El fiscal ante la Cámara de Casación Raúl Pleé es uno de los que está en la mira por sus visitas a Mauricio Macri en Olivos. Ante el procurador interino Eduardo Casal, que sin mucho entusiasmo indagó en su caso, Pleé admitió su paso por la quinta presidencial e incluso dijo más: reveló que allí el expresidente le explicó por qué no impulsaría su designación como Procurador General y le pidió que no dejara su cargo ante el máximo tribunal penal del país por no ser su elegido para reemplazar a la desplazada Alejandra Gils Carbó. A pesar del tenor de la declaración, Casal --en el ojo de la tormenta por el reto público a trece fiscalas-- archivó sin más las actuaciones contra el fiscal, pero este jueves el tema volverá a ser eje de la reunión de la Comisión Bicameral sobre el Ministerio Público.
El 23 de marzo de 2018, Pleé fue a Olivos a reunirse con Macri. Ese mismo día estuvo en la residencia presidencial uno de los amigos de Macri que se sentaba a la llamada "mesa judicial", el entonces director general de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) Gustavo Arribas, según adelantó el 1 de abril el portal El Destape.
Doce días después de la publicación, Pleé hizo un descargo ante Casal y reconoció haber estado en Olivos sin hacer mención alguna a la presencia del exjefe de los servicios. "Es cierto que en el mes de marzo de 2018, más precisamente el lunes 19, fui convocado --a través de su secretaría privada-- por el entonces Presidente de la Nación, ingeniero Mauricio Macri, a una reunión a desarrollarse en sus oficinas a la quinta presidencial de Olivos", escribió Pleé.
El fiscal --uno de los pesos pesados de Comodoro Py-- explicó que, al momento de recibir la invitación, aún tenía expectativas de ser el candidato de Macri a la Procuración, cargo que había quedado vacante tras la renuncia forzada de Gils Carbó a finales de 2017. Pero un día antes de que se concretara el encuentro en Olivos esa expectativa se había hecho añicos: Macri se había reunido con su candidata, la jueza del Tribunal Superior de Justicia porteño Inés Weinberg de Roca.
"Al concretarse ese encuentro, el día viernes 23 de marzo, el entonces Presidente (quien ya había adelantado uno o dos días antes el nombre de la postulante) me indicó los motivos de su elección en otra persona requiriéndome que, a pesar de no ser el elegido, permaneciera en mi cargo un tiempo más sin acogerme a los beneficios jubilatorios", añadió Pleé.
De hecho, el fiscal no solo se quedó hasta el final del gobierno de Macri, a quien conocía de Boca Juniors, donde había formado parte de la comisión asesora en materia de seguridad, sino que también atinó con jubilarse a principios de la presidencia de Alberto Fernández, pero dio marcha atrás.
El descargo de Pleé ante la Procuración estuvo centrado en decir que ya había trascendido su reunión con Macri en 2018 y que no entendía por qué volvía ahora a la luz. Por eso acompañó su escueto oficio a Casal con dos notas que no lo dejan del todo bien parado del lado de la autonomía del Ministerio Público. La de Clarín decía que era difícil decirle que no a un presidente, por lo que justificaba la permanencia del fiscal en el quinto piso del edificio de Comodoro Py. "Pleé dijo que se iba a quedar, pero no para ayudar a Weinbeg de Roca, sino a Macri", completaba el artículo de La Nación.
Algo de ese presagio parece haberse cumplido. En los últimos días, Pleé pidió que la Corte revoque los sobreseimientos que dictó la Sala I de la Cámara Federal de Casación Penal en la causa del dólar futuro --entre otros, a Cristina Fernández de Kirchner y a Axel Kicillof-- y fue uno de los que maniobró fuertemente para que la causa de espionaje de Lomas --en la que están acusados el propio Arribas y el secretario privado de Macri, Darío Nieto-- pasara a Comodoro Py.
Casal cerró el tema de la visita de Pleé sin más. "Lo relatado por el magistrado, coincidente en lo sustancial con las publicaciones que cita (contemporáneas con el hecho al que se refieren), más allá de las diferentes interpretaciones y especulaciones a las que recientemente habrían dado lugar, que desde ya corren por cuenta de sus autores, pues ninguna se apoya en un registro fidedigno de lo sucedido, imponen la reserva de la actuaciones sin más trámite, lo que así resuelvo", escribió el 16 de abril, tres días después de que Pleé presentara su descargo.
Pleé no fue el único visitante de Macri. Lo visitaron también el presidente de la Cámara Federal de Casación Penal, Gustavo Hornos, y el camarista Mariano Borinsky, que lo frecuentó en Olivos. Hornos, como recuerda el artículo de La Nación que acompañó Pleé, también sonaba como candidato de Macri para la Procuración General.
La discusión en el Congreso
El expediente del fiscal llegó el lunes a la Comisión Bicameral sobre el Ministerio Público, que preside el senador del Frente de Todos Martín Doñate. La comisión se reunirá el próximo jueves para analizar fundamentalmente la respuesta de Casal sobre la visita de Pleé a Olivos y la reprimenda pública que emprendió contra trece fiscalas que se reunieron con el ministro de Justicia Martín Soria para hacer sugerencias para que la reforma del Ministerio Público tenga una perspectiva de género.
Como informó este diario, Casal rechazó un pedido de la presidenta del PRO, Patricia Bullrich, y de Florencia Arietto para imponer medidas disciplinarias contra las fiscalas, pero aprovechó la ocasión para decirles que canalicen sus inquietudes a través de las vías correspondientes --o sea, él, lo que es una limitación a la libertad de expresión-- y las dejó expuestas ante todos los fiscales y las fiscalas que recibieron el tirón de orejas del procurador interino. El repudio a la resolución de Casal recorrió todo el arco de funcionarios y trabajadores del sistema de justicia, por lo que el lunes intentó "aclarar" los alcances de su anterior decisión, pero oscureció.