El rover Perseverance de la NASA pudo transformar dióxido de carbono de la atmósfera de Marte en oxígeno, tras llegar a ese planeta en febrero pasado. La agencia espacial estadounidense informó que es la primera vez que esto sucede en otro planeta y que podría ayudar a la exploración humana de Marte en el futuro.
“Este es un primer paso fundamental para convertir el dióxido de carbono en oxígeno en Marte”, señaló Jim Reuter, administrador asociado de la dirección de la misión de tecnología espacial de la NASA.
La prueba se llevó a cabo el 20 de abril mediante el MOXIE, un instrumento experimental adosado al Perseverance y se espera que las siguientes versiones del dispositivo puedan allanar el camino para la exploración humana en el futuro.
“MOXIE tiene más trabajo por hacer, pero los resultados de esta demostración de tecnología son prometedores a medida que avanzamos hacia nuestro objetivo de ver algún día humanos en Marte. El oxígeno no es solo lo que respiramos. El propulsor del cohete depende del oxígeno, y los futuros exploradores dependerán de la producción de propulsor en Marte para hacer el viaje a casa”, agregó Reuter.
El novedoso proceso no solo permite producir oxígeno para que respiren futuros astronautas, sino que también podría evitar el transporte de grandes cantidades de oxígeno desde la Tierra para usarlo como propulsor de cohetes en el viaje de regreso.
El instrumento acoplado al Perseverance se llama Experimento In Situ de Utilización de Oxígeno en Marte (MOXIE por su sigla en inglés) y se trata de una caja dorada del tamaño de una batería de un auto que se encuentra en el lado frontal derecho del rover.
También llamado “árbol mecánico”, utiliza electricidad y química para dividir las moléculas de dióxido de carbono que están formadas por un átomo de carbono y dos de oxígeno. Además, produce monóxido de carbono como subproducto.
En su primera ejecución, MOXIE produjo 5 gramos de oxígeno, lo que equivale a unos 10 minutos de oxígeno respirable para un astronauta que realiza una actividad normal.
El desafío actual de los ingenieros de MOXIE, diseñado para generar hasta 10 gramos de oxígeno por hora, es continuar con las pruebas e intentar aumentar su rendimiento.
Diseñado en el Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT), MOXIE fue construido con materiales resistentes al calor, como aleación de níquel, con el objetivo de que pueda tolerar las temperaturas de 800 grados Celsius requeridas para su funcionamiento. A su vez, una fina capa de oro asegura que no irradie calor y dañe al rover.
El ingeniero de MIT Michael Hecht indicó que una versión de MOXIE de una tonelada podría producir aproximadamente 25 toneladas de oxígeno, la misma cantidad que necesita un cohete para poder despegar de Marte.
Producir oxígeno de la atmósfera de Marte, compuesta en un 96% de dióxido de carbono, podría ser una opción más factible que hacerlo extrayendo hielo de abajo de su superficie y luego electrolizarlo.
El Perseverance aterrizó en el planeta rojo el 18 de febrero con el objetivo de encontrar señales de vida microbiana y su mini helicóptero Ingenuity ya hizo historia esta semana al lograr el primer vuelo en otro planeta. Asimismo, el propio rover grabó directamente los sonidos de Marte por primera vez.