No hay ni un solo asesor que le diga al gobernador Omar Perotti que la situación va a mejorar en los próximos días. Al contrario, la evolución de la curva de contagios, la ocupación de camas, la positividad en los testeos y el número de personas aisladas marcan que lo peor no ha sucedido. No se trata de generar alarma sino conciencia, sobre todo en un contexto de colapso inminente del sistema de salud. Las autoridades de Salud, sin descanso, han dedicado el fin de semana --como viene sucediendo desde hace un año-- a optimizar los recursos, ampliar el número de camas críticas y a diseñar una estrategia que necesariamente deberá contar con los subsectores de la salud, algunos de ellos con actitudes impropias para el momento. Es probable que mañana mismo se convoque a una mesa de consulta y gestión de la que no sólo participen los referentes de la salud pública en la provincia y municipios, también los representantes de las entidades privadas de salud. En ese sentido, es notoria la diferencia que se observó desde la irrupción de la "segunda ola" por parte del grupo que dirige Roberto Villavicencio en relación a otros prestadores privados que no sólo tuvieron poco nivel de internación por patología Covid 19 sino que llegaron a retacear la información sobre su disponibilidad de camas y ocupación.
Con más de dos mil casos diarios en la provincia --y en suba-- y por encima de 600 promedio en Rosario, no hay margen para que no haya una acción conjunta de todos los sectores. Aun así no hay garantías de que el sistema no colapse. Junto con este tema central, el gobierno continúa atento al comportamiento de la población a partir de las nuevas restricciones que rigen desde el viernes y evaluando día a día la posibilidad de endurecer las medidas. Del mismo modo que ocurre con la infraestructura sanitaria, el margen se va achicando y se estudian medidas más estrictas, inclusive la aplicación de una Fase 1 intermitente y de diferente extensión según el momento. Una medida de esa naturaleza solo podría concretarse más que con el aval nacional, con disposición del gobierno del presidente Alberto Fernández.
El Jefe de Estado que visitó Rosario el viernes en el marco del sistema de "Capitales Alternas" valoró la gestión de Perotti, de quien dijo "somos lo mismo" y a la vez destacó la actitud de los intendentes electos por la oposición, marcando un claro contraste con la actitud del Jefe de Gobierno de CABA, Horacio Rodríguez Larreta. Minutos antes, en su discurso, Pablo javkin había destacado la conducta de Fernández y a la vez valoró el trabajo conjunto que se realiza con el gobierno provincial desde el inicio de la pandemia. A su turno, y en el mismo tono, Perotti ratificó que "es un gusto trabajar conjuntamente con Pablo, aunque algunos se enojen". Lo que parece una cuestión de lógica política --en medio de una tragedia sanitaria-- aparece como un dato relevante a tenor de lo que se ve en el vínculo entre el gobierno nacional y el de la Ciudad de Buenos Aires.
"La buena relación y el acuerdo en las cuestiones fundamentales es importante, pero no soluciona los problemas", dijo a Rosario/12 un funcionario que acompañó al presidente en su visita a Rosario, dejando traslucir la necesidad de aplicar mayores medidas restrictivas y de control. Los principales referentes de cada uno de los niveles del Estado reconocen en las conversaciones que "va a ser necesario seguramente aplicar una Fase 1", pero está claro que por el tenor de esa medida debe "bajar" desde nación, pero hasta tanto eso ocurra tanto en la provincia como e Rosario hay otras alternativas. Una de ellas es la interrupción de la presencialidad en las escuelas, sobre todo en las áreas urbanas como Rosario, Santa Fe, Rafaela, Venado Tuerto Y Reconquista. En las primeras cuatro no hay prácticamente al día de hoy camas disponibles de terapia intensiva. El Cemafe --una suerte de Cemar ambulatorio en la capital provincial- habilitó el fin de semana 8 nuevas camas y ya se ocuparon 6. Venado Tuerto cerró los consultorios y transformó todo en camas de campaña. Rafaela la semana pasada ya había llegado al 100% de ocupación, y Rosario, con más del 90% tiene el problema que hay prestadores privados que hasta ahora no se han puesto en línea, pero se espera que esta semana se corrija esa situación.
"Seguimos ampliando, pero no va a alcanzar. Es necesario bajar los contagios", dijo a este diario la ministra Sonia Martorano que está en contacto permanente con las autoridades de Salud de Rosario, revitalizando un vínculo que se había debilitado últimamente, probablemente por la disminución de casos del verano. "Es necesario que todos los efectores estén dando cuenta, todos, sin excepción, de todos los sectores de la salud, con claridad porque vamos a necesitar al máximo la disponibilidad", dijo Leonardo Caruana que sostuvo que "el crecimiento de la curva es nacional, y va a ser necesario el pronunciamiento de diferentes sectores como la Sociedad de Infectología, los asesores nacionales, veremos qué pasa nacionalmente", remarcó el funcionario.
Fernández y Perotti
El Presidente se sintió a gusto en Rosario y se lo hizo saber a su anfitrión, el Gobernador, y por extensión al Intendente de la ciudad. Eso se vio reflejado en el tono de las intervenciones de los funcionarios, incluidos los Ministros y de manera inequívoca el titular de la cartera de Interior, Wado de Pedro que al referirse al Intendente lo llamò "querido compañero Pablo". Algunos podrán pensar que ese trato es protocolo, pero mas allá de eso, se palpaba un ambiente diferente de preocupación y de confianza mutua. Aún cuando desde esta mismo columna se ha destacado que las medidas tomadas pueden resultar insuficientes, eso no es obstáculo para reconocer que se trabaja de consuno y sin cálculos políticos electorales de unos contra otros. Pero antes de los discursos Alberto y Omar --así se llaman entre sí-- estuvieron a solas una hora. ALgo contó el Presidente en torno a "ponernos al día de cuestiones personales porque hacia mucho que no nos veíamos", pero también y sobre todo de la continuidad de la gestión en el peor momento de la pandemia que está llegando. El Presdiente se mostró muy preocupado por el aumento de los casos en jóvenes, y la gravedad de los cuadros. Cotejó la información con el Gobernador y verificaron que temporalmente ese registro es diferente en la provincias, como ocurrió en la primera ola cuando la andanada llegó 15 días después. Tanto en se encuentro privado, como mas tarde frente a los periodistas, Fernández reconoció que "Santa Fe tiene otro panorama y es por eso que no ha suspendido la presencialidad", pero también en el despacho el Presidente se llevò el compromiso del Gobernador de acompañar un eventual endurecimiento de medidas que podrían disponerse en un decreto no muy lejano en el tiempo. "Somos lo mismo" dijo Fernández para graficar su empatía con Perotti, que le confirmó a este cronista que "hablamos de las realidades de las provincias y ahí le dijimos que Santa Fe tiene el 94% de los docentes vacunados y que estamos siguiendo el tema con atención, y algo de eso les dijo el presidente después a los periodistas". SI bien el eje está puesto en la pandemias, el Gobernador destacó que "pudimos materializar el viernes días y días de reuniones de zoom, discusiones para destrabar temas en los ministerios, alrededor de obras muy importantes, pesadas, necesarias y postergadas. Pudimos demostrar además es posible convivir y generar alegría y alegrase uno con la alegría del otro. Como no ayudar a Rosario para tengan todos cloacas ?" se pregunto el mandatario que sostuvo que "la provincia se debía una etapa diferente con la Nación, y trabajar con Pablo Javkin para mi es un gusto, aunque algunos se enojen", remató Perotti.
Santa Fe entra en una semana crucial en la que se exigirá al máximo el sistema de salud. A la vez se evaluará la pertinencia de aplicar mayores restricciones. La armonía entre nacion-provincia-municipio debería garantizar la aplicación y cumplimiento de todo lo necesario para evitar "tanta pena y melancolía". Eso no tiene otro sentido que un cierre inmediato y seguir vacunando.
"Creo que nadie pueda dar una respuesta ni decir que puerta hay que tocar", recitó un Presidente genuinamente emocionado, poco después de que Javkin llevara a la reunión los versos de Nebbia. De memoria y luego de hablar "de la pena y la melancolía" de otra estrofa cerró el acto con "solo se trata de vivir". "Vivamos"