctamente, las obras no han sido foco de contagio sino por el contrario de detección de casos y aislamiento. La construcción es uno de los pilares de la recuperación económica, la revitalización de la obra pública y privada, que ya lleva unos meses, nos permitirán proyectar un futuro mejor para todos los argentinos”
“Tenemos la responsabilidad de invertir en obras, pero también de sostener y garantizar el servicio que existe. Necesitamos reforzar los protocolos y la responsabilidad colectiva para bajar al mínimo el riesgo de los trabajadores y trabajadoras esenciales como lo venimos haciendo”, concluyó Galmarini.