Este lunes a partir del mediodía los 22 peritos que integraron la Junta Médica para investigar la muerte de Diego Armando Maradona concurrirán a la fiscalía de San Isidro para firmar las conclusiones del informe que se filtró a la prensa la semana pasada y que indica el el “Diez” pudo tener "chances de sobrevida" si tenía una adecuada internación domiciliaria, y que el accionar médico fue "inadecuado, deficiente y temerario". Se estima que los forenses que representan al médico de Maradona, Leopoldo Luque, y a la psiquiatra Agustina Cosachov, firmarán en disidencia y presentarán textos alternativos.
El informe de la Junta señala que Maradona “debió haber continuado su rehabilitación y tratamiento interdisciplinario en una institución adecuada" luego de que se resolviera “la patología aguda que dio origen a su internación en Clínica Olivos (hematoma subdural)” por su “cuadro clínico, clínico-psiquiátrico y el mal estado general”. El alta de la internación en la clínica lleva las firmas de Luque y Cosachov.
Los peritos, además, aseguran que desde que fue internado en La Plata y luego en Olivos, Maradona no estaba "en pleno uso de sus facultades mentales, ni en condiciones de tomar decisiones sobre su salud" y su muerte fue al menos 12 horas antes del 25 de noviembre al mediodía ya que "presentaba signos inequívocos de periodo agónico prolongado".
Asimismo, el documento indica que hubo “una falta de control desde las 0.30 horas" de ese día más allá que su entorno y los médicos lo advirtieron cerca del mediodía.
Los expertos médicos dijeron que "fueron ignorados los signos de riesgo de vida que presentaba" Maradona y al respecto tuvieron en cuenta los WhatsApp de la causa donde, en uno de ellos el kinesiólogo Nicolás Taffarel advería a Luque: "La semana pasada les dije que había que levantarlo porque podía hacer un edema de pulmón".
El informe apunta también contra los enfermeros Ricardo Almirón y Dahiana Madrid -esta última, que estaba de turno el 25 de noviembre, no controlaba a Maradona porque él la había echado- porque no hubo "correctos controles y asistencia por parte médico-asistenciales, de enfermería y acompañantes terapéuticos ni en tiempo ni en forma".
Tampoco existen “constancias de atención psicológica en el domicilio, luego de la externación de Olivos", afirmaron los médicos, las cuales eran "indispensables para el adecuado tratamiento de la patología que presentaba Maradona". El responsable de ese acompañamiento era el psicólogo Carlos Díaz.
"La internación domiciliaria post externación no fue tal, ya que no existieron los lineamientos mínimos de tal internación en un paciente de la pluripatología compleja que presentaba Maradona", dijo sobre ese punto solicitado por fiscalía.
También está en la mira la medicación que Cosachov le daba al Diez porque no se puede descartar “que no haya influido en el desenlace fatal, ya que no se realizaron en los últimos 14 días previas al deceso, controles cardiológicos ni de laboratorio".
"El equipo médico tratante representó cabal y acabadamente la posibilidad del resultado fatal respecto del paciente, siendo absolutamente indiferentes a esa cuestión, no modificando sus conductas y plan médico/asistencial trazado, manteniendo las omisiones perjudiciales precedentemente apuntadas, abandonando ´a la suerte´ el estado de salud del paciente", concluye el informe de la Junta.
Esto contribuye a la hipótesis de los investigadores de agravar la acusación del expediente donde hoy se investiga como homicidio culposo, esto es una mala praxis, a un delito de homicidio simple con dolo eventual que implica que se representaron el resultado y nada hicieron.