La Federación de Rugby de Nueva Zelanda (NZR) decidirá este jueves, a través de una votación de la asamblea general, si acepta vender un porcentaje de la marca "All Blacks" a un fondo de inversión estadounidense, en una cuestión que desató un debate nacional durante varios días en Nueva Zelanda.
La propuesta del fondo Silver Lake, con sede en California, consta de pagar 280 millones de dólares para adquirir parte de la marca "All Blacks", el nombre popularizado en el mundo con que se conoce a los tres veces campeones del mundo.
Silver Lake quiere comprar el 12,5% de los derechos comerciales y la posibilidad de negociar acuerdos en todo el mundo para vender derechos de televisión y derivados, señaló el portal NewsHub de Nueva Zelanda. La operación elevaría el valor comercial global del rugby de Nueva Zelanda a 2.200 millones de dólares, de acuerdo a las estimaciones. Sin embargo, varias estrellas y ex jugadores se pronunciaron en contra del convenio, e incluso escribieron una carta pública en la que manifestaron su desacuerdo.
Hace cuatro semanas, el capitán de los All Blacks, Sam Cane, apoyado por sus compañeros Aaron Smith, Sam Whitelock y Dane Coles, así como el presidente de la Asociación de Jugadores (NZRPA), David Kirk, y la capitana de Black Ferns (seleccionado femenino), Sarah Hirini, entre los nombres más pesados, firmaron una carta dirigida a la NZR para oponerse al acuerdo.
Uno de los puntos de debate más álgido tiene que ver con el Haka, el ritual maorí previo al juego que es casi tan famoso como los All Blacks y que hasta ahora no estaba a la venta. En el debate de los últimos días, algunos compararon el posible veto de los jugadores a lo sucedido la semana pasada con la frustrada Superliga en el fútbol europeo por parte de muchos clubes.
Para Mark Robinson, máximo dirigente de la NZR, este acuerdo permitiría "transformar" el rugby de Nueva Zelanda y, sobre todo, proporcionar una ganancia inesperada a los clubes locales, a menudo en rojo, a pesar del éxito de los All Blacks en los todas las canchas del planeta. Situación que incluso se agudizó como consecuencia de la pandemia de coronavirus.
"Los clubes han vendido sus almas", dijo en NZ Radio uno de los predecesores de Robinson, David Moffett, quien cree que Silver Lake "intentará exprimir a los All Blacks como limones, aunque eso signifique hacerlos jugar partidos de exhibición sin sentido en Estados Unidos".