El sexto largometraje de la actriz y realizadora Ana Katz, El perro que no calla, ganó el Premio Especial del Jurado en la Competencia Iberoamericana del Festival Internacional de Seattle (SIFF), que se celebra anualmente en esa ciudad del estado de Washington desde 1976, y que exhibe una gran cantidad de títulos, predominando el cine independiente norteamericano e internacional y el cine documental. “¡Nos sentimos muy agradecidxs! En este difícil momento que nos toca pasar, la salud es lo primero”, tuiteó la directora del film, con el entusiasmo propio de la noticia, pero sin olvidarse del momento actual que atraviesa el mundo general y la Argentina en particular.
"Sebastián, un joven de treinta y tantos años, tiene varios trabajos temporales que van y vienen y lo presionan, y abraza el amor cada vez que encuentra la oportunidad. A través de pequeños hechos puntuales, su transformación se retrata en el contexto de un mundo que también se transforma y coquetea con un posible apocalipsis", indica la sinopsis de El perro que no calla. De algún modo, Katz se anticipó en su nueva película a esta realidad que está viviendo actualmente la humanidad: promediando el relato, la realizadora de El juego de la silla, Una novia errante, Los Marziano, Mi amiga del parque y Sueño Florianópolis narra los efectos globales de una pandemia (en este caso provocada por la caída de un meteorito), donde las personas deben usar una escafandra para respirar. El perro que no calla fue filmada mucho antes de la pandemia del coronavirus.