Al inicio de la sesión de ayer se pudo escuchar al presidente de la Cámara, Antonio Marocco, solicitar al vicepresidente Mashud Lapad, que lo reemplace mientras atendía a “vecinos de la ciudad que requieren ser escuchados”, y se retiró a una sala contigua junto a los senadores Carlos Rosso, Sergio Ramos, Carlos Ampuero, Fernando Sanz y Sergio Saldaño, dejando a la sesión con quórum estricto.

Minutos más tarde se supo que habían recibido a un grupo denominado Artistas Callejeros Autoconvocados de Salta, quienes vienen reclamando cambios en el Código Contravencional de la provincia y denunciando la persecución y la criminalización de su actividad, a la vez que exigen que se los incluya como trabajadores de la cultura.

Sobre todo ahora les preocupa una modificación del Código que llegó a la Cámara alta proveniente de Diputados, que consideran confusa y que ya recibió el repudio de otros sectores de la sociedad. En la sesión del miércoles en el Concejo Deliberante, el edil del Frente de Todos, Fernando Ruarte, condenó las modificaciones que intentan crear un registro de artistas en el ámbito de la municipalidad y exige que estos tengan un permiso emitido por la municipalidad para realizar sus tareas. “Quieren criminalizar el arte callejero y no es un delito, es un derecho”, indicó el concejal.

El 6 de abril la Cámara de Diputados dio media sanción al proyecto de modificación del inciso C del artículo 77 de la Ley 7. 135 (Código Contravencional), que afectaría a la actividad artística cultural y a los artistas callejeros que trabajan en los semáforos y espacios públicos. Esa modificación establece, entre otras cosas, un registro, los artistas señalan que sería una forma de excluir a muchos de ellos.

Por eso mismo, y ante la noticia que ese proyecto ya estaba en mano de los senadores para ser estudiado en comisiones, los artistas se convocaron en la plaza de la Legislatura para ser escuchados y denunciaron, entre otras cosas, la persecución y represión a las que los somete el actual Código que data de 2001.

Estamos ante una modificación que por su escritura es confusa y por lo tanto no garantiza que se termine la persecución contra artistas callejeros”, aseguraron en las puertas de la Legislatura. Y explicaron que la redacción del proyecto de reforma, “establece que manifestaciones artísticas de retribución voluntaria no constituyen contravención y seguidamente establece que otras actividades que cuenten con permiso municipal, con anticipación y respetando las indicaciones correspondientes tampoco lo son”. Pero no esclarece si se los incluye, o si es condición obligatoria sacar permiso para no ser considerados contraventores.

Durante la reunión con Marocco y los miembros de la comisión de Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología, los artistas de la calle denunciaron ser víctimas de excesos por parte de las fuerzas de seguridad al asegurar que el accionar de la policía se ampara en zonas grises del Código de Contravenciones. Y rechazaron cualquier iniciativa que los obligue a tener que pedir permisos para desempeñarse, o a pagar tributos. Les recordaron que el arte callejero es milenario y lo desempeñan personas nómadas que salen a la calle a buscar el sustento diario con sus habilidades.

También contaron el nivel de precarización en el que viven en este contexto de pandemia, en el que deben salir trabajar expuestos a cualquier contagio, por lo que pidieron que se garantice su salud, seguridad e higiene.

Desde la Cámara se informó que los senadores les pidieron que acerquen por escrito sus propuestas para poder avanzar en un trabajo conjunto en busca de una legislación superadora.