El precio internacional de la soja superó los 540 dólares en la bolsa de Chicago de Estados Unidos y alcanzó su mayor valor en los últimos 7 años. La suba de la oleaginosa se acompañó por aumentos del trigo y del maíz. El avance de las cotizaciones de las materias primas de alimentos colabora con la economía argentina para reducir las presiones del frente externo.
El incremento en el valor de las exportaciones de la soja permite un mayor flujo de liquidación de divisas y una reducción en las expectativas de devaluación. Esto se traduce en una mayor estabilidad de la brecha cambiaria, que se ubica en torno del 60 por ciento, cuando a finales de octubre había alcanzado picos del 120 por ciento.
En el mercado estiman que en la medida que se continúe acelerando la liquidación de la cosecha –impulsada por los nuevos picos de precios- la brecha no sólo podría continuar estable, sino que el Banco Central ganará espacio para reforzar las reservas internacionales. A su vez, los tipos de cambio financiero podrían continuar en baja ante la perspectiva de mayor margen de maniobra de la autoridad monetaria para sostener el dólar comercial.
El dólar blue cerró este martes en 143 pesos sin cambios respecto de la jornada previa, mientras el contado con liquidación se ubicó en 153 pesos, con un leve aumento del 0,4 por ciento. Ambas cotizaciones operan por debajo del dólar ahorro que utiliza el equipo económico como referencia: cerró a 167,67 pesos.
El Banco Central, según operadores del mercado, compró 70 millones de dólares en la jornada. Se trata de divisas que se suman a las más de 140 millones de dólares compradas el lunes y cerca de 1100 millones desde que comenzó el mes.
Este caudal de dólares que ingresa a las arcas de la autoridad monetaria resulta clave para enfrentar pagos de deuda con organismos internacionales, demanda de divisas del sector privado para cancelar pasivos externos y pagos de las importaciones para garantizar insumos industriales necesarios en la recuperación de la actividad.
Precio record
Las perspectivas de incremento en el precio de las materias primas se mantienen firme entre los analistas del sector. Algunas informes de entidades multilaterales, como el Banco Mundial, adelantan además que a lo largo de 2021 las cotizaciones de productos como la soja se ubicarán en niveles record.
En el caso de la oleaginosa, uno de los principales productos de exportación argentinos, existen dos elementos que explican el aumento de los precios y la posibilidad de que esta tendencia pueda sostenerse con el correr de los meses. Por un lado, condiciones climáticas que afectaron la siembra en otros productores importantes del mundo.
Por otro lado, una demanda fuerte en las economías asiáticas, principalmente de China, que fue el único país pujante en 2020 en no registrar una contracción de su economía y que para 2021 se estima que logre marcar un importante crecimiento.
Para el caso argentino, la suba de las materias primas de alimentos resultan claves porque colaboran en reducir las presiones cambiarias y las tensiones del frente externo. Sin embargo, al igual que ocurre en otros países de la región son un elemento que provoca aumentos de precios a nivel local e impacta en los niveles de inflación. Por este motivo el equipo económico analiza distintas alternativas para contener las presiones sobre los precios de los alimentos.