La Defensoría del Pueblo de Colombia elevó a 19 la cifra de muertos durante las protestas contra la reforma tributaria que fue finalmente retirada por el presidente Iván Duque. El ministerio de Defensa registró a su vez 846 heridos. La policía detuvo a 431 personas y el gobierno ordenó desplegar militares en las ciudades con mayores movilizaciones. Tanto la oposición como las organizaciones de derechos humanos acusan a la policía de disparar directamente contra civiles. Aunque con menor afluencia, este lunes los manifestantes volvieron a protestar en las calles de Bogotá, Medellín, Cali y Barranquilla, y los sindicatos convocaron a un nuevo paro el próximo miércoles. Tras el fracaso de la reforma tributaria de la que fue uno de los principales artífices, el ministro de Hacienda Alberto Carrasquilla presentó su renuncia.
"Según los registros, hasta el momento hay 19 fallecidos en Valle del Cauca, Bogotá, Neiva, Cali, Soacha, Yumbo, Ibagué, Madrid, Medellín y Pereira", informó la Defensoría del Pueblo de Colombia en un comunicado. "La Defensoría, como representante de los derechos ciudadanos, solicita que se adelante la construcción de espacios de diálogo entre el gobierno y los distintos grupos sociales, con el fin de buscar acercamientos y llegar a puntos de entendimiento que solucionen la actual problemática nacional", agregó la institución.
Presionado por las manifestaciones, Duque había ordenado el domingo retirar la propuesta de reforma tributaria que se debatía en el Congreso, donde un amplio sector la rechazaba al señalar que castigaba a la clase media y era inoportuna en plena crisis desatada por la pandemia de coronavirus. El mandatario propuso redactar un nuevo proyecto que descarte los principales puntos de discordia: el aumento del impuesto al IVA para servicios y bienes y la ampliación de la base de contribuyentes con impuesto de renta.
La iniciativa no hizo más que reavivar el malestar contra el gobierno. Desde 2019 el llamado Comité Nacional de Paro, que agrupa a diversas organizaciones sindicales y sociales, convoca a movilizarse para pedirle al mandatario un cambio de rumbo. "La gente en las calles está exigiendo mucho más que el retiro de la reforma tributaria", indicaron los dirigentes este lunes en un boletín.
Las protestas contra la política económica del gobierno encabezado por Duque continuarán, enfocadas ahora en la oposición a la reforma de la salud. Con ese fin fue convocado para el próximo miércoles un nuevo paro nacional. "Consideramos el anuncio del retiro del proyecto de reforma tributaria como un triunfo de los millones de colombianos que se han movilizado y del apoyo mayoritario que la ciudadanía brindó al paro nacional", dijo en una rueda de prensa el presidente de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), Francisco Maltés.
"Sin embargo, con este anuncio no se desactiva la movilización. La gente en las calles está exigiendo mucho más que el retiro de la reforma tributaria", agregó Maltés al leer el comunicado del Comité Nacional de Paro. Entre los objetivos de la nueva jornada de lucha están una negociación de los sindicatos con el gobierno para la retirada "del proyecto de ley 010 de salud y el fortalecimiento de una vacunación masiva" contra la covid-19. También exigen una renta básica de por lo menos un salario mínimo mensual (unos 240 dólares), la defensa de la producción nacional y subsidios a las pymes, entre otras medidas.
Aunque las jornadas de protesta transcurren en su mayoría de forma pacífica, siempre está presente la feroz represión de la policía y su temible Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad). Con el refuerzo de miles de militares desplegados en las calles, las alarmas siguen encendidas. La ONG Temblores registró 1.181 casos de violencia policial en los últimos días y advirtió que solo el domingo "la fuerza pública asesinó deliberadamente a al menos cinco personas". Además alertó que del 28 de abril a la fecha fueron asesinadas 26 personas y documentó nueve denuncias de violencia sexual por las que son señalados miembros de las fuerzas de seguridad.
La policía arrastra múltiples denuncias por la brutalidad y arbitrariedad con la que algunos agentes han actuado hasta el momento, incluso con disparos a quemarropa. Uno de esos casos es el del joven Santiago Murillo, ejecutado en la ciudad colombiana de Ibagué durante las masivas protestas.
"Él estaba llegando a su casa, le faltaban solo dos cuadras", relató la madre del joven al advertir que, aunque recibe amenazas por defender la imagen de Santiago, no permitirá que la policía "se limpie las manos con su muerte". En la ciudad de Cali otro joven, Nicolás Guerrero, fue asesinado con un disparo en la cabeza en la madrugada del lunes. La muerte del artista de 22 años fue vista en directo por miles de personas que seguían una transmisión en vivo en redes sociales.
Mientras este lunes se esperaba otra noche agitada en las calles de Colombia, la reforma tributaria se cargó al primer funcionario del gobierno de Duque. Luego de reunirse con el mandatario en el Palacio de Nariño, Alberto Carrasquilla renunció al ministerio de Hacienda. La situación del funcionario se volvía insostenible porque el proyecto de reforma era la principal bandera de Carrasquilla.
"Mi continuidad en el gobierno dificultaría la construcción rápida y eficiente de los consensos necesarios" para llevar a cabo una nueva propuesta de reforma, indicó el ahora exfuncionario en un comunicado. Carrasquilla, que también fue ministro de Hacienda durante tres años durante el gobierno de Álvaro Uribe (2002-2010), le dijo a Duque que el retiro del proyecto de reforma fiscal "es una oportunidad para iniciar y para surtir un diálogo sereno y constructivo que lleve a los consensos que el país requiere con urgencia".
La indignación contra el exministro había aumentado a mediados de abril cuando en una entrevista con la revista Semana sobre el impacto de la reforma fiscal en el bolsillo de los colombianos demostró que no sabía cuál era el costo de una docena de huevos, un producto básico de la canasta familiar. "Depende de la calidad, pero digamos que 1.800 pesos (unos 47 centavos de dólar) la docena o algo así es lo que yo tengo en la cabeza", aseguró, siendo que el precio supera los 4.500 pesos (unos 1,20 dólares), lo que lo convirtió en motivo de burla en todas las manifestaciones.