Chelsea, el mejor de la segunda semifinal, venció este miércoles a Real Madrid por 2-0, como local en Stamford Bridge, y se clasificó a su tercera final de Champions League, instancia que tendrá acento inglés porque su rival del próximo 29 de mayo será el Manchester City de Pep Guardiola.
La historia en Inglaterra empezó a definirse a los 27 minutos, cuando el delantero alemán Timo Werner convirtió en gol un rebote que quedó flotando en el aire tras un disparo de Kai Havertz que había vencido a Thibaut Courtois y se había estrellado en el travesaño.
Desde entonces, el elenco que conduce el alemán Thomas Tuchel fue, prácticamente, el único que estuvo cerca de volver a mover el marcador. Los dirigidos por Zinedine Zidane, que ni siquiera habían logrado aventajarse en la ida (donde igualaron 1-1, como locales), no alcanzaron el ritmo voraz que el Chelsea le imprimía a sus ataques. Mientras jugaban en dos tiempos diferentes, era el equipo inglés el que estaba cada vez más cerca de estirar su ventaja y, a medida que pasaban los minutos, de la desesperación de los merengues se distanciaba la actuación de su arquero. El belga Courtois fue la gran figura del Madrid, conteniendo varios ataques claros y peligrosos para no dejar escapar el partido.
Sin embargo, a los 84 minutos, la línea del fútbol selló en el marcador esa supremacía evidente que se veía en el terreno de juego. Fue con una jugada notable entre N'Goló Kanté, Christian Pulisic -que venció la defensa del protector belga con un amague exquisito antes de dar la asistencia- y Mason Mount, que marcó el 2-1 definitivo.
Chelsea disputará su tercera final de la Champions, luego del subcampeonato en 2008 (cuando fue derrotado por penales ante Manchester United) y la consagración en 2012 (le ganó por penales al Bayern Munich). Enfrente estará el City, presto para su primera final del torneo, con la experiencia del entrenador catalán que buscará ahora consagrarse dirigiendo fuera de su país.
Será la tercera final entre equipos ingleses en la máxima competición europea. Y, para quienes gustan de las casualidades (o creen en las causalidades), vale decir que la semana que definió su cruce en la final de la Champions coincidió con la fecha que, por la Premier League, los enfrentará en una previa doméstica que les servirá a ambos como una prueba de reconocimiento, a escala nacional, de una final que luego podrá consagrarlos campeones de Europa. Será este sábado 8 de mayo, sólo 21 días antes de que vuelvan a verse las caras en Estambul, ya por el partido más importante de la Champions League.