Los candidatos a la Comunidad de Madrid protagonizaron un debate trunco en el que la ultraderechista Rocío Monasterio (VOX) cuestionó la veracidad de las amenazas de muerte contra Pablo Iglesias, líder de Unidas Podemos. Este, indignado, se fue del debate, en un gesto imitado por el socialista Ángel Gabilondo y Mónica García, candidata de Más Madrid.

Iglesias y el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, recibieron sobres con balas dentro, hecho que provocó el repudio de la dirigencia política. Salvo VOX. Monasterio no solamente dijo que dudaba de la veracidad, sino que además recriminó a Iglesias no haberse solidarizado con la extrema derecha por los incidentes durante un acto en el bario de Vallecas.

"No es aceptable que la señora Monasterio ponga en duda lo ocurrido; si no se retracta, vamos a abandonar el debate", dijo Iglesias. Monasterio fue a fondo:  "Le animo a que vaya a denunciar estas amenazas. No nos creemos nada. Y si quiere, pues lárguese, que es lo que queremos muchos españoles". 

La moderadora del debate trató frenar al líder de Unidas Podemos, pero no pudo.  "Me alegro de que se vaya, es lo que quieren muchos españoles, fuera del plató es donde tiene que estar", añadió Monasterio. 

Acto seguido, Gabilondo y García initaron a Iglesias. Al debate no concurrió la candidata del PP y presidenta del gobierno regional, Isabel Díaz Ayuso. 

"Lo que ha ocurrido esta mañana es gravísimo", afirmaron, y llamaron a los ciudadanos a "derrotar al odio en las urnas" en las elecciones del 4 de mayo. 

La cosa no terminó ahí. En las redes sociales, VOX se ufanó de lo ocurrido: 

A continuación de este tuit surgieron mensajes idénticos de supuestos exvotantes de Unidas Podemos que manifestaron su apoyo al partido ultraderechista: de la izquierda a la extrema derecha sin escalas. 

Inclusive apareció un usuario con el nombre de Falange y la simbología de esa fuerza, que sin tapujos repitió, como los otros, que "llevo votando a la izquierda desde que tengo 18 años". 

García se sumó a los repudios en Twitter y definió como "intolerable" lo sucedido. 

La nota la dio el Partido Popular, que podría contar con los diputados de VOX para formar gobierno. Los conservadores no mandaron a su candidata al debate, pero opinaron con un tuit provocador.

Poco más tarde, el PP de Madrid borró el mensaje. "Si se ha puesto habrá sido para decir que en los debates es bueno estar, y cuando se han enterado de la razón por la que se ha ido lo habrán borrado porque no condenar este tipo de agresiones es muy grave", dijo el líder del PP, Pablo Casado, cuando lo consultaron por ese tuit.