El presidente Alberto Fernández viajará a Europa en los próximos días y subirá al ministro de Economía, Martín Guzmán, al vuelo que recalará el próximo 10 de mayo en dos países: Francia e Italia. El periplo, con la negociación de la deuda con el Fondo Monetario y el Club de París en el eje, tiene dos títulos centrales. El primero, que habrá una reunión que ambos dirigentes mantendrán con el Papa Francisco, quien en los últimos días jugó fuerte en relación a las cuestiones de deuda. Y el segundo tema, pero no menos importante: una foto con el ministro en plena interna por los aumentos de tarifas de servicios públicos, que lo hicieron chocar con el subsecretario de Energía Eléctrica, Federico Basualdo, un cuadro cercano a la vicepresidenta, Cristina Fernández.
“Va a haber una comitiva acotada”, detallaron a Página I12 fuentes de Casa Rosada. En el vuelo estarán, además de los antes mencionados, el secretario general de la Presidencia, Julio Vitobello; el vocero presidencial Juan Pablo Biondi y el canciller Felipe Solá.
La primera parada será en París, el día 11, donde habrá una cena con el premier galo Emmanuel Macron y se especula con que puede haber otro encuentro con empresarios. La escala francesa es relevante por la posición ante el Club de París, cuando hace unos días ya ese país le adelantó al propio Guzmán la voluntad de apoyar la extensión del primer vencimiento del crédito de 2500 millones de dólares, que cursaría en mayo.
Luego, recalarán en Italia, donde comerán con Sergio Mattarella, el presidente de ese país, y el primer ministro, Mario Draghi. Muchos de esos directivos ya estuvieron con Guzmán en la gira que terminó hace unas semanas por ese territorio. La idea del Gobierno en este escenario es ratificarlo al ministro como la cabeza negociadora de la deuda, en tiempos de internas económicas dentro del Frente de Todos.
La última posta del viaje será la reunión con el Papa Francisco, con quien estuvo hace unas semanas el propio Guzmán. Luego de ese encuentro, fiel a su estilo, el Pontífice empezó a colar en exposiciones públicas diferentes mensajes sobre las cuestiones de negociación de deuda de países pobres y de ingresos medios. Y bajó línea con pedidos de colaboración a organismos internacionales.
En paralelo, en las últimas horas dio a conocer un video con motivo de su intención de oración en mayo, donde dejó definiciones fuertes sobre al especulación. "Para evitar que los pobres vuelvan a pagar consecuencias hay que regular estrictamente la especulación financiera", aseguró. Y agregó que "Especulación. Quiero subrayar el término. ¡Que las finanzas sean instrumentos de servicio, instrumentos para servir a la gente y cuidar la casa común!". Concluyo que "todavía estamos a tiempo de poner en marcha un proceso de cambio global para practicar una economía diferente, más justa, inclusiva, sostenible, que no deje a nadie atrás".
La apuesta europea es casi una recreación de la gira previa al arreglo con los bonistas privados, que llevó al presidente y al ministro a una recorrida por diferentes países y a un encuentro en el Vaticano del que participó, además, la titular del FMI, Kristalina Georgieva. En ese escenario, se pidió el apoyo de líderes europeos para acentuar el lobby para un alcanzar un acuerdo sustentable que no afecte las variables internas de la economía. En la cabeza del Presidente y del ministro, al igual que en el resto de las patas de la alianza, subsiste la idea de patear hacia adelante los plazos más urgentes de pago con el Club de París, y lograr con el FMI mayor plazo para pagar que los 10 años que están estipulados en los considerandos del Plan de Facilidades Extendidas que decidió encarar el Gobierno argentino.