Desde Washington, DC. La Cumbre de Líderes sobre el Clima fue apenas la primera muestra. Joe Biden está decidido a devolver a Estados Unidos a un mundo multilateral, lejos del enfoque que propuso durante cuatro años su antecesor Donald Trump. El mismo día que terminaba la iniciativa para debatir desafíos y oportunidades de las políticas ambientales, la Casa Blanca anunció el primer viaje internacional del mandatario estadounidense. Será en junio a Europa, con el Reino Unido y Bélgica como destino.
A medida que se acerca a la marca de los primeros 100 días de gobierno, Biden empieza a mirar hacia el exterior. Tiene razones para creer que la gestión de la pandemia, el principal desafío que encontró cuando asumió en enero, está encaminada. Estados Unidos ya suministró más de 200 millones de dosis de la vacuna contra el COVID y los nuevos casos de la enfermedad cayeron un 12 por ciento en las últimas dos semanas, en comparación con la quincena anterior.
Ahora, busca enfocarse también en las gestiones internacionales. La Casa Blanca anunció el primer viaje del presidente estadounidense al exterior. Será en junio y visitará el Reino Unido y Bélgica. “Este viaje resaltará su compromiso con la restauración de nuestras alianzas, la revitalización de la relación transatlántica y el trabajo en estrecha cooperación con nuestros aliados y socios multilaterales para encarar desafíos mundiales y asegurar mejor los intereses de Estados Unidos”, dijo en un comunicado la secretaria de Prensa, Jen Psaki.
En el Reino Unido, Biden asistirá a la cumbre del G7 que se realizará entre el 11 y el 13 de junio en el condado de Cornualles. Al describir cuáles serán sus actividades en el evento, Psaki insistió en que el presidente reforzará el “compromiso con el multilateralismo”. Un enfoque distinto del que tenía Trump, quien tendía a priorizar solo las relaciones bilaterales que le interesaban y despreciaba los espacios en los que se reunían líderes de los distintos países.
En el G7, Biden buscará enfocarse en políticas de salud pública, recuperación económica y cambio climático, según adelantó la Casa Blanca. También mantendrá reuniones con otros líderes, incluido el primer ministro británico, Boris Johnson.
De allí, el mandatario irá a Bélgica para participar de la cumbre de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), que se realizará el 14 de junio. Biden espera “afirmar el compromiso de Estados Unidos con la OTAN, la seguridad transatlántica y la defensa colectiva”.
Durante sus cuatro años en la Casa Blanca, Trump criticó duramente la participación de Estados Unidos en la alianza. No lo hacía porque los compromisos militares le parecieran mal. Para él, los demás miembros de la organización no gastaban lo suficiente en defensa y se aprovechaban del país norteamericano. Aunque menos directo y vocal que su antecesor, Biden también conoce esos datos. En la cumbre, “discutirá cómo orientar la alianza hacia amenazas futuras y asegurar que la carga sea compartida de una forma efectiva”, adelantó la Casa Blanca.
En Bruselas, el mandatario también participará en una cumbre Estados Unidos-Unión Europea. “Los líderes debatirán una agenda común para asegurar la seguridad sanitaria mundial, estimular una recuperación económica mundial, atacar el cambio climático, mejorar la cooperación comercial y digital, fortalecer la democracia y encarar preocupaciones de política exterior mutuas”, dijo la administración estadounidense.