El Gobierno bonaerense está convencido de que reducir el crecimiento de contagios de coronavirus es una noticia auspiciosa, pero absolutamente insuficiente. "Hay que lograr bajar la curva", repite Axel Kicillof y alerta acerca del peligro que implica que se extienda en el tiempo una meseta alta. La situación sanitaria "sería un desastre", advierte.
Bajo esta premisa, el mandatario mantuvo un encuentro virtual con los 135 intendentes de la Provincia para evaluar el panorama epidemiológico y abordar los pasos a seguir en vistas a disminuir los casos de Covid-19.
En ese marco, Kicillof le comunicó a los jefes comunales que durante los últimos días se avanzó en conversaciones con el Gobierno Nacional y las autoridades de la Ciudad de Buenos Aires para articular medidas de cuidado en la zona metropolitana.
Tras la escalada de tensión que hubo a partir de la desobediencia de Horacio Rodríguez Larreta en torno a la presencialidad en las escuelas, el Gobernador afirmó que su "vocación sigue siendo trabajar en conjunto y acompañar las decisiones que tome el Presidente”.
Durante la reunión, Kicillof escuchó a los intendentes y coincidió en que para reducir los contagios resulta imprescindible disminuir la circulación y, al mismo tiempo, profundizar los cuidados personales y el cumplimiento de los protocolos. “Hemos hecho un esfuerzo muy grande para ampliar el sistema sanitario, pero hemos visto en otros lugares del mundo que no hay capacidad de respuesta que alcance cuando el aumento de los casos es exponencial”, explicó.
Del encuentro virtual también participó el viceministro de Salud, Nicolás Kreplak, quien señaló que las medidas de restricción adoptadas en las últimas semanas "han sido efectivas para disminuir el crecimiento de los casos, lo que vuelve a demostrar la eficacia de las restricciones sobre la circulación”. “Tenemos que trabajar para revertir la situación porque, mientras haya más ingresos que egresos en los hospitales, el sistema sanitario estará en riesgo”, añadió.
El lomense Martín Insaurralde, remarcó que apoyará las medidas que tome el Gobierno Nacional, dado que es "necesario disminuir la circulación en el AMBA para poder cortar la cadena de contagios”. Por su parte, el jefe comunal Iván Villagrán indicó que en Carmen de Areco pasaron a fase 2 y "las nuevas medidas fueron bien recibidas por la comunidad”.
En relación a los avances de la campaña de vacunación, Kicillof rescató que haber trabajado en conjunto "permitió adoptar medidas que le pusieron un techo a los contagios"; y expresó que en este momento es necesario "seguir implementando acciones para bajar la curva mientras se sigue vacunando”.
Previo al encuentro con los jefes comunales, en una actividad en Quilmes junto Mayra Mendoza, el mandatario provincial destacó la importancia de la reunión que el miércoles mantuvieron distintos gobernadores con el presidente Alberto Fernández y contó que la ministra de Salud, Carla Vizzotti, les explicó "de manera muy cruda que la situación es muy preocupante".
Kicillof subrayó la necesidad "de recudir la velocidad de contagios, no sólo de aplanar la curva" y remarcó que "30 mil casos de coronavirus todos los días, significa una cantidad muy grande de enfermos graves y fallecidos".
La evaluación que realiza es que una parte del sistema de salud de la Ciudad "ya desbordó" y que así "no hay hospitales que aguanten". En ese sentido, contó que el ministro de Salud porteño, Fernán Quirós, explicó que la Ciudad Autónoma de Buenos Aires "tiene ocupado el 84% de las camas del sistema de salud público y el 88% del privadas", con lo cual la capacidad "ya está llena" y analizó que "con esos márgenes no se pude brindar atención".
La conclusión a la que llega Kicillof es la siguiente: "La Ciudad de Buenos Aire tiene el sistema más robusto de la Argentina, con 33 hospitales municipales que antes eran nacionales. Si eso está colmado, ¿qué le queda al resto el país?".