Un conjunto de dirigentes sindicales, empresarios y de movimientos sociales pidieron que una mesa de expertos diseñe "pautas de alarma" para que "con un criterio científico se adopten estrictas medidas", ante el avance de la segunda ola de contagios de coronavirus.
A través de un documento titulado "Primero está la vida. Ya no hay tiempo. Ahora hay que parar" alertaron que la situación sanitaria "ha comenzado a colapsar" en distintos puntos del país y señalaron que "cualquier proyección realizable indica que en los próximos días los enfermos graves no tendrán cama", a lo cual agregaron el "desgaste físico y psíquico" de los trabajadores de la salud.
La solicitada fue firmada por la CTA de los Argentinos, conducida por el diputado nacional Hugo Yasky; el Frente Sindical por el Modelo Nacional, liderado por Hugo y Pablo Moyano; la Corriente Federal de los Trabajadores, referenciada en el bancario Sergio Palazzo; así como también por la Confederación General Económica (CGE); la Asamblea de Pequeños y Medianos Empresarios (APYME); la Central de Entidades Empresarias Nacionales (CEEN); el Frente Milagro Sala; y el CTD Aníbal Verón; entre otros.
"Superamos con creces el pico de contagios de la primera ola: 29.477 en abril de este año contra los 18.326 de octubre de 2020. Con tasas de incidencia menores a la mitad de las que hoy observa Argentina, países como Alemania, Uruguay y Chile, redujeron al mínimo la circulación y suspendieron la presencialidad escolar. Estos datos tan crudos, con anuncios de muertes incluidos, se vuelven difíciles de asimilar para la población", subrayaron.
Ante ese análisis, los grupos firmantes de la solicitada señalaron que "las autoridades deben tomar plena conciencia de la gravedad del momento" y remarcaron: "El punto crítico en el que entramos no deja lugar para ninguna especulación política, para ninguna disputa partidaria, para ningún interés sectorial".
"Necesitamos de manera urgente que el Gobierno Nacional -y todas las jurisdicciones provinciales y municipales sin excepción- apliquen decididamente las máximas restricciones de circulación para dar tiempo a la campaña de vacunación. Debe aplicarse una estricta suspensión de actividades con aislamiento preventivo y obligatorio en las zonas con mayor riesgo epidemiológico", plantearon.
En ese sentido, aclararon que "para que esta suspensión sea efectiva, el Gobierno nacional y todos los gobiernos provinciales deben garantizar la ayuda estatal para quienes no puedan ejercer su trabajo por este período" e indicaron que "es preciso que los alimentos lleguen a los sectores sociales más afectados y que se destinen fondos presupuestarios para ello, desde todas las jurisdicciones, porque tampoco se puede enfrentar la pandemia con hambre".
"Hoy es el tiempo límite de cuidar la salud por encima de todo ya que toda dilación se pagará en vidas humanas", añadieron.
Como cierre del documento, pidieron al Gobierno que convoque "una mesa de expertos que señalen las pautas de alarma para tomar medidas estrictas" e hicieron hincapié en que "sin partidismo, la ciencia debe estar a la altura de las necesidades del pueblo".
También afirmaron que se debe "generar un sistema de comunicación permanente a la población, con criterios unificados, claros y conducentes, que explique la evolución de los casos y las decisiones adoptadas porque las medidas tendrán un impacto positivo a los 10 días de su implementación".