La ministra de Salud, Carla Vizzotti, anunció esta mañana que AstraZeneca liberó vacunas para Covax y que 861.600 dosis llegarán a la Argentina. Son parte de las que el país adquirió a través de ese mecanismo de la Organización de Naciones Unidas para el reparto equitativo de vacunas a todo el mundo y su arribo a partir del 21 de mayo al país permitirá completar los esquemas de vacunación contra la covid-19 de todos los que recibieron la primera dosis de ese fármaco, sea de esa marca o Covishield.
El anuncio de Vizzotti no es menor. No solo implica un refuerzo a la campaña de inmunización en momentos en que las vacunas no abundan, sino que viene a tranquilizar a todos aquellos que ya tienen una dosis y estaban preocupados acerca de qué pasaría con la segunda.
La Argentina recibió hasta acá 1.082.400 dosis de AstraZeneca, todas a través de Covax, fabricadas en laboratorios europeos y de Corea del Sur. A su vez, llegaron al país 580.000 vacunas Covishield, que son iguales, solo que producidas con otra marca por el Serum Institute de la India.
Del laboratorio de la India, el mayor productor mundial de vacunas, debían venir al país otras 580.000 para completar las 1.160.000 dosis que se habían pactado. En primer envío llegó a Ezeiza en el vuelo QR 8155, procedente de Doha, el pasado 17 de febrero.
A su llegada, el lote inicial de Covishield fue repartido entre las jurisdicciones. La Ciudad de Buenos Aires recibió 131.000 y con ellas abrió la inscripción para vacunarse de los mayores de 80 años. En el resto del país también fueron aplicadas y quienes las recibieron están a la espera de la segunda dosis.
La preocupación surgió cuando de la suba de contagios en la India provocó el desborde sanitario en ese país y sus autoridades prohibieron la exportación de vacunas. La indicación que les dieron a los vacunados fue que la segunda dosis se la darían entre los 28 días y las 12 semanas posteriores a la primera. El Consejo Federal de Salud, integrado por los ministros del área de todas las jurisdicciones, decidió a fines de marzo que lo mejor era aplicarla en el máximo de ese lapso porque los estudios demostraron que así tiene mayor eficacia.
Ante la cercanía del vencimiento de ese plazo y en vistas de la preocupación de los vacunados, desde el gobierno le habían adelantado a Página/12 que los vacunados con la primera dosis de Covishield tendrían la segunda de AstraZeneca. Lo mismo dijo después de una de sus habituales conferencias de prensa el ministro de Salud porteño, Fernán Quirós.
Los especialistas aclararon desde un primer momento que eso no está contraindicado porque lo único que difiere es la marca. En sí el fármaco de la AstraZeneca y la Covishield es el mismo. Sería el caso típico de cualquier medicamento en el que varía la marca pero no la droga ni su composición.
Aún con esa explicación, perduraba una cuota de incertidumbre ante el incumplimiento de AstraZeneca de todos sus acuerdos con Argentina. La farmacéutica anglo-sueca ya debería haber empezado la entregar las dosis pactadas. Para mayo estaba comprometida la entrega de 3.500.000 dosis, a lo que se suman las 900.000 cuyo principio activo fue fabricado en la planta que el laboratorio mAbxience tiene en Garín y que después de su envío a México terminaron bloqueadas en Estados Unidos.
En una reunión la semana pasada Vizzotti les pidió explicaciones por las demoras a representantes de AstraZeneca, que entre sus múltiples incumplimientos también le entregó a cuentagotas a Covax. Argentina recibirá ahora nuevas vacunas a partir del anuncio de la liberación de dosis para ese mecanismo de Naciones Unidas mientras espera de que el laboratorio cumpla los contratos firmados con el país.