Querella y Fiscalía apelaron el fallo que descartó la figura de femicidio en el caso de María del Rosario Vera, la mujer de 23 años y cuatro hijes cuyo cuerpo fue encontrado incinerado, con signos de ahorcamiento y envuelto en una alfombra, en un contenedor de basura de Felipe Moré y Gaboto, en enero de 2018. Se trata del expediente en el que solo uno de los tres acusados fue condenado a 25 años de prisión, aunque por homicidio simple; y otros dos resultaron absueltos por "déficit probatorio". Para la parte acusadora está claro que se trató de un hecho de violencia de género y en el marco de una relación desigual de poder. La querella planteó preocupación por "algunos estereotipos de género" que surgen del fallo y que, entre otras cuestiones, apunta a que la propia víctima se puso en peligro. "Queremos que esta vez haya justicia para que ella descanse en paz", dijo Ramona, una de sus hermanas.
El 24 de febrero pasado, Néstor Hugo Sánchez fue sentenciado a 25 años de prisión; mientras que Alberto Martín Sánchez y Nahuel Segovia fueron absueltos por el beneficio de la duda. "Estamos esperando que se cambie la carátula a femicidio y que los tres sean condenados. Todavía no tenemos fecha de audiencia, pero estamos expectantes porque la familia quedó muy mal después del fallo del juicio", dijo Ramona.
En la presentación del recurso ante la Cámara Penal, la querella de la Defensoría de Cámaras, que representa a las hermanas de María del Rosario, puso en contexto la realidad que atravesaba la víctima, que la última vez que vio a sus hijes los dejó en la casa del padre con una mochila donde estaban todos sus documentos, algo de ropa y las tarjetas para cobrar el plan social con el que los mantenía. "Sufrió situaciones previas de violencia de género por parte de su ex pareja y padre de sus hijos; tenía carencias económicas y problemáticas de consumo; no terminó la escuela primaria, y su último domicilio resultó ser su primera vivienda fija", expresa la presentación.
Teniendo en cuenta ese estado de vulnerabilidad, se agraviaron de que el fallo de primera instancia "hace caer sobre la víctima cierto peso sobre las consecuencias del hecho, por haberse encontrado en el domicilio por su propia 'voluntad', a pesar de la situación de vulnerabilidad estructural que la atravesaba". El escrito agrega: "Nos agravia que sostengan que 'tenía chances de retirarse del lugar si se sentía en peligro'", frase que pone la lupa en la conducta de la mujer que resultó asesinada.
Los planteos de la querella también apuntan a que testigos dijeron que "los tres acusados fueron situados en el lugar". E hicieron hincapié en las características físicas de la víctima, que medía 1.47 metro y pesaba 56 kilos, para dar cuenta de "la evidente superioridad" tanto en número de personas, como en contextura física, comparada con el cuerpo de los imputados.
Por otro lado, plantearon que la presencia de la víctima en la casa del principal acusado --donde se vendían estupefacientes-- haya estado relacionada con su situación de consumo, y consideraron que en ese caso, "el estereotipo de género se plasma en exigirle una conducta en su rol de mujer que se encontraría en peligro". Y apuntaron a que "la relación de poder respecto de los varones era desigual e hizo que muriera en el lugar". A su vez, plantearon que "este tipo de ambientes delictivos (...) genera para las mujeres una mayor situación de vulnerabilidad". Por lo que recordaron "la brutalidad con que fue cometido" el femicidio, basado en una relación desigual de poder, que sería de tipo "no íntimo" y "en contexto de criminalidad organizada". También señalaron que --según el forense-- se trató de "un ataque de más de diez minutos y que es muy probable la participación de más de una persona".
En ese sentido, la querella también lamenta que el tribunal "haya desconocido la violencia sexual previa", y que apuntaran a "pensar en la posibilidad de una relación sexual consentida" con el condenado. Todo, cuando "la violencia sexual fue acreditada con el ADN del imputado y de otra personas no identificada".
También recordaron que María del Rosario la mataron "de una forma feroz; su cuerpo permaneció toda la noche en el domicilio y a la mañana fue arrojado en un volquete, con el resto de la basura, donde fue prendido fuego", agrega el escrito presentado por la defensora de Cámara, Marcela De Luca, en representación de Rosa Vera, otra de las hermanas de la víctima.
Por su parte, el fiscal Alejandro Ferlazzo planteó su interpretación del caso, ya que entiende que si bien la pena es "alta" --para uno de los imputados-- se agravia por la calificación legal y apunta a la figura del femicidio. En tanto, sobre los absueltos, fiscalía considera que son participes del hecho y también insistirá con condenas.