El miércoles hubo dos mensajes, en un momento difícil para el país con contagios y muertes récord por Covid, tanto el presidente como el gobernador de Salta hablaron. Después de escucharlo a Alberto quedó la certeza de que la situación está muy complicada, especialmente en Buenos Aires. Mientras que después de escucharlo a Gustavo quedó la certeza de que cumplió un año más de vida...
El festejo cumpleañero del gobernador apenas terminado el anuncio de las restricciones que se impusieron en la capital argentina y el conurbano, fue cuanto menos desfasado, debido a la incertidumbre y la necesidad de respuestas que existía entre los salteños sobre si se aplicarían en la provincia esas medidas o algunas otras.
Justo quiso la casualidad que estos dos discursos coincidieran con un nuevo aniversario del hundimiento del Titanic, si el discurso del presidente se lo podría asimilar al del capitán del barco tratando de zafar de una crisis grave, el de Sáenz recuerda a la orquesta que se hundió tocando.
Si bien la cifra oficial de contagios ronda los 200 casos diarios, desde el propio Ministerio de Salud reconocen que habría que multiplicarla por dos o por tres. Igualmente el COE salteño decidió dar por lo menos una semana más de restricciones suaves, pero amenazan con aumentarlas a medida que la segunda ola que hace estragos en el AMBA, se vaya desplazando para estos lados.
Las medidas implementadas hasta el momento apuntan a tratar de frenar la circulación nocturna y las fiestas clandestinas. En ese marco tomó cuerpo la posibilidad, a partir de una idea del propio gobernador, de dar a conocer los nombres de los que organizan y participan de los festejos prohibidos. Que consiga el escarnio público (aunque no esté contemplado en ninguna normativa nacional o provincial) lo que no pueden las multas económicas.
La semana que pasó también será recordada por las idas, vueltas y amagues de la provincia con respecto a la compra de vacunas. “Es imposible” dijo el ministro de Salud Juan Esteban el domingo. “Infórmenme como vienen las gestiones para comprarlas”, pidió Sáenz el lunes. “Estamos explorando opciones”, dijo el titular de Economía Roberto Dib Ashur el miércoles a la mañana. “Es imposible”, sentenció el gobernador, ese mismo miércoles minutos antes de pedir los tres deseos y apagar la vela en su festejo televisado. Fin de la historia de las vacunas.
Que lío hubiese sido para la provincia si los laboratorios llegaban a tener stock disponible, porque, también el miércoles, el gobierno planteó como una epopeya económica el restablecimiento de la Copa de Leche en las escuelas, por lo que si apenas tenemos plata para comprar yogurt, a menos que rusos, chinos o indios acepten un canje por empanadas y vinos, la adquisición de las vacunas era totalmente inviable para Salta.
Lo de la Copa de Leche casi que se convierte en un “si pasa, pasa”. Desfinanciadas por la caída del impuesto específico que se cobraba a las empresas por cada empleado, las Cooperadoras Asistenciales vieron su final cuando se terminaba el 2019 y en vano fueron los intentos de algunos diputados de imponer una fuente alternativa de fondos que saldrían de los juegos de azar.
Creadas para agilizar la asistencia estatal a los más vulnerables, las cooperadoras se convirtieron en verdaderas estructuras plagadas de personal y que alcanzaban su momento de gloria en la época de elecciones, con un ritmo de entrega de colchones, cuchetas, chapas, bolsones y etc, que dejaban a Papa Noel como un gordo mezquino.
Pero además de esa faceta asistencialista, mediante las cooperadoras se canalizó el programa Copa de Leche que hacía llegar a los alumnos de primaria de la capital una merienda que en muchos casos se convertía en el único alimento que ingerían durante toda la mañana.
El programa se financiaba con plata de la cooperadora (que en definitiva eran fondos provinciales que se recaudaban mediante dicho impuesto específico) y con partidas de refuerzo millonarias que enviaba el ministerio de Educación.
Por eso llamó la atención que el gobierno destaque que se reactivaría la Copa de Leche “con recursos propios”, algo que ya sucedía desde antes que decidan mandar el programa al olvido. A menos que se refieran a que entre todos los ministros van a hacer una vaquita para comprar los sachet, ahí sí lo de “recursos propios” estaría en condiciones de ser chapeado en un parte de prensa.
Gimme the power
Y mientras los infectólogos del COE siguen buscando sinónimos, evasivas y giros idiomáticos para justificar de la manera más elegante posible que aún sigue vigente el 4 de julio como fecha de las elecciones provinciales, la Comisión de Acción Política (CAP) del PJ salteño sigue sumando atribuciones.
Este miércoles (el día estrella de la semana), los peronistas del PJ autorizaron a la CAP a que conforme la lista de convencionales constituyente, que de esta manera se suma a la delegación que ya tenía para elegir candidatos para el Senado, Diputados y Concejos Deliberantes.
Es probable que si la pandemia sigue unos meses más, también se le dé a la CAP la potestad de elegir la próxima reina de los Estudiantes, la paisana del festival del Tamal y la Miss Sonrisa del Noa, si es que alguna vez vuelve la Ferinoa.
No está muy claro cuál será el método científico a aplicar para elegir a los afortunados que pujarán por algunas de las bancas que se renueva, pero todo parece indicar que el arte de la rosca picará en punta. Otra alternativa sería el consenso que puedan llegar a tener algunos referentes. Las encuestas serias también valen. El dedo de Sáenz seguro tiene alguna injerencia de peso. Y si todo eso no alcanza, se pone a los aspirantes en ronda y se aplica el juego de la botellita hasta completar todos los casilleros.
Sea como sea, lo que pase en el PJ lo observan atentos los otros frentes, porque si funciona es probable que lo copien.
El Frente de Todos, a falta de CAP, tiene a los presidentes de los partidos que lo componen. Este grupo de notables se reúnen periódicamente, y después de la foto de rigor comunican que siguen trabajando para conseguir una lista única que sea competitiva en todas las categorías.
Se desconoce si en los lugares de reunión hay pegado un almanaque en la pared que cada tanto les recuerde que se acerca el 15 de mayo, fecha límite para presentar esa trabajosa lista, no vaya a ser cosa que se queden sin participar por un descuido administrativo.
El caso del Partido Obrero parece más fácil de resolver, ya que está a punto de quedar en manos de un juez las atribuciones de elegir a los próximos candidatos. Mientras que al PRO, Ahora Patria y la UCR los une el amor y el espanto y en un nuevo juego de palabras formarían “Juntos para Cambiar Salta”, que promete tener candidatos novedosos.
No arrancó bien esa promesa porque en la foto de la cena en la que decidieron la alianza estaban Miguel Nanni, Martín Grande, José Gauffin, Carlos Zapata y el Chato Correa, a lo que se los podrá calificar de cualquier cosa, menos de novedosos, pero bueno habrá que esperar el 15 de mayo.
¿Y el romerismo?, más allá de levantarle el perfil a Juan Esteban Romero sacándolo a pasear por los barrios, sigue calculando su próximo movimiento. Sabe que en la capital salteña el macrismo y sus derivados tiene su porción de votos, y ahí es que pone sobre la mesa su condición de accionista mayoritario de Cambiemos en la provincia.
Mínimamente se supone que parará una lista de concejales como para que Bettina pueda equilibrar algo de fuerzas en un Concejo que siempre le fue esquivo, pero la intendenta ha demostrado tener una forma de gobierno que, para evitar pelearse con Sáenz directamente, usa a los ediles como antagonista. Seguramente es consciente de que con solamente no interrumpirlos le alcanza para que los concejales se agarren a los cachetazos entre ellos.
Hay consejos y Concejos
El miércoles (como no podía ser de otra manera esta semana) el Concejo Deliberante salteño sesionó. Ya sin el concejal condenado por robo, Chuky Flores, que como se fue sin que lo echen, no vaya a ser que vuelva sin que lo llamen y aparezca sentado en la banca en cualquier momento.
El punto cúlmine de la sesión apuntaba a ser la anulación del homenaje al manager de modelos, Pablo Rangeón, múltiple acusado de delitos sexuales, y que de paso sirvió para que David Leiva se coma la primera cachetada de la campaña, cuando Romina Arroyo le recordó que en sus tiempos de concejal fue tozudamente el de la idea.
Pero ya casi al final, la idea de reactivar el programa “Concejal por un día” derivó en un pedido de juicio político a Cande Correa, después que esta lo acusara a Raúl Córdoba de habérsela plagiado.
Si el Concejo avanza en echar a la influencer, como no lo hizo con Flores, terminará de coronar este desaguisado, que la puso a Correa nuevamente, como cuando la mandaron a vestirse decorosamente, en un lugar de víctima que lo juega con maestría. Por lo pronto la profe de gym ya ploteo una combi todo de rosa y arrancó la campaña para renovar la banca, mientras manda a los otros ediles a no colgarse de su fama (por decirlo de una manera sutil).
El remate a la semana de los concejales fue en el acto de la Fundación de Salta, en el que primero Darío Madile sacó a relucir sus dotes de poeta y a la pregunta de que le regalaría a la ciudad para su cumpleaños, primero tiró un manto de salud y después agregó un vestido de pavimento... Ni los Nocheros se animaron a semejante prosa.
Y el cierre corrió por cuenta de Frida Fonseca que después de destacar la fundación de Salta y a su fundador, Hernando de Lerma, señaló que "en aquellos momentos los peligros tenían que ver con la guerra, con la invasión extranjera, hoy los peligros tienen que ver con esta pandemia que nos ha dejado tremendamente postergados”.
La concejal no aclaró si se refirió a "aquellos momentos de invasión extranjera” desde la perspectiva de las tribus originarias que vivían en la zona, y que Lerma corrió tras más de 10 días de hostigamientos para poder fundar Salta, dando inicio a una tendencia de desalojos que más de 400 años después continúa intacta.
O si en realidad, como todo parece indicar, se refería a la Guerra de la Independencia que se daría recién más de 200 años después... pero bueno, como canta David Lebón, el tiempo es Veloz.