Las expectativas del sector textil sobre la dinámica del 2021 resultan positivas: un 83,3 por ciento de las empresas encuestadas estiman que sus ventas se incrementarán durante el 2021, un 32 por ciento manifestó que logrará exportar, mientras que un 66,7 por ciento considera que incrementará sus ventas al exterior.
La Fundación ProTejer realizó su encuesta cualitativa anual a empresas de la cadena textil y confección en la que, si bien la mayoría de las empresas encuestadas resaltan las dificultades que presentó el 2020, manifestaron sus expectativas positivas para este año. También informan que recurrieron a diferentes estrategias para enfrentar la crisis, como la utilización de programas públicos (el ATP en el 20 por ciento de las encuestadas) y la reducción de horas de trabajo (el 17,5 por ciento).
“Para nosotros los últimos dos años del gobierno de Macri fueron muy malos. Cerraron empresas y bajaron los niveles de producción por debajo de un 40 por ciento, lo que es incompatible con un negocio industrial. Las empresas estaban al 30 por ciento del uso de su capacidad instalada: no había posibilidad de que una industria funcionara así. A los que venían peleando en el año 2019, el 2020 los terminó matando. A partir de agosto, cuando el mercado interno comenzó a moverse, los que subsistieron empezaron el 2021 con buenos niveles de producción, lo que es algo atípico para la industria textil por la variable estacional”, expresó Luciano Galdiona, secretario de ProTejer.
En efecto, un 41 por ciento de las empresas ha invertido en el 2020. Un 71,4 por ciento de estas se destinaron a incrementar la capacidad productiva. Se destaca, además, la inversión en reconversión productiva hacia la fabricación de barbijos, kits y otros insumos sanitarios.
Según la encuesta, hoy el 56 por ciento de las empresas coinciden en que ampliarán su capacidad instalada permitiendo mayores volúmenes de producción, mientras que el 91 por ciento de las firmas planea mantener o ampliar el empleo durante el 2021.
“La mayoría de las empresas están en proceso de inversión y de expansión de producto. Están invirtiendo en maquinaria constantemente porque si no te quedas atrás del mundo. Estas inversiones en curso, reflejan la confianza en que el mercado interno se reactive ”, remarcó Luciano Galdiona.
Con respecto a las expectativas, un 58,7 por ciento piensa realizar inversiones con el objetivo de mejorar el nivel de productividad. Asimismo, dichas inversiones estarían destinadas a ampliar la capacidad de producción y a superar cuellos de botella. Por último, dentro de los principales desafíos a enfrentar se encuentran la disminución de la rentabilidad (18,8 por ciento), la dificultad para importar insumos, equipos y repuestos (15,4), la alta presión tributaria (14,4) y la inestabilidad macroeconómica (11,5).