Promediando la segunda semana de vigencia del DNU que interrumpe las clases presenciales en la zona del AMBA, desacatada por el gobierno local de Horacio Rodríguez Larreta, judicializada y avalada por la justicia de la ciudad, a pesar del fallo en contrario de un juez federal que la remite a la Corte la que a su vez se declaró competente, la huelga docente en cabeza de UTE Ctera y de ADEMYS, con el apoyo de Ate Capital sigue su curso y las escuelas públicas de la Capital están paralizadas.
Tal como lo definieron las CTA porteñas y la CTEP Capital el pasado viernes, junto con diferentes organizaciones políticas, sindicales y de DD.HH, este miércoles 28 se llevará a cabo una Jornada de Protesta en toda la ciudad de Buenos Aires bajo el lema: “Lo esencial es la vida, no a la campaña de Larreta”. Empezará con una conferencia de prensa a las 8 horas en el Obelisco para informar los alcances de la iniciativa y denunciar, una vez más, la irresponsabilidad del Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.
El viernes próximo expira el plazo fijado en el DNU presidencial y el gobierno de la ciudad no ha logrado imponer su voluntad ante la resistencia de los trabajadores de la educación, con el apoyo de toda la comunidad educativa y la solidaridad de los centros de estudiantes del nivel secundario.
Asistimos a una huelga política donde no hay reivindicación económica, y el objetivo al decir de uno de sus líderes, Eduardo López lo evidencia: “El paro a la presencialidad es una medida de fuerza para preservar la vida. Atraviesa todas las consideraciones acerca de la condición humana para hacer trinchera en defensa de la vida misma. La lucha que estamos dando es básicamente para salvar vidas. Sabemos que no estamos solos: La inmensa mayoría de la comunidad educativa nos acompaña. Las escuelas hoy, como meros edificios, no funcionan. El paro fue más que una medida gremial, ha sido, sobre todo, una acción común de madres, padres, estudiantes y docentes en defensa propia. Así, hoy, la educación está pasando por otro lado. Funciona en la virtualidad ya que es el formato que nos permite a todos abrazar la vida y soñar con un retorno pleno y sin riesgos”.
Avalados legalmente por un DNU del Presidente de la Nación, presionados por la amenaza del no pago de los días de huelga, y extorsionados los padres que no mandan a sus hijos en forma presencial con la falta de clases virtuales, los trabajadores sostienen la parada frente a un gobierno destemplado que comienza a sentir su propia derrota. Un ejemplo de resistencia pacífica con una forma de expresión que preserva la seguridad de todos.
La evolución de la pandemia va llegando a picos de contagios y muertos desconocidos durante el año anterior. La aparición de nuevas cepas, más agresivo y contagioso empieza golpear a los más jóvenes y el promedio de edad de los habitantes de las terapias intensivas bajó más de 15 años. La experiencia internacional demuestra que la vuelta a las clases presenciales devino en aumentos sustantivos de contagios, obligando en muchos casos a dar marcha atrás. Lógicamente es lo que se está verificando en nuestro país, sólo que aquí el negacionismo protegido por los grandes medios lo convierte en un “casus belli”. No vale leerlo como una cuestión moral sino como parte de una estrategia obstruccionista que busca polarizar a como dé lugar poniendo a la vida de los argentinos, una vez más, detrás de sus ambiciones.
El valor de esta huelga se entiende en clave de la acción colectiva de los trabajadores en defensa de sus intereses. Creer que un gobierno popular inhibe la protesta colectiva es desconocer la historia del movimiento obrero a lo largo del tiempo. En la cabeza de del propio López, Angélica Graciano o del “tanito” Daniel Catalano anida la convicción de que la participación de los trabajadores en la vida política se vincula al protagonismo activo de los mismos en defensa de la vida, de la salud, y de sus intereses económicos. Las conducciones locales de los gremios de CABA se muestran solidarios con los que luchan. Al gobierno de Horacio Rodríguez Larreta sólo lo defienden sus ministros y los voceros de la derecha vernácula. La profundización de las medidas de restricción se impone por el agravamiento de la pandemia dejando el respingo del jefe de gobierno en el baúl de los recuerdos, la huelga de UTE, ADEMYS y ATE será reivindicada por mucho tiempo.
Esperar el fallo de la Corte Suprema no resuelve nada, cuando la vigencia del decreto lo volverá extemporáneo en pocas horas, del resto se encargará el avance de la pandemia. La memoria suple lo inexplicable del poder judicial y permite formar la conciencia colectiva de los derechos ciudadanos.
La gobernabilidad en tiempos de pandemia está sujeta al respeto de la vida y la salud de todos e impone decisiones de gobierno que sólo valen por su cumplimiento. Los países tomados como ejemplo que han logrado éxitos relativos demuestran que cuando los gobiernos imponen restricciones, esas van acompañadas de firmeza y de sanciones. Argentina tiene una amplia mayoría dispuesta a cumplirlas. Sólo una minoría negadora de la realidad pretende imponer su cultura individualista en nombre de la libertad. La inminencia de nuevas restricciones hace esperable medidas contundentes que sirvan para parar la ola de contagios.