De recorrida por pesqueras y astilleros de Mar del Plata, Daniel Scioli se entusiasma con las gestiones que lograron destrabar la exportación de langostinos a Brasil y que impactarán económicamente en la industria de la ciudad bonaerense que ocupa "mano de obra intensiva y valor agregado". Una de las 49 controversias comerciales a las que su gestión consiguió poner fin en la relación bilateral. Afirma que la actual balanza comercial con el país vecino está "equilbrada" y que el intercambio supera las cifras anteriores a la pandemia y alcanza a los 25 mil millones de dólares anuales. Valoró los mil millones de dólares en inversiones brasileras en el país y los proyectos a largo plazo como el gasoducto que unirá Vaca Muerta con Uruguayana y Porto Alegre.
--Tenemos una agenda productiva de exportaciones y destinada a traer inversiones a la Argentina. Después de haber generado distintos encuentros con ministros y gobernadores de los dos países, de haber hecho un relevamiento de la demanda potencial de Brasil; estamos con una agenda potencial de acuerdo a las indicaciones que me dio el presidente Alberto Fernández.
El mandato que me confió es poner el énfasis en cosas concretas, exportar mas y de traer inversiones. De Hecho ya hubo más de mil millones de dólares en inversiones de distintos sectores de Brasil en Argentina y el comercio bilateral ha aumentado en forma sostenida con un cambio de actitud, que tiene que ver con ir a vender y no esperar que nos vengan a comprar. Doce cámaras industriales de distintos estados han entablado comercio bilaterales. Es un aporte al esfuerzo que está haciendo el Presidente para poner a la Argentina de pie. La política de sustitución de exportaciones en el calzado, en la industria textil; en la metalmecánica, y en otros sectores está dando avances significativos.
--¿Cómo evalúa la actual relación con Brasil?
--Se ha mejorado comercialmente, se han destrabado 49 controversias que había sobre el comercio bilateral y se han encaminado grandes proyectos hacia futuro: entre ellos el gasoducto Vaca Muerta, Uruguayana, Porto Alegre; que va a tener un impacto en el círculo virtuoso muy prospero porque son inversiones, que generan puestos de trabajo, desarrollo de las pymes y fundamentalmente ingresos para nuestro país en materia energética. El punto de partida fue difícil. Algunos especialistas dicen que era el peor momento de la relación Argentina-Brasil de las últimas décadas. Ése fue el gran desafío. Tuvimos un déficit con Brasil en los últimos 15 años de aproximadamente 50 mil millones de dólares. Para equilibrar necesitábamos no comprarle menos sino venderle mas. Y eso es lo que queremos hoy.
--¿Cuál es la situación hoy de la balanza comercial?
--Está equilibrada. Los dos primeros meses tuvimos superávit, el último mes tuvimos un leve déficit. Pero en primer trimestre estuvo equilibrado y con niveles de intercambio comercial superiores a antes de la pandemia, que se proyecta alrededor de 25 mil millones de dólares al año en el comercio bilateral. Pero también la calidad, como exportar con valor agregado, y una mirada equilibrada porque sabemos que el país necesita dólares genuinos y generar puestos de trabajo y eso deviene de exportar cada vez mas.
--Cómo impacta el tema de la pandemia?
--Es muy dinámico: hubo momentos que estuvo cerrado, un tema puntual con las fronteras. Esperemos que con la vacunación que avanza en Brasil y en la Argentina nos vayamos aproximando más a la normalidad, que sabemos que va a demorar, pero tampoco nos quedamos de brazos cruzados. A pesar de la pandemia, yo estuve en diez estados de Brasil, haciendo miles de kilómetros, hablando personalmente con dueños de supermercados, con presidentes de pequeñas, medianas y grandes empresas.
--La situación comercial ha mejorado en medio de una tensión política entre ambos países que no cede...
--Yo tengo que defender los intereses argentinos y para eso lo mejor es llevarnos bien con Brasil. Buscar los puntos de interés común y los permanentes, inversiones recíprocas y darle a la embajada una impronta comercial y ejecutiva, que es lo que hago con todo mi equipo. Respetando también, como lo han dicho los propios presidentes de ambos países, la voluntad popular de cada pueblo. Y con ese espíritu estamos trabajando una agenda muy intensa y positiva.
--¿Esta estrategia se puede trasladar al Mercosur teniendo en cuentas las diferencias políticas entre sus miembros?
--El lunes habrá una reunión muy importante con el canciller Felipe Solá y otros cancilleres, los ministros de economía. Va a ser el marco donde se debatirá en mas profundidad, lo que inició la cumbre de presidentes unas pocas semanas atrás. Hay que fortalecer un mercado interno en términos de un Mercosur integrado y poder llegar a otros acuerdos que no vayan en detrimento de economías que han quedado muy vulnerables por la pandemia, sino que agrandemos mercados sin descuidar puestos de trabajo.
--¿Cómo ve la situación de la pandemia en Brasil, con las posturas políticas enfrentadas para atender la salud de la población y la crisis sanitaria?
--Allí, cada estado ha ido tomando sus decisiones: cierres parciales, toque de queda, después abrían y las circunstancias los obligaban a cerrar, por las características y dimensiones de Brasil. Lo que estoy viendo con los datos de la última semana es una tendencia a la baja de casos y fallecimientos. Esto puede tener distintos puntos de análisis, con el avance de la vacunación y los cuidados. Cuando se gobierna hay que priorizar entre lo ideal y lo posible. Lo ideal es que hoy estuviera funcionando normalmente, las escuelas que seguramente el Presidente quisiera que funcionaran, pero la carga institucional y responsabilidad que tiene ha fijado prioridades que son muy claras y en sintonía con lo que se ve y se hace en otros países del mundo.
--En Brasil hubo dificultades entre el Presidente y los distintos estados. ¿Cómo analiza que en Argentina, la CABA desconozca un DNU presidencial por volver a clases virtuales?
--Me parece que al tener los hospitales colapsados y crecimiento vertiginoso de casos en Capital, es un momento para unir y no dividir, y de acompañar las decisiones del Presidente que mas allá de la manera que se instrumentó administrativamente, son para proteger la salud de la población. Como fue acertado en su momento tomar tiempo para ampliar la capacidad instalada en los hospitales, porque muchos países aumentaron la letalidad del virus por no tener capacidad sanitaria para dar respuesta. En esta etapa es ganar tiempo para vacunar a la mayor cantidad de gente posible que está en los lugares más expuestos.
--¿Esta diferencias que asumió la Ciudad está vinculada a una postura política electoral en un año de elecciones legislativas?
--Da toda la percepción que hay un sector que claramente está desarrollando la pre campaña: presentaciones de libros, posturas políticas. Pero creo que el estado de ánimo de la gente hoy está frente a la preocupación y la incertidumbre en cuidar el trabajo y la salud. Y esa es la agenda del Presidente es este momento.
--Entre otras presentaciones de libros estuvo el de la ex gobernadora Vidal, donde critica su gestión...
--El que juzga la gestión es el pueblo. Y ahí fue muy contundente y votó por un cambio en la provincia de Buenos Aires que encarnó Axel Kicillof, que la recorrió de punta a punta y planteó una agenda priorizando el empleo y la producción.
Y la mejor respuesta ha sido el voto de la gente. Inclusive, aún con las mismas políticas del entonces presidente Mauricio Macri, gobernadores e intendentes del mismo signo político que ella ganaron la elección. Pasó en la CABA, Mar del Plata, donde la gente valoró las gestiones. En cambio, ella tuvo características que a la hora de la verdad, no fueron evaluadas positivamente por la gente.