A contracorriente de lo que su naturaleza podría sugerir, el festival de origen montrealés Mutek consiguió demostrar en sus 20 ediciones (que involucran diásporas en todo el mundo) su carácter temperamental, temerario y también experimental y adaptativo. Ahí radica su éxito y longevidad. Después de que sus sedes en la capital mexicana y en Tokio establecieran a fines de 2020 un diálogo artístico sin precedentes para este encuentro de creatividad digital y música electrónica, la propuesta virtual elucubrada tras un año de pandemia les toca esta semana a Buenos Aires y Barcelona.
Este lunes abrió sus puertas la galería de arte digital que concibieron sus organizadores, y ya se revisitan los conversatorios que se hicieron en torno al programa Amplify, y los Listening Room. Entre este jueves y el domingo será el turno de las 50 performances sonoras programadas. Y mientras en la delegación española destacan el legendario productor y DJ madrileño Oscar Mulero, el catalán Seltar y el gallego Huma, de la argentina también hay varias figuritas para coleccionar.
Amén del universal productor y DJ Jonas Kopp, del mutante Barrio Lindo, del icónico laboratorio sonoro Klauss y de la orgánica Kaleema, este Mutek Connect –ésa es la denominación técnica del evento– tendrá en calidad de batacazo local a Las Olas, el flamante proyecto grupal de Nicolás Bruschi. Quien luego de sacarse en 2020 su atavio bailantero como SidiRum, en noviembre publicó este EP homónimo junto a su amigo y ex compañero de colegio Christian Silvosa. El resultado es uno de los discos debut que la escena argentina necesitaba.
El proyecto aúna dos cosmogonías en teoría distantes: la de la música electrónica y la erudita. "Ese diálogo lo generamos en conjunto, y en el disco se ve el proceso", explica Bruschi. "Christian viene del lado de la orquestación, de la composición y del piano. Yo soy del diseño de sonido, de la producción y de la mezcla", completa. A lo que Silvosa resume: "Es una síntesis de un montón de ideas que venían bajando".
Si bien compartieron varios proyectos juntos, los últimos iban por caminos paralelos que no se tocaban mucho. "Somos de la zona norte del Gran Buenos Aires, pero ahora vivimos en Belgrano. Con la cuarentena, estábamos encerrados y hablamos de generar algo nuevo. Tomando en cuenta que teníamos tiempo, empezamos a componer este tipo de música medio cinematográfica."
Ahí apareció, a manera de oriente, The Cinematic Orchestra: "Es una gran influencia para ambos", afirma Bruschi. "Fue una banda que nos marcó. No es que queríamos hacer algo parecido, pero nos dimos cuenta de que iba hacia allá. Por eso nos llamamos Las Olas. Cuando comenzaron a salir los temas, visualmente parecían así. El nombre decantó de esa forma. Ni lo pensamos."
Aunque coinciden en definir a Las Olas como "ambient", Bruschi aclara ser "antigéneros". Igual admite que se fue dando de esa forma en el trabajo a distancia. "Es una mezcla de cosas donde hay elementos ambientales", marca quien como SidiRum lanzó en 2021 su nuevo álbum, Hemi. "Me gusta que Las Olas esté en mi vereda de enfrente, para salir de la pista de baile e ir hacia algo sin mucha estructura. Este es un proyecto introspectivo."
Silvosa recoge el guante: "No hay que tener información para entender nuestra música. Podrías usarla hasta para hacer yoga. Esto no es coreable, de cancha, como Dancing Mood. Tiene que ver con el contexto en el que se gestó. Estábamos encerrados, y eso para mí fue brutal. Fue la forma de moverse y de cantar para adentro. Reformulamos la solemnidad, y la llevamos hacia este espacio".
Aparte, el otrora integrante de la Magnísima Gronda condimenta: "Cada quien tiene su viaje. Si querés mover la pata, va a funcionar. También si querés respirar. Existe algo que viene de mucho antes de todo, que es el ritmo". Pero el argumento estético de Las Olas está más cerca de la redención del icónico Karlheinz Stockhausen que del populismo de Hernán Cattáneo en el Teatro Colón. "Nuestra música es instrumental para trascender fronteras", advierte Bruschi. "No es comercial, pero puede atraer algo más abarcativo. Buscamos diferenciarnos de la música clásica aplicada a lo electrónico."
Al tiempo que Silvosa desmenuza: "Tenemos muy vistas ciertas variables. Por ejemplo, el tempo. Tomamos de otros géneros y creo que podemos entenderlos y usarlos a nuestro favor. A nivel de armonías, estamos abiertos. Nos manejamos con pocos acordes, y ahí es donde nos diferenciamos de la música académica o de cámara".
Eso se la deja picando a SidiRum para adelantar: "Los temas que estamos preparando mantienen un hilo conductor melódico que generan una especie de canción. En el EP que está subido a Spotify, la melodía es intrínseca. Venimos de mundos más populares y cancioneros, y siempre nos llevan hacia ese lado. Aunque no haya una voz o un cantante".
En una de las dos salas virtuales que ofrecerá este Mutek Connect (casi todos sus shows son gratuitos, previo registro acá), Las Olas se estrenará en vivo con una performance en la que, aparte de sus dos integrantes, incluirá violín, viola, violonchelo y clarinete. "Capaz es medio nerd, pero nuestros temas son accesibles", adelanta Silvosa. "No son señalistas ni nada complejos. La gente puede ser parte del viaje."
Por más que entre sus influencias destaquen al islandés Olafur Arnalds o al alemán Nils Frahm, este proyecto manufacturado en plena pandemia no puede huir de su ADN rioplatense. "Pensá en el tango", explica el orquestador, que se formó con Julián Peralta (Orquesta Típica Fernández Fierro). "Imaginate que eso lo queríamos sintetizar con algo del palo del ambient, que siempre fue lo que quise hacer con Nico." Ahí su colega evidencia: "Está buenísimo ser un agente cultural de dos escenas que no tienen nada que ver. Tanto para la electrónica como para lo clásico esto es disruptivo."
- Las Olas tocarán este domingo 9/5 a las 19 en la edición online del Mutek AR.