Las duras e injustificadas sanciones impuestas por Estados Unidos y el impacto de la pandemia de coronavirus agravaron la crisis económica en Cuba. A semanas para la discusión en la Organización de las Naciones Unidas (ONU) de otra resolución cubana que demanda el fin del embargo de Estados Unidos, miles de ciudadanos organizaron una caravana de peatones, motos y autos en la ciudad de Santa Clara, e incluso una regata frente al Malecón de La Habana, para exigir un cambio de rumbo. 

La administración de Donald Trump, en sus cuatro años de mandato, recrudeció el bloqueo al aplicar unas 240 medidas adicionales contra funcionarios y entidades estatales cubanas. Desde abril de 2019 hasta marzo del año pasado, el embargo le generó a Cuba pérdidas superiores a los 5.500 millones de dólares, un récord histórico. Aunque el actual gobierno estadounidense ya aclaró que la relación con la isla no está entre sus prioridades, la etapa de "deshielo" vivida durante la presidencia de Barack Obama abre alguna esperanza de que el también demócrata Joe Biden retome esa senda.

Unas cuarenta embarcaciones de recreo y lanchas con banderas cubanas navegaron el domingo durante más de media hora frente al emblemático litoral habanero para rechazar al embargo que desde hace más de seis décadas Estados Unidos le impone a la isla caribeña. En la central ciudad de Santa Clara, a unos 270 kilómetros al este de La Habana, una caravana popular de autos, motos y bicicletas recorrió los principales puntos de esa urbe, donde el mítico Ernesto Che Guevara encabezó en 1958 el último combate importante contra la dictadura de Fulgencio Batista. 

En otras ciudades de la isla, como Las Tunas o Pinar del Río, se replicaron caravanas similares. La iniciativa, promovida por el gobierno cubano y sus simpatizantes dentro y fuera del país, se complementó el fin de semana con movilizaciones en el exterior, desde veinte ciudades estadounidenses como Miami, Nueva York y Washington hasta Uruguay, Ecuador, Italia, Irán, Australia, Tanzania o Guinea Bissau.

El presidente de Cuba, Miguel Díaz Canel, saludó a las miles de personas que se manifestaron en las calles para construir "puentes de amor". "En más de 20 ciudades de varios continentes, y las de Santa Clara y Las Tunas en Cuba, son muchos los que reclaman lo mismo en todos los idiomas", escribió el recientemente electo primer secretario del Partido Comunista de Cuba. "Hoy son miles, mañana serán millones y un día será toda la humanidad. No hay crimen que dure 100 años, ni pueblo soberano que acepte someterse", aseguró Díaz Canel.

Se trató de la segunda concentración masiva en Cuba este año para pedir el fin del bloqueo, luego de que el pasado 28 de marzo desfilara en la avenida del Malecón de La Habana una primera caravana de decenas de coches, motos, bicicletas e incluso patinadores. Debido al éxito de ambas convocatorias, ya se organizó una nueva para el próximo domingo 30 de mayo.

Cuba llevará en junio ante la Asamblea General de la ONU la resolución que presenta cada año para pedir el fin del embargo de Estados Unidos, y que en 2020 tuvo que posponer debido a la pandemia del coronavirus. La votación más reciente, en noviembre del 2019, se saldó con el respaldo de 187 de los 192 países miembros. Fuera de la previsible negativa estadounidense y de su aliado incondicional, Israel, las novedades en esa ocasión fueron el voto en contra de Brasil y la abstención de Colombia, un fiel reflejo del deterioro de sus relaciones con la isla tras la asunción de los presidentes Jair Bolsonaro e Iván Duque.

En sus cuatro años en el poder, Donald Trump suprimió los canales legales de envío de remesas, endureció los requisitos para viajar a la isla, vetó los cruceros, prohibió los vuelos a todos los aeropuertos cubanos excepto el de La Habana y volvió a incluir a Cuba en la lista de países patrocinadores del terrorismo. La inclusión de un país en esta lista negra implica trabas al comercio y más sanciones de las que ya sufre Cuba debido al embargo comercial y financiero que le imponen los estadounidenses. 

En 2015 Obama había retomado la relación bilateral con el entonces presidente Raúl Castro y retiró a Cuba de ese listado, reconociendo que los esfuerzos de medio siglo de Estados Unidos para aislar a la isla "habían sido un fracaso". Pero Trump revirtió ese acercamiento apenas asumió en 2017, recrudeciendo el embargo vigente desde 1962. Según las autoridades, a precios corrientes, los daños acumulados en casi seis décadas de embargo suman 144.413 millones de dólares.

La llegada de Joe Biden a la Casa Blanca en enero pasado avivó las esperanzas de que el país del norte alivie las sanciones. Sin embargo, en marzo la vocera de la Casa Blanca, Jen Psaki, dijo que Biden no tiene entre sus prioridades un acercamiento a Cuba. Las declaraciones de Psaki se produjeron una semana después de que un grupo de 80 congresistas demócratas enviaran una carta al mandatario solicitándole un cambio frente a las "crueles políticas y restricciones" impuestas desde Washington hacia la Isla en las últimas décadas

El texto, que pedía renovar el diálogo “productivo” con el gobierno cubano, le recordó al mandatario demócrata que "con un trazo de bolígrafo puede ayudar a las familias cubanas en dificultades y promover un enfoque más constructivo al volver rápidamente a la política de compromiso y normalización de las relaciones".