La imagen monumental de una mujer inmensa. Esa parece ser la definición del proyecto diseñado por el artista cordobés Rubén Ramonda. Se trata de una gran escultura del perfil de Eva Perón, ubicada, en este proyecto, en el jardín de entrada del museo Eva Perón, en lo que hoy se conoce como Unidad Turística Embalse. El histórico complejo de la Fundación Eva Perón se construyó para que las familias trabajadoras pudieran vacacionar en el amable clima cordobés. Hoy en proceso de recuperación, se presenta como el marco ideal para que un artista como Ramonda pueda planificar este perfil de Eva, de 6 metros de alto por 15 de largo, surgiendo de una ondulante bandera celeste y blanca.
La intervención en el espacio público es constante en la obra de Ramonda. Sobre la urbanística despliega su creatividad, ya sea en torno a Malvinas, a la banderas argentinas, o para recuperar el viejo “cine peronista”, destruido por la explosión de la fábrica militar de Río Tercero de 1995. Desde ese cruce de arte y urbanismo proyectó “instalar una gran escultura de Eva en el espacio público y revalorizar el capital edilicio y peronista de los hoteles de Embalse”.
El museo Eva Perón funciona en uno de los siete hoteles del complejo. “Es el único habilitado, se utiliza intermitentemente para turismo social”, señala Ramonda. Y añade: “Al museo lo inauguró Néstor Kirchner mientras fue presidente”. Es un museo grande, era la sala de empleados del complejo. Allí se exhiben sus piezas cotidianas: la vajilla de plata y alpaca, las sábanas de hilado fino, una sala de odontología. “Hay material histórico y significativo de una época y de una idea de país, la que pudo construir el peronismo”, define Ramonda.
La propuesta, presentada junto al delegado regional de la Secretaría de Derechos Humanos de Córdoba, Ismael Vázquez, busca reconvertir al complejo en un polo cultural, turístico y deportivo. “A partir del museo”, puntualiza Ramonda a Página/12. Desde ahí surgen otras actividades como utilizar uno de los hoteles para residencias artísticas o “el lobby de cada edificio para murales de grandes artistas” se explaya.
El complejo depende del Ministerio de Turismo y Deportes de la Nación. “Es territorio federal”, señala Ramonda. “Y excepto el edificio donde está el museo, todos los otros estuvieron abandonados mucho tiempo, y quedaron en estado deplorable”, lamenta. Pero en la actualidad, dos de ellos ya comenzaron a ser recuperados por la cartera de Turismo nacional. De ahí que, junto a la administración del complejo, a cargo de Diego Camerecci, y por la naturaleza de la propuesta, se avanza también en la articulación con el Ministerio de Cultura de la Nación, y con instituciones como la Universidad de Nacional de Córdoba y la Escuela de Artes. En tanto “la fábrica militar podría ser el lugar donde se construya la obra, planeada en chapa pintada y ensamblada”, describe sobre su "perfil de Evita".
“Todo apunta a jerarquizar el museo”, explica. “Potenciarlo para darle marco de interés turístico y cultural a la zona”, detalla. Señalizar el lugar desde el punto de vista plástico fue la primera actividad. Orientar el circuito "hacia la escultura de Eva”. Su identificación desde el circuito vehicular “agregaría una atracción turística visual” aporta. La escultura referenciada al museo como icono edilicio “va con la época, al aire libre”, señala, por las medidas de circulación en pandemia. “Y sobre todo, recupera a Eva como la gran activista por los derechos humanos que fue, al promover el derecho a las vacaciones, al deporte como un juego, al ocio y al turismo social para los niños y las familias”, memora.
La idea crece. “Las grandes esculturas no pasan desapercibidas, por eso el proyecto plantea ubicar en los jardines de cada hotel, otras piezas monumentales”, describe. Está planificada otra pieza de Maradona. "En el museo hay una foto de Maradona porque Diego participó en los Juegos Evita, en una semifinal en Río Tercero --recuerda--, la final se jugó en Buenos Aires. Y está la foto de Eva cuando vino con Perón, a inaugurar los hoteles”.
“Los juegos Evita se hacían en Embalse, hay un polideportivo con canchas de diversos deportes, están todavía las canchas de fútbol, las gradas, las piletas. Salvo una que la taparon con cemento”, cuenta, con asombro. “Hoy los juegos se llaman Juegos Culturales, pero la idea es recuperarlos en el marco de esta revalorización edilicia, y convertir de nuevo a Embalse en un polo receptor educativo, cultural, turístico y deportivo. Una total reconversión”, completa.
Para el artista, que volvió a vivir en la Argentina hace pocos años, el complejo de 80 hectáreas, era "un espacio ineludible" de abordaje. Su obra expresa “la fusión entre deporte y arte, en los espacios públicos”. Para muestra, están sus esculturas en lugares como el Central Park de Nueva York, o los parques de Quebec. Ramonda vivió en Nueva York luego de perfeccionarse en Siena, Italia. Y allí se consagró como “el pintor de la maratón de NY”. Tras el atentado a las Torres Gemelas decidió radicarse con su familia en Canadá. Actualmente reside en Rio Tercero, donde fue designado “embajador cultural de la capital nacional del deportista”, sonríe, por el juego de cargos. Pero en su ciudad natal se exhibe un conjunto de sus obras, en la vía pública "en homenaje a los deportistas sobresalientes que nacieron ahí". Ente otros, la tenista Ivana Madruga o Claudio Javier “Piojo” López.
La propuesta ideada para revitalizar el museo “educa, es cultural y es social” insiste. “Porque los museos siempre fueron intimidantes para la gente”, define. “Pero si el lobby de un hotel está pintado por un gran artista como Daniel Santoro e integrado a la estructura edilicia, se genera arte desde lo cotidiano y es en beneficio de todos. El arte tiene esa posibilidad --señala--, a través de un lenguaje propio puede contar y reconstruir la historia”. Así fundamenta su idea. “El museo es el punto de partida --concluye--, y estoy seguro de que Perón hubiese hecho lo que estamos planificando”.
La obra del “3/11”
En Río Tercero, Rubén Ramonda montó una obra dinámica, ambientada en lo que queda del cine destruido por la explosión de 1995. Muestra las condiciones en que se encuentra el tradicional Cine Casino. “Queremos recuperarlo como espacio físico --explica el artista--, ya que quedó sin techo”. Allí Ramonda colocó para la presentación “unas 600 bombas, pintadas en el piso. Esto representa que Río Tercero no sabía que estaba sobre un polvorín. Y durante dos semanas se pudo visitar y ver la gran cantidad de fotos que la gente tomó en el momento de la explosión, y posteriormente”.
El 18 de mayo se vuelve exhibir, con 22 músicos en vivo, con protocolos. “Una orquesta viene a tocar. Y en el centro del cine hay colgada una escultura en tela, hecha con 150 trapos de piso cosidos, que representan la explosión, el hongo de la bomba que es como en Hiroshima. Como no tenemos luz, cuando la gente viene hago de acomodador --relata--, los guio mientras la orquesta toca y vamos viendo la escena”. Esto busca recaudar fondos para techar el edificio. “Era otra obra peronista --explica—, porque la fábrica tenía cine, club, pileta. Una pileta olímpica y no existe en toda la provincia, pero está abandonada, hasta ahora”.