La líder de los Verdes, Annalena Baerbock, fue designada candidata de su partido para luchar por la Cancillería que dejará vacante Angela Merkel, un hito en una formación nacida como movimiento de protesta y que ocupa la segunda posición en intención de voto tras los conservadores, de cara a los comicios de septiembre.
Por primera vez, a los Verdes se les reconocen opciones de alcanzar el poder de la primera potencia europea. Y la encargada de intentarlo será una mujer de 40 años, madre de dos niñas, moderada, pragmática y a la vez combativa, pero con un obstáculo para el elector alemán: no tiene experiencia de gobierno, ni siquiera a escala regional.
Baerbock era hasta hace poco la "segunda" en la presidencia colegiada de los Verdes, frente a su carismático compañero de fórmula Robert Habeck, entre los políticos mejor valorados del país.
Esta correlación empezó a cambiar a mediados del año pasado, en medio de la pandemia. Baerbock, diputada del Bundestag (Parlamento federal) desde 2013, empezó a despuntar por su oratoria clara y capacidad de dar respuestas rápidas y sólidas a temas complejos -desde sociales a económicos-.
Tanto ella como Habeck aspiraban a liderar al partido en las próximas elecciones nacionales del 26 de septiembre. Su condición de segundos en intención de voto les hizo abandonar las acostumbradas fórmulas colegiadas de los verdes. Esta vez van a por todas, tienen posibilidades teóricas de alcanzar el poder y en la Cancillería solo quedará una vacante -la de Merkel-.