Los fuegos de otoño (Salamandra) es la novela que Irène Némirovsky escribió en 1942 –pocos meses antes de su muerte– y logró sobrevivir al régimen nazi. Fue publicada de manera póstuma en 1957, pero recientemente se descubrieron algunas correcciones de la propia autora. Al igual que Suite francesa, esta pieza tiene al París de entreguerras como principal escenario y a la burguesía de aquellos tiempos como su protagonista.
Tras la Primera Guerra Mundial, Bernard Jacquelain regresa del campo de batalla condecorado aunque sin demasiados horizontes; intenta insertarse en los negocios informales parisinos y conoce a Thérèse, quien se enamora perdidamente de él. Juntos disfrutan los placeres de la vida burguesa durante una década, hasta que la atmósfera vuelve a oscurecerse ante la posibilidad de una nueva guerra. La autora nació en Kiev (1903), en una familia acaudalada que huyó de la revolución bolchevique para establecerse en París en 1919. Comparada con escritores de la talla de Dostoievski o Balzac, Némirovsky elabora un retrato de tiempos plagados de incertidumbre y una clase social condenada por sus propios privilegios.