El mapa de la música es tan amplio como diverso. En él, Billie Holiday, Ella Fitzgerald, Nina Simone o Frank Sinatra son algunos de los nombres más resonantes del universo del los standard. Para difundir el legado de estos y otros artistas, hoy y desde hace exactamente una década, se celebra en todo el mundo el Día Internacional del Jazz.
La fecha del 30 de abril fue establecida por la UNESCO en 2011 para “sensibilizar al público general sobre las virtudes del jazz como herramienta educativa, agente de cambio social y refuerzo de la cooperación entre pueblos. Gobiernos, organizaciones de la sociedad civil, instituciones educativas y la ciudadanía implicada en la promoción de la música jazz, aprovecharán esta oportunidad para fomentar la idea de que el jazz también contribuye a la construcción de sociedades más inclusivas”, destacaron desde la institución.
En este contexto, Salta/12 invitó a diferentes jazzistas salteños a reflexionar sobre la actualidad del género en una provincia con una arraigada tradición folklórica, pero también con sus propios fanáticos del swing.
En primer término, la saxofonista Gala Soler, opinó “que el jazz es algo universal, como toda forma de arte profunda y genuina. Si bien se originó hace varios años en Nueva Orleans y es en Estados Unidos donde está el epicentro de músicos, de lugares, y hasta de escuelas como Berkley, evolucionó de tal forma que está presente en todo el mundo” dijo y ejemplificó: “Tuve la oportunidad de visitar varios países de África, de vivir en la India por un año y de conocer a músicos muy buenos de diferentes nacionalidades, cada uno con sus particularidades, fusionando el jazz con ritmos originarios y folklóricos de su lugar de origen”.
Así, y con foco local, la vientista consideró que “Salta y el norte argentino no son la excepción. Salta alberga músicos de jazz muy buenos, algunos tuvieron la oportunidad de estudiar en Buenos Aires, pero otros son autodidactas y creo que algo interesante que se está dando en la escena local es que estos músicos también componen temas propios con influencias variadas y no se limitan a tocar solo standards (covers) de jazz”. Enumeró: “Fernando Mendieta, guitarrista salteño con el que estoy tocando actualmente; Dario Arroyo (guitarra), el Duende Flores (bajo), Pablo Vaca (saxo), Inti Vilte (batería), Lucía Díaz de Vivar (voz), son algunos de los músicos salteños que creo, están en este viaje y de los que escuché tremendos temas y discos. Y no puedo dejar de mencionar a aquellos salteños por adopción como Leo Goldstein, Martin Misa, Juan Pablo Mayor, que vienen hace años sentando bases, trayendo y compartiendo data y generando movidas”, exaltó.
“Como saxofonista, me interesa la idea de aprender sobre el jazz, de analizar a los grosos, de copiar y sacar recursos de los grandes, pero también creo que es importante el explorar este camino de composición, de descubrimiento de un sonido e identidad propia y eso es algo que siento, de a poco va evolucionando por aquí”, concluyó.
Por su parte, el bajista Matías Saluzzi destacó que "actualmente el jazz en Salta tiene cada día más oyentes. Muchos jóvenes se interesan en ese y en otros géneros siendo que en Salta predomina y es tierra del folklore, por así decirlo”, indicó. Añadió: “el jazz es un género que indudablemente no es nuestro y eso hace que cada músico lo interprete aquí a su manera, algunos con buenos argumentos musicales y otros no tanto, pero en el jazz está todo permitido. Para la música en general siempre va a faltar algo. Es por eso que el verdadero músico está siempre en la búsqueda constante”, subrayó.
Asimismo, la saxofonista Yamile Burich, que en 2020 estuvo nominada a los Premios Gardel por su trabajo Alegría, en la terna que reconoce al género, relató: “Para mí poder tocar en Salta es una experiencia siempre muy hermosa y un honor ser convocada. Compartir músicas y charlas con amigos y amigas de muchos años, gente muy querida. Gracias al Festival de Jazz y al Café del Tiempo tuve la posibilidad de tocar con músicos geniales, con un público increíble siempre, y dar talleres a chicos y chicas que están arrancando este mundo de la música, y la verdad que está buenísimo. Compartir con gente de mi provincia, lo que fui aprendiendo a lo largo de los años me pone hace muy feliz”, describió la salteña radicada en Buenos Aires.
En otro orden, y con eje en el feminismo, Burich señaló que, "por suerte, los tiempos van cambiando, y esta buenísimo que cada vez haya más mujeres tocando y con ganas de meterse en el mundo del jazz". Añadió en este sentido que ella toca desde hace muchos años, y "la verdad es que nunca fue fácil, ya que ni siquiera había referentes femeninos en el género”.
Finalmente, Martín Misa, baterista y norteño por opción, recordó que hace 17 años está en Salta, "siempre trabajando con la idea no sólo de tocar jazz, que es la música que me encanta, pensando en ella como música del universo, libre, no tanto marcada en el estilo, como música del mundo con la impronta siempre de la improvisación y los arreglos, ese tipo de cosas”.
Además, el percusionista expuso: “La manera más fuerte con la que creo que pudimos empujar esto fue con el Festival Salta Jazz. Ya se hicieron siete ediciones, con más, con menos o con cero apoyo, con visitas internacionales y nacionales de primerísimo nivel. Eso fue un gran empujón para el estilo en la provincia, porque vinieron todos los grandes a tocar y no sólo a tocar, sino compartir y estar en las jam sessions, a dar talleres. Eso fue muy importante siempre”.
Misa señaló que el año pasado contaron con el apoyo de la municipalidad de Salta. "Fue el primer show en vivo después de toda la pandemia, que continúa. Siempre se hizo de manera local, apoyando a los artistas locales que hay gente joven muy buena haciendo jazz”, destacó.
En la misma línea, el referente jazzístico añadió que “fue un golazo hacer el festival al aire libre. Y si están las condiciones dadas, la idea es volver a hacerlo en 2021. Vamos a ver cómo sigue la pandemia, tal vez podamos abrir y traer gente de afuera. Eso es muy importante por todo lo que se genera después, todo lo que dejan esas visitas. De todos modos, vamos a ver qué pasa”, subrayó.
Misa, gestor indiscutido del swing, insistió: “Siempre vamos a intentar que el Festival y la movida jazzera crezcan en Salta. Por supuesto, que el avance es lento, no es mucha la gente que está tocando esto. Se trata de una música no comercial y a veces siento que acá genera más, por decirlo vulgarmente, lo que es tribunero, a la gente le gusta más la cosa masiva, conocida, los festivales de folklore. Entonces apostar al jazz en Salta a veces es más difícil que una ciudad grande”, señaló.
Para concluir, el músico destacó que la idea del festival siempre fue demostrarle a la gente que el jazz no es elitista: “es una música para todo el mundo, donde hay mucha entrega y mucho amor, porque esto se hace por amor creyendo en la causa, porque no es comercial”, definió y expresó: “Realmente me gustaría que los entes culturales de la provincia apoyen mucho más a las músicas que no son comerciales, cosa que cuesta muchísimo. Estamos con una Secretaría de Cultura que ahora está supercongelada. En pandemia no tiraron buenas ideas, no apoyaron como deberían al arte. Entonces el camino lento, pero es una militancia entonces seguiremos toda la vida, siempre lo hacemos Es muy autogestivo” analizó y cerró: “hay que apoyar sobre todo a la gente joven no tantos homenajes a lo que fue. Para mí el jazz es lo que es y lo que va a ser. Mirar para adelante”.