Estéfano Barrios, de 28 años, murió en el marco de una situación para nada clara en la que intervino la policía, en Salvador Mazza, pueblo que linda con Bolivia. Los policías declararon que el joven se autolesionó cortándose el cuello con una botella, mientras que los familiares del fallecido responsabilizan a los efectivos y denuncian que lo mataron.
Por otro lado en Capital, el sábado a la madrugada, un policía le disparó a otro joven por la espalda. La Comisión de Familiares de Víctimas contra el Gatillo Fácil manifestó su repudio a la violencia policial que se ejerce contra los jóvenes en los barrios y responsabilizaron al gobierno provincial.
En la causa por Barrios interviene el fiscal Gonzalo Vega. El cuerpo del joven se encuentra en Orán, como es la práctica por la pandemia del coronavirus, le hicieron un hisopado para saber si había contraído la covid-19 y se esperan los resultados para recién luego hacer la autopsia.
Los hechos que aún se deben esclarecer por la justicia ocurrieron el lunes último alrededor de las 5.30, en la calle Joaquín Castellanos. El joven caminaba por la calle en el barrio Pueblo Nuevo, y la policía lo siguió. El Ministerio Público Fiscal indicó que "habría tenido consumos problemáticos de sustancias" y huyó de los efectivos que realizaban "un control de rutina". Esta versión no es creíble para la familia del fallecido, y menos las primeras declaraciones del personal policial, debido a que aseguraron que "Barrios tropezó durante la persecución, rompió la botella que portaba y se habría autolesionado con los vidrios".
El periodista Raúl Costes, quien reside en Salvador Mazza, explicó que la versión policial en el pueblo fue que siguieron al joven cuando circulaba con una botella en la mano por la avenida 9 de Julio, Barrios dobló por otra calle y llegó hasta un montículo de tierra, donde rompió la botella. Luego siguió en dirección sur, por la calle Joaquín Castellanos pasa frente al Escuadrón 61 de Gendarmería Nacional hasta la esquina, donde la policía lo alcanza, "trata de calmarlo", el joven grita y se lleva el resto del envase al cuello cortándose la yugular.
El padre del joven, Jorge Barrios, responsabilizó a los policías por la muerte de su hijo. Contó que el cuerpo presenta una herida profunda en el cuello con un corte de más de 20 centímetros. "Es raro que él se haya podido hacer esas heridas. Tiene las dos manos cerradas como si hubieran estado esposadas. La vena yugular para mí está cortada. Hay sangre en un solo lugar. Para mí, la policía lo corrió y le cortaron la garganta. Cuando le vi la herida me dí cuenta de que me lo mataron", sostuvo.
Barrios indicó que su hijo no tiene sangre en la ropa o en las manos, pero la ropa está sucia con tierra, como si lo hubieran arrastrado, agregó. Aseguró que hay personas que dijeron haber escuchado pedidos de ayuda.
La tía del fallecido, Alejandra Barrios, señaló a Salta/12 que la policía dio versiones contradictorias en los medios locales, una de esas versiones sería la de que lo siguieron y que el joven llevaba una botella, en cambio, otro relato dice que Barrios tenía las manos dentro de los bolsillos y que no le dieron la voz de alto porque no sabían qué podía tener en los bolsillos.
El padre añadió que la ambulancia demoró media hora en llegar y que no está esclarecido si su hijo llegó vivo o ya fallecido al hospital. El Ministerio Público Fiscal informó que llegó con vida.
La madre del joven, Julia Verdún, y un hermano mayor denunciaron a la policía. El padre informó además que el lunes por la noche la policía rondaba la casa de ambos denunciantes.
"Mi hijo está ultrajado. Ninguna persona que está en actitud de suicidarse se va a romper los pantalones, va estar todo ramaleado, revolcado, ultrajado", dijo la madre a la revista Actualidad Informa. La mujer manifestó que el joven estaba lastimado. Respecto a la notificación del fallecimiento, detalló que la policía no le informó de la muerte, que solo recibió un llamado en que le decían que estaba grave en el hospital.
"El comisario dijo que Estéfano tenía alucinaciones, Yo no creo que hubiera estado consumiendo drogas. No se va a matar por estar consumiendo. No le encontraron nada de droga", sostuvo el padre. "Él amaba su vida, era muy solidario", tenía proyectos, estaba feliz y no tenía tendencia a autolesionarse o al suicidio, añadió.
La tía también señaló que el teléfono celular del joven desapareció y consideró que allí debía haber información de sus últimas horas de vida.
Estéfano Barrios tenía dos hijos y una hija. Su familia contó que era conocido en Salvador Mazza porque se dedicaba a la venta de pescados. Ahora reclaman justicia por él.
Gatillo fácil en Capital
La vecina Teresa Mendoza denunció que el domingo a la madrugada la policía le disparó a su hijo de 22 años en el barrio Ampliación Solís Pizarro de la ciudad de Salta. "Tiene una herida profunda. Agradezco que lo puede contar", manifestó la madre.
El joven Luis Vásquez tiene una discapacidad, ya que no ve de un ojo y no escucha de un oído. El domingo a la madrugada, entre las 3 o 4 de la mañana, acompañaba a su pareja que está embarazada a tomar un remís. La madre indicó que llegaron dos móviles policiales y personal del Grupo de Operaciones Policiales de Alto Riesgo (Gopar) "empezó a agredirlo para que se vaya, él hizo caso, no tiene antecedentes, dice que no estaban haciendo nada". Sin embargo, un policía "le puso el arma en la espalda, le dijo que corra y le disparó, le hizo un agujero a la campera, a la ropa, le causó una herida grandísima de 4 centímetros de diámetro y de profundidad", denunció la madre.
La situación de violencia policial ocurrió frente a la novia del joven y dos amigas. La familia llevó a Vásquez al Hospital San Bernardo para que reciba asistencia médica. La madre dijo que el médico que lo atendió resaltó que la herida casi le daña los pulmones. "Fue a quemarropa", manifestó Mendoza, quien realizó la denuncia en la Comisaría 9.
Mendoza indicó que en la zona suele intervenir la policía del barrio San Rafael, y que habrían actuado con el Gopar. Respecto al efectivo que lesionó al hijo, por el uniforme deducen que era de este grupo especializado.
La madre dijo que hizo la denuncia para que no haya otros jóvenes víctimas de abuso policial, aunque señaló que teme represalias de la fuerza de seguridad.
La Comisión de Familiares de Víctimas de Gatillo Fácil emitió un comunicado a raíz de lo ocurrido con Vásquez, en repudio a "las políticas de represión y brutalidad policial a la que son sometidos los jóvenes en todos los barrios populares de Salta" y denunció que el Gobierno les da impunidad a los policías que siguen en el aparato represivo.
Ante la consulta de Salta/12, la Policía de Salta indicó que los dos hechos están judicializados y remitió a solicitar información en el Ministerio Público Fiscal.