Hoy en Santiago de Chile, dos nuevas comunas pasan a la “Fase 2” o “Transición” del Plan “Paso a Paso” con que el gobierno de Sebastián Piñera ha intentado manejar la pandemia y que básicamente permite el funcionamiento de centros comerciales y restaurantes en terrazas junto al libre desplazamiento sin necesidad de permisos. Todo esto, excepto el sábado y domingo. Se trata de Huechuraba y Colina, si bien ambas no forman parte de la elite económica en su totalidad sí contienen enclaves importantes de actividad comercial y productiva.
La primera, con un sector llamado Ciudad Empresarial donde funcionan desde productoras hasta sedes de empresas y la segunda con el exclusivo sector de Chicureo, con condominios de lujo donde viven ciudadanos de alta renta con el casi obligatorio mall de proporciones gigantescas. Curiosamente, todas las comunas ya “desconfinadas” de la capital la semana pasada comparten similares características: Las Condes, Vitacura, Ñuñoa, Lo Barnechea, Providencia y La Reina. Algo que despertó suspicacias en redes sociales.
Hasta fines del verano, la ciudad estuvo en su totalidad en fase 3 o “Preparación” que permitía la apertura de comercios y la circulación sin salvoconductos los fines de semana. Algo que relajó la actitud frente a la pandemia, con mucha fiesta y comercios abiertos y generó la ilusión, junto con al anuncio de la adquisición de las vacunas, que efectivamente la situación estaba controlada. La 4, “Apertura Inicial” —que permitiría el libre traslado entre regiones con la misma fase— jamás ha sido aplicada.
Feriado irrenunciable
Este desconfinamiento selectivo se decretó una semana antes de la celebración del Día de la Madre -este primer domingo de mayo- un hito del consumo en el país y a dos de las “megalecciones”, sábado 15 y domingo 16 de mayo feriados irrenunciables, según se informó hoy. Allí se votará nada menos que alcaldes, concejales, gobernadores y constituyentes.
Estos últimos son los que redactarán la nueva Carta Magna que reemplazaría a Constitución de 1980, elaborada en plena dictadura. Lo que ha levantado sospechas, más allá de la casi evidente, aunque nunca reconocida por el gobierno explícitamente, de privilegiar la economía a través del consumo por encima, incluso de la salud, es que no una mejora notable de la covid-19 en Chile que ya suma 33.759 muertos —considerando a los casos sospechosos atribuibles a la pandemia— y con 3.719 nuevos casos.
Un escenario “peor que antes”
El Colegio Médico (COLMED) que desde los inicios de la pandemia ha sido la contraparte crítica y especializada de las políticas públicas del Ministerio de Salud y el Gobierno, quizá correctas en la forma pero erráticas en el fondo, ha señalado a través del secretario general José Miguel Bernucci que, aunque están disponibles para colaborar con el gobierno el escenario actual es “frágil”, con leves mejorías como la menor tensión en el uso de cámaras críticas.
De hecho, en Radio Pauta fue más directo, señalando que "da la sensación, por el debate público, que ni el Ejecutivo ni el Legislativo tienen ganas de suspender las elecciones, sea cual sea el escenario epidemiológico”, agregando que "el escenario actual es bastante peor del que se tomó la decisión para suspender las elecciones (…) si somos coherentes con nuestras decisiones anteriores, esta vez no lo estamos siendo".
Y aclaró algo que quizá no se haya comunicado lo suficiente: la vacuna no previene los contagios, sino que evita consecuencias más graves. Probablemente vamos a ver niveles contagio muy alto si se retiran medidas sanitarias". De todas formas, dijo, se necesita una población vacunada aunque este invierno muy posiblemente sea igual que el del año pasado en cuanto casos.
Mientras tanto el proceso de vacunas continúa —hoy son los de 41 años y mañana los de 40— y la población se nota ya acostumbrada a la pandemia. Prácticamente toda la población usa el tapaboca, incluso quienes manejan los autos solos; los pequeños negocios tienen gel para lavarse las manos y algunos incluso exigen permisos (en Santiago Centro, por ejemplo, que sigue en Fase 1) y la policía está presente, sin fiscalizar necesariamente, pero en una actitud totalmente distinta a la amenazante que se veía durante el Estallido Social interrumpido justamente por la pandemia.
Una extraña calma, en medio de una crisis económica y de gobernabilidad, donde finalmente el Tribunal Constitucional rechazó el requerimiento de Piñera, permitiendo el proceso del tercer retiro de los fondos de pensiones. Quizá la ansiedad por celebrar a las mamás que ha repletado los malls como el Costanera Center —en teoría el más grande de Latinoamérica—sea la razón de este espejismo.