El Gobierno porteño evalúa destinar un pabellón del Hospital Muñiz, uno de los cuatro centros de salud de la Ciudad de Buenos Aires que reciben mayor cantidad de pacientes con coronavirus, para la atención de pacientes derivados por empresas de medicina prepaga que no los pueden recibir en sus propios sanatorios. Según el registro que lleva la Unión Argentina de Salud (UAS), que nuclea a las principales empresas del sistema sanitario privado, el porcentaje de ocupación en las clínicas de la Ciudad oscila entre el 97 y 100 por ciento. "Hemos recibido a pacientes que nos rogaban ser atendidos porque en sus prepagas no les daban respuesta", advirtió a este diario Juan Carlos Cisneros, el subdirector del Hospital Muñiz, que aclaró que "acá también la ocupación es casi plena".
Este miércoles por la tarde los representantes de las principales empresas de medicina prepaga se reunieron con funcionarios del Ministerio de Salud porteño, a cargo de Fernán Quirós, para conversar posibilidades de articulación ante la alta ocupación del sistema privado de salud. Fuentes de la cartera porteña precisaron a Página/12 que el ofrecimiento a las prepagas de un espacio para sus pacientes en el Muñiz "forma parte de la refuncionalización de todo el sistema que pusimos en marcha para hacer frente a la segunda ola". Según el último reporte en la Ciudad se registraron un total de 3.116 nuevos casos y 39 personas fallecidas en las últimas 24 horas. Desde la cartera porteña sostienen que la ocupación de unidades de terapia intensiva (UTI) en los hospitales públicos es del 67,3%, a pesar de que profesionales de la salud que se encuentran atendiendo a los pacientes en las áreas de cuidados intensivos afirman que la ocupación es mucho mayor y que pasan por "la peor semana de la pandemia". Ante la preocupación de las autoridades del Hospital, Daniel Ferrante, viceministro de Salud porteño, visitó este miércoles el centro de salud y aseguró que iban a reconsiderar si recibir pacientes de las prepagas era lo correcto, sin embargo, en la reunión que mantuvieron más tarde con las empresas recordaron que hay “a priori 20 camas en el Muñiz” disponibles "en caso de que sea necesario y lo precisen".
El espacio a disposición es "sala 20" del sector Koch. "Era una sala de pacientes con VIH/Sida. La fuimos usando para diferentes demandas porque los pacientes que estaban allí pudieron quedar en un pabellón aparte y por infectología general había pocos ingresos", explicó a este diario Juan Carlos Cisneros, infectólogo y subdirector del Hospital. Por su cercanía con la Unidad Febril, la playa de ambulancias y el helipuerto, el pabellón Koch tiene una "ubicación estratégica" dentro del edificio. Durante el primer semestre del 2020 la cartera de Salud porteña reformó el espacio -que tiene subsuelo, planta baja y dos pisos- y se instalaron 136 camas "exclusivamente para pacientes con diagnóstico confirmado de covid-19".
Cuando la cantidad de ingresos por coronavirus disminuyó, la sala 20 tuvo otros usos, pero ante el inminente pico de contagios en la Ciudad de Buenos Aires, las autoridades del Hospital decidieron recuperar el lugar. "Permanentemente necesitamos salas de back up, porque aunque hagamos hisopados a todos los pacientes antes de la internación, es habitual que aparezca un positivo en una sala que no es para covid y tenemos que reorganizar a los pacientes", relató Cisneros, que confirmó que "el Ministerio estuvo viendo la sala" aunque evaluó que la recepción de pacientes derivados de clínicas privadas "va a ser muy dificil de operativizar" por el alto nivel de ocupación que ya tiene el Hospital. "En este momento la ocupación es casi plena. Si los pacientes son graves no vamos a tener cómo pasarlos a terapia", precisó el subdirector.
"Acá siempre atendimos a todo el mundo. La orden siempre es de atender al paciente y así la cumplimos", aclaró Cisneros y remarcó que, de todas formas, "hace semanas ya tenemos pacientes internados que tenían obras sociales, gente que nos pedía que por favor recibamos a un familiar porque en la empresa nadie le daba respuesta". Según el especialista en infectología esta situación se debe a que "la segunda ola afectó a un grupo social con más recursos porque tiene que ver con las aperturas, con las reuniones sociales. Es gente que se atiende en el sistema privado y por eso se saturó".El presidente de la UAS y dueño de la empresa de medicina prepaga Swiss Medical, Claudio Belocopitt, afirmaba en una entrevista televisiva este martes que el sistema sanitario está "a minutos de tener que decidir a quien se respira y a quien no se respira”.
Si bien entre las y los trabajadores del Hospital Muñiz surgían dudas sobre qué profesionales atenderán a los pacientes derivados de clínicas privadas, fuentes del Ministerio de Salud porteño afirmaron que será "el personal del Hospital" quien lo haga, con los propios recursos -camas, médicos, insumos- del sistema público, y aclararon que "en caso de que sea necesario que el sistema privado precise derivar ahí se toma, es algo habitual". En estos casos, los servicios brindados por el Hospital se cobran a las empresas y a fin de mes los profesionales reciben un porcentaje, junto con sus salarios, por el trabajo extra. "Históricamente el 30% de los pacientes que atiende el sistema público de la Ciudad es de obras sociales, después la empresa le paga al sistema público por esa atención", remarcaron desde el Gobierno porteño.
Informe: Lorena Bermejo