En una carta dirigida al Primer Ministro británico Boris Johnson, 156 músicos ingleses llamaron al gobierno a impulsar acciones sobre los derechos relacionados con el streaming. Annie Lennox, Chris Martin, Gary Barlow, Paul McCartney, Rebecca Ferguson, Bob Geldof, Boy George, Noel Gallagher, Kate Bush y Paloma Faith son solo algunos de los nombres que aparecen entre las firmas del documento, escrito "en representación de la generación actual de artistas, músicos y compositores del Reino Unido." La carta solicita que se implementen cambios en la legislación "para poner nuevamente el valor de la música allí donde pertenece, en las manos de los hacedores de música."

"La ley no se ha mantenido en sintonía con el ritmo de los cambios tecnológicos y, como resultado de ello, los performers y compositores no disfrutan de las mismas protecciones que tienen en la radio", señala el texto, que apunta que la mayoría de los artistas representados reciben "pequeñas fracciones de un centavo por stream", y que los músicos de sesión no reciben nada del dinero de transmisiones digitales.

"Solo se necesita cambiar dos palabras en la Ley de 1988 sobre Copyright, Diseños y Patentes... para que los ejecutantes de hoy reciban una parte de los ingresos, tal como sucede con la radio", continúa la carta, que tiene el apoyo del Sindicato de Músicos y la Ivors Academy, que representan de manera colectiva a decenas de cientos de performers, compositores y cantautores del Reino Unido, asociados con la campaña #BrokenRecord encabezada por el músico Tom Gray,

El Sindicato de Músicos también publicó en su sitio oficial y sus redes una petición que alienta a sus miembros a firmar, para acompañar las demandas presentadas en la carta al Primer Ministro. De acuerdo al texto, los cambios "no le costarán al contribuyente un centavo, pero pondrán más dinero en el bolsillo de los artistas, y obtendrán fondos para servicios públicos", y puede formar parte de "una agenda superadora a medida que comencemos la recuperación económica post-covid."

La ley de 1988 aludida le dio a los creadores de trabajos artísticos (incluyendo la música) el derecho a controlar cómo se utilizará su material. El cambio concierne a una de las secciones de la ley, en la que bastaría cambiar solo dos términos (la palabra "o" en vez de "en lugar de") para que los músicos reciban una remuneración más equitativa. "Esta carta tiene que ver fundamentalmente con preservar a la clase profesional de hacedores de música con vistas al futuro. La mayoría de los músicos no espera ni desean estar en las páginas de chimentos, solo quieren ganar algo", señaló Gray.

* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.