La socióloga, docente y exdiputada nacional entre 2009 y 2017, Alcira Argumedo, falleció en la tarde de este domingo. Así lo comunicaron familiares y amigos desde su propia cuenta de Twitter. Tenía 80 años.
Alcira Susana Argumedo nació en Rosario, el 7 de mayo de 1940. Su padre era médico pediatra y su madre una mujer separada con tres hijas de su primer matrimonio, ama de casa. Deportista desde muy chica, se destacó en la natación y batió records provinciales en el mismo equipo que integraba el dibujante y escritor Roberto «El Negro» Fontanarrosa.
Terminado el secundario, llegó a Buenos Aires a entrenarse para participar en los juegos panamericanos y se inscribió en la Facultad de Filosofía y Letras, en la carrera de Sociología.
Eran los años de la Revolución Cubana y Argumedo se incorporó de lleno a la efervescencia política que recorría a la UBA y, junto a muchos estudiantes, comenzó su acercamiento al peronismo.
A comienzos de los años 60, Alcira conoció al entonces estudiante de filosofía Gunnar Olsson, quien se convirtió en su marido y padre de sus hijos. Alcira provenía de una familia antiperonista, mientras que Gunnar se había criado próximo a la familia de Scalabrini Ortiz, a quienes Alcira considerará su familia política y una influencia en su formación política.
Obtuvo la licenciatura en Sociología en 1965, fue la graduada número 28 de la carrera, y se incorporó luego como ayudante de la materia Sociología Sistemática, a cargo de Miguel Murmis y Eliseo Verón, donde también participaron Silvia Sigal, Liliana de Riz y Juan Carlos Portantiero.
Con el golpe de Estado de Onganía de 1966, llegó la intervención de la facultad y Argumedo renunció a su cargo. Al año siguiente, junto a Olsson, emprendió un viaje por Bolivia, Perú y el sur de Ecuador, en el que desarrolló en el terreno su interés por la realidad y la teoría social latinoamericana.
Los intercambios con otros grupos de crítica cultural y reivindicación regional se profundizaron a partir del 68, con la construcción de un movimiento transdisciplinario: Cine Liberación (donde se encontraban Pino Solanas, Octavio Getino); Grupo cultural (con Piero, Marilina Ros, Juan Gené) y los sacerdotes del Tercer Mundo. En esos años, colaboró con la difusión clandestina de La hora de los Hornos, de Solanas, con quien mantuvo un vínculo trabajo y amistad (muchos años después, participó como investigadora en los documentales “Memoria del saqueo” (2004) y “La dignidad de los nadies” (2005)).
Junto con intelectuales como Roberto Carri y Horacio González fue parte de las Cátedras Nacionales en la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA entre 1968 y 1974. Entre 1973-1974, se desempeñó como Secretaria de Cultura de la Provincia de Buenos Aires. Después del Golpe de 1976 se exilió en México, donde trabajó en el Instituto Latinoamericano de Estudios Trasnacionales (ILET), convocada por Gregorio Selser, donde conoció Gabriel García Márquez y Juan Somavía, a los que asesoró en el debate sobre la comunicación planteado en la UNESCO.
A su regreso en 1983, se convirtió en la Directora de la Sede Buenos Aires del Instituto Latinoamericano de Estudios Transnacionales y, un año más tarde, se sumó como miembro de la Comisión para la creación de la carrera de Comunicación de la futura Facultad de Ciencias Sociales (Facultad que se creará en 1988, siendo la nueva sede de la carrera de sociología).
En 1985 publica “Los laberintos de las crisis. América Latina: poder transnacional y comunicaciones” y en 1987 “Un horizonte sin certezas. América Latina frente a la revolución científico-técnica”. En 1993, publica “Los silencios y las voces en América Latina. Notas sobre el pensamiento nacional y popular”, que se convirtió en referencia clave en los trabajos sobre teoría social latinoamericana.
Por aquellos años, Argumedo se incorporó a la política partidaria. A comienzos de los 90, participa junto a Pino Solanas de la creación de un nuevo partido político, el Frente Grande. Muchos años más tarde, en 2007, participa de la creación de Proyecto Sur, partido por el que resultó electa diputada nacional por la Ciudad de Buenos Aires en las elecciones de 2009 y también de 2013, dentro de la Alianza UNEN que compartió con Elisa Carrió, en la oposición al gobierno de Cristina Kirchner.
Durante sus períodos como legisladora presentó diversos proyectos de ley, entre los que se pueden nombrar: ley de propiedad comunitaria indígena, un proyecto de reparación para las víctimas de la tragedia de Cromañón y un sistema nacional de gestión social del reciclado.
Activa protagonista de los debates políticos y sociales que conmovieron en las últimas décadas al país, Argumedo fue una habitual colaboradora de Página/12 en sucesivas columnas de opinión.
En 2017, después de dos años de macrismo, concluyó que era necesaria la conformación de un gran frente opositor para frenar el inmenso daño que el proyecto neoliberal le estaba infligiendo al país. En ese momento planteó que en las elecciones legislativas que se concretarían en octubre, si viviese en la provincia de Buenos Aires, votaría a Cristina Kirchner. Pero resaltó que era necesario abrir un debate a posteriori de las elecciones que permitiera unificar a las todas las fuerzas que hacían frente al modelo macrista.
Finalmente, ese proceso culminó con la formación del Frente de Todos, que conformó activamente junto a Pino Solanas. En el último año se había sumado al Consejo Consultivo de Malvinas, de la Cancillería argentina, y participaba en la discusión sobre el futuro de la Hidrovía.
Entrevista realizada por el proyecto "Pioneras, mujeres de la sociología", de la que surgen muchos de los datos utilizados en esta nota.
En una de las últimas entrevistas publicadas en Página/12, Argumedo analizaba las características internacionales del movimiento “anticuarentena” y las maniobras opositoras a través de la justicia y los medios para debilitar y arrinconar los movimientos populares. A continuación se reproducen algunas de sus principales definiciones.
El uso opositor de la pandemia
"Las movilizaciones contra las medidas de cuidado responden a una política de hostigamiento hacia el gobierno aprovechando el malestar que necesariamente genera el encierro de la pandemia, más la profundización de la crisis económica que se venía agudizando. Pero me da la sensación de que al mismo tiempo no es solamente inspiración autóctona. Es absolutamente irracional lo que están haciendo porque incluso los promotores de la anticuarentena se han infectado. Esto es casi un manual del desgaste de un gobierno. Forma parte de una política que se está dando con las derechas en el mundo."
El papel de los medios
"En la Argentina la clave es un hostigamiento y un desgaste con la utilización de los medios de comunicación en una ofensiva verdaderamente grosera. Es vergonzoso lo agresivo que son algunos periodistas, la crítica aberrante de todo y la distorsión de las realidades. Son políticas de desgaste muy serias en un gobierno que viene arrastrando una recesión, una crisis y una deuda descomunal como consecuencia de las políticas del macrismo a la cual se agrega la pandemia y la crisis mundial. La verdad es que es bastante difícil. Tenés que tener un piloto de tormenta para ir viendo qué se hace en esas circunstancias.
Se trata de un desgaste sistemático muy fuerte, duro y persistente. Termina una maniobra y aparece otra. Hay que ver nomás gran parte de los programas de televisión, es casi enfermiza la situación de una crítica constante, con distorsiones serias de las cosas que se deben hacer. Pasa con la reforma judicial cuando dicen que es para lograr la impunidad de Cristina Kirchner y es clarísimo que no se tocan para nada los juicios que tiene pendientes la vicepresidenta.
Mientras tanto, tenés todo lo que fue la actuación de Mauricio Macri con el espionaje a gran escala, la causa del Correo, de Avianca, la venta fraudulenta de las usinas termoeléctricas a sus amigos, la compra de reservas que tenía el fondo de sustentabilidad Anses. Todo eso pasa y para la oposición no es importante. Es una situación casi psicótica, pero que da cuenta de que nada es inocente."
El mundo después de la pandemia
"Todos acuerdan que en Occidente la salida de la pandemia no va a dejar las cosas igual. En cuanto a eso hay dos salidas. Por un lado, están los Henry Kissinger y demás representantes de la ultraderecha que proponen más privatizaciones, deuda, especulación financiera, polarización de la riqueza, precarización laboral, todas propuestas que son causas de la crisis, mientras que Noam Chomsky y otros referentes están impulsando esto que es la Internacional Progresista y el New Deal Green.
Tienen en cuenta que no solo tenemos una crisis social muy grande agravada por el coronavirus sino además una crisis ambiental que, según el secretario general de las Naciones Unidas, es aún más grave que la pandemia porque, si no se revierten los factores que alimentan el calentamiento global, la tierra puede entrar en un proceso acelerado e irreversible de calentamiento que lleve al fin de la vida en el planeta.
Argentina es especialmente privilegiada para la reconversión energética, porque tiene todas las condiciones en su territorio para la producción con un altísimo nivel de calidad de todas las energías renovables, solar, eólica, hídrica, hidrógena, biogás, etc. Tiene todas las características para salir adelante y además tiene yacimientos de litio que es la materia prima fundamental para las baterías en la reconversión tecnológica hacia los autos eléctricos. Este es el debate que tendríamos que estar dando."
Dolor en la política
Tras conocerse la noticia de la muerte de la dirigente, varios funcionarios del Gobiernos y otros dirigentes políticos despideron a Argumedo en las redes sociales.
El presidente Alberto Fernández posteó: "Lamento profundamente el fallecimiento de Alcira Argumedo, su intelecto, brillantez y compromiso por una patria justa han dejado un inmenso legado. Se fue una enorme mujer que guardaremos por siempre en la memoria. Acompaño a sus seres queridos en este momento.
"Mujer valiosa, militante de siempre e incansable luchadora de ideas. Se hicieron buenos compañeros con Máximo en la Cámara de Diputados", recordó la vicepresidenta de la Nación, Cristina Kirchner. Y agregó que la reconocida docente había generado buen vínculo en Diputados con el actual jefe de bancada del Frente de Todos, Máximo Kirchner.
Las Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora también expresaron su dolor. "Lamentamos otra muerte que roba al mundo un poco de luz: ha fallecido Alcira Argumedo, respetada y admirada intelectual y militante. Hace años, Alcira concurrió varias veces a nuestra Casa, convocada por nuestra necesidad de dialogar sobre temas de una coyuntura que en ese momento era acuciante. Gracias, Alcira, por lo que nos dieron tu afecto y tu inteligencia. Descansa en paz, compañera. Va nuestro abrazo a tu familia y a tus muchxs compañerxs de militancia a lo largo de los años" difundieron en un comunicado.
"Se nos fue la querida Alcira Argumedo. Me quedo con su frase 'La Hidrovía es una de las venas abiertas de la Argentina', dejando en claro su posición ante la fuga que nuestro país por allí padece. Vamos a extrañar su capacidad en el debate, su pasión y su coherencia", escribió la Presidenta del Consejo Nacional de Coordinación de Políticas Sociales, Victoria Tolosa Paz.
Por su parte, Daniel Filmus, secretario de Malvinas, Antártida y Atlántico Sur de la Cancillería recordó a la dirigente "como una Militante de toda la vida, socióloga y docente". "Diputada Nacional Enorme intelectual del pensamiento nacional. En el último año se había integrado al Consejo Consultivo sobre Malvinas. La extrañaremos", indicó.
"Hermosa mujer, inteligente, aguda y valiente. Buena compañera. Pero por sobre todo una maravillosa persona. Te vamos a recordar como una de las mejores", comentó María Teresa García, ministra de Trabajo de la Provincia de Buenos Aires.
Myriam Bregman, legisladora porteña por el PTS/Frente de Izquierda, conmemoró a Argumedo: "Compartimos muchas charlas, y también extensas sesiones; no siempre votábamos igual, pero lo debatíamos con un enorme respeto. Siempre interesada por denunciar al imperialismo". "La vamos a extrañar", completó.