La auditoría oficial sobre el grupo Vicentin, en el marco del concurso preventivo de acreedores, produjo un severo informe que pone de relieve la ingeniería contable que el directorio pergeñó tendiente a ocultar y camuflar las maniobras que llevaron a esfumar cientos de millones de dólares del patrimonio de la empresa que supo estar en el top five de las exportadoras argentinas, y que en tres años cayó en un ominoso default, con 2500 acreedores y una causa penal abierta por lo que se supone fue un desfalco doloso.
Por cierto, en la estructura residual del grupo hay movimientos que presagian el desenlace penal del estrago económico, como el reemplazo de algunos ejecutivos que podrían ser imputados y enviados a juicio, tales como Máximo Padoan, nieto de uno de los fundadores de Vicentin e hijo de Alberto Padoan, ex CEO del pool y ex presidente de la Bolsa de Comercio de Rosario. "El 10 de mayo se trata en Cámara la apelación por la competencia territorial. Estimo que será confirmada la competencia de esta jurisdicción (Rosario). Luego vendrán las imputativas", señaló el abogado Gustavo Feldman, patrocinante de acreedores, a Rosario/12. "En algunas empresas satelitales quedan algunos de la 'familia' como Máximo Padoan, y ya están reemplazándolos ante la inminencia de la imputativa, y porque serán llevados a juicio oral", interpretó.
Pero antes cayó rotundo en el escritorio del juez civil y comercial de Reconquista Fabián Lorenzini las 213 carillas del cuarto informe que presentaron los auditores Ricardo Saccani, Daniel Abelovich, Arnaud Iribarne, y Marcos Bazán (Deloitte) acerca de los últimos años de Vicentin SAIC y su conglomerado hasta cantar su estridente pagadiós de 1000 millones de dólares en diciembre de 2019.
El informe al que tuvo acceso este diario recopila el derrotero de Vicentin en base a la documentación a la que los auditores pudieron tener acceso. No obstante, consignan haber advertido “una estrategia de omisiones y respuestas vagas” a los requerimientos formulados al directorio. Algunos de los rasgos más salientes para esta nota arrancan con la "reorganización del grupo de compañías controladas por las familias controlantes de Vicentin", entre 2014 y 2017. Consistió en ir separando el negocio principal –procesamiento y comercialización de granos– de otros secundarios como el cárnico, frigorífico, lácteo, algodonero y vitivinícola, entre otros.
Marcan los auditores que Vicentin SAIC "discontinuó la preparación de estados contables a partir de julio de 2019, por lo tanto, la comparación para el período fiscal 2019 no es equivalente". Maniobras de ocultamiento que –concluyen– "torna difícil, cuando no imposible su análisis". Sin embargo, lograron detectar situaciones curiosas. "Observamos que en tan solo tres meses de 2019, entre julio y setiembre, hubo una pérdida del Patrimonio Neto del 148%, es decir, unos 909,9 millones de dólares", advirtieron.
Vocación de endeudamiento
Capítulo aparte mereció el sideral crecimiento de supuestas deudas contraídas. "Entre julio y octubre de 2019, la caída del activo corriente neto del pasivo corriente ha sido de un 115%", consigna el informe. "Esta caída se debe, en parte, al crecimiento de USD 580,2 millones en las deudas comerciales, fiscales y sociales reportadas por la Concursada (Vicentin SAIC), de USD 106,6 millones al 31 de julio de 2019 a USD 686,8 millones al 31 de octubre del mismo año, es decir, un aumento del 544%".
La auditoría evaluó que a ese ritmo, las deudas comerciales de Vicentin SAIC aumentaron 618% interanual. "El mayor incremento nominal se produce en los proveedores de materias primas, los cuales pasan de USD 32,4 millones al cierre de octubre de 2018 a USD 571,1 millones en octubre de 2019, lo que representa un aumento del 1664% durante el último ejercicio".
En la misma línea, consignan que "al 31 de octubre de 2019 se observa una disminución en los Bienes de cambio reportados, de USD 714,3 millones al 31 de julio de 2019, a USD 155,1 millones, lo que representa una disminución de los inventarios en USD 559,3 millones en tan solo tres meses".
Los auditores marcaron su extrañeza ante la abrupta variación de utilidades en operaciones comerciales en poco tiempo. "Resulta llamativo el aumento del margen en octubre de 2018, llegando a un 10% sobre ventas, que contrasta con la caída abrupta en 2019. Desde julio de 2019 pasa de un margen del 6,1% positivo a un margen negativo del 15,3% al 31 de octubre de 2019. Esto representa una pérdida de un 21% de margen en tan solo tres meses".
Granos en el laberinto
Por otra parte, descubrieron una incongruencia entre el volumen de granos recibido y el declarado en inventario. Por un lado, vieron las toneladas de granos entregadas que informaron los corredores y acopios en 2017 y 2018 (y eso que solo respondieron a la auditoría 13 de los 20 proveedores consultados. Vicentin en total tenía 1800 proveedores registrados en el concurso), contra las toneladas declaradas en inventario. Según el cálculo, Vicentin omitió un pasivo de USD 307,9 millones en 2017 y 241,5 millones en 2018.
El cuarto informe de la Auditoría hurgó en el complejo mecanismo de transferencias con una veintena de bancos, muchos de Estados Unidos, España y Brasil. Un escenario actuado por trece firmas comerciales con un mismo núcleo, y una tendencia marcada de salida de fondo desde la nave madre hacia las compañías abocadas a negocios no cerealeros.
"Se observa a partir de los recibos y las órdenes de pago que habrían sido más los fondos que salieron de Vicentin SAIC y Vicentin Sucursal Uruguay que los que volvieron durante el mismo período, entre enero de 2017 a febrero de 2020", señala el informe de los contralores designados por el juzgado. El flujo de erogaciones no era poca cosa, hay transferencias por hasta USD 150 millones. "Durante enero de 2017 a febrero de 2020, más de USD 1.000 millones salieron de Vicentin SAIC hacia cuentas de las empresas Non-Core (del grupo, pero no cerealistas), posiblemente como parte del entramado financiero" observado.