“Argentina pudo estar ya inmunizada”, es el título de la columna publicada este miércoles por Joaquín Morales Solá en el diario La Nación. Para llegar a semejante conclusión recurre a una fuente no identificada (“un funcionario del área de Salud que pidió el anonimato”) que le dijo que Pfizer ofreció 13,3 millones de dosis, que Argentina no habría logrado comprar, y el fondo Covax otros 25 millones, de los que el Gobierno solo habría aceptado 2 millones y medio. Según Morales Solá, esas vacunas ya hubiesen llegado al país e inmunizado a “casi toda la población”.
El periodista se podría haber ahorrado su informante secreto. La oferta de Pfizer fue revelada hace tiempo por el Ministerio de Salud y, si para él era demasiado trabajo consultar con la fuente oficial, le hubiera alcanzado con leer el diario en el que escribe. Hace semanas, ya habían publicado esa cifra, como todos los demás medios, en otra nota de lobby a favor del laboratorio norteamericano firmada por Hugo Alconada Mon, quien sí identifica al Ministerio como su fuente y además cuenta que la cifra se había reducido a 3 millones apenas Pfizer empezó a tener problemas para cumplir sus contratos en todo el mundo.
Pero más insólita es la afirmación de que si Argentina hubiera aceptado las condiciones que puso Pfizer --que la ley argentina no contempla y el propio The New York Times consideró abusivas-- ya hubieran llegado al país esas 13,3 millones de dosis.
Pfizer incumplió hasta ahora todos sus compromisos en América latina. A principios de marzo solo había cubierto el 1,6% de sus contratos en la región.
Chile y Uruguay
En los casos tan elogiados en la prensa argentina de Chile y Uruguay, su aporte fue claramente marginal. En Uruguay solo aportó, al 16 de abril, 234.350 dosis de las 2.024.350 que había recibido ese país, que logró llevar adelante su exitoso plan vacunatorio gracias a la china Coronavac, de la que llegaron 1.742.000 dosis.
A Chile le fue un poco mejor, pero lejos de lo soñado por Morales Solá. Al 8 de abril habían llegado 1.886.625 dosis de Pfizer, por lo que el plan de vacunación se basó en la china Sinovac, que aportó 11.971.476.
Brasil por su parte, también tuvo una dura negociación con Pfizer. El año pasado rechazó tres propuestas del laboratorio y llegó a un cuestionado acuerdo recién en marzo de 2021, que encima se filtró a los medios pese al estricto compromiso de confidencialidad. Es por cien millones de dosis de las que no se conocen los planes de entrega. Sin embargo, se puede tomar como referencia que a fines de marzo Brasil tenía contratadas 562 millones de dosis de las que había recibido efectivamente 25,1 millones, un 4,4% de lo convenido.
Por esas fechas, Argentina tenía contratadas 66,6 millones de dosis y habían llegado 4,9 millones, un 7,3%.
En toda su nota, Morales Solá no ofrece ni un solo argumento de por qué Pfizer hubiera entregado en los primeros cuatro meses del año semejante cantidad de dosis a la Argentina. No lo hace porque no existe.
Su único objetivo es hacer lobby a favor del laboratorio norteamericano ya que volvieron a abrirse las negociaciones con Argentina.
El caso de Covax
La mentira escala junto con el número de vacunas en el caso de Covax, el consorcio internacional para la distribución igualitaria de vacunas entre los países menos favorecidos.
El “informante” le dijo a Morales Solá, según él reproduce, que Argentina solo aceptó 2,5 millones de dosis sobre 25 millones ofrecidas. Es difícil saber de dónde sale esa cifra ya que Argentina contrató con Covax (según los informes difundidos por el Ministerio de Salud, no es ningún secreto) un total de 9.070.000 vacunas.
Como todos los proveedores, tampoco Covax pudo cumplir con sus contratos ya que los propios laboratorios, entre ellos Pfizer y AstraZeneca, no le entregaron ni remotamente lo prometido. Por ello, Covax solo se comprometió a entregarle a Argentina, en la primera mitad del año, 1.900.000 dosis. Hasta ahora solo llegaron, en dos entregas, un total de 1.082.000 vacunas, todas de AstraZeneca. De Pfizer ni noticias.
Así que todavía falta el arribo de 972.000 dosis para completar lo anunciado para la primera mitad del año. Y cuando lleguen, todavía habrá que esperar otras 7.126.000 para completar lo ya contratado y pagado por la Argentina.
En su página oficial, este 28 de abril la propia organización que distribuye las vacunas Covax difunde que hasta ahora distribuyeron 49 millones de vacunas entre los 120 países participantes. Y Morales Solá afirma que si el Gobierno hubiese querido ya se hubieran aplicado solo en Argentina 25.000.000 de vacunas provistas por Covax. Desopilante.
El resto de la nota, lo dedica a abrir sospechas sobre las vacunas de las que realmente dispuso el país --Sputnik, Sinopharm y AstraZeneca--, gracias a las oportunas decisiones tomadas por el Gobierno nacional. Con ellas, sobretodo la rusa y la china ya que AstraZeneca está muy retrasada, se llevó adelante una campaña de vacunación menos acelerada de lo previsto, en base a los contratos firmados por el Estado e incumplidos por todos los laboratorios, pero notablemente exitosa en comparación a lo logrado por la gran mayoría de los países.
“El país y la historia necesitan saber de quién fue la culpa de semejante extravío”, termina la nota de Morales Solá. Y en eso es notablemente preciso. “Extravío” es quizás la mejor forma de calificar su columna.